Mayo 2012
Una vez más madrugamos y partimos con nuestras valijitas. Ya no llovía, así que decidimos hacer el trayecto que habíamos hecho en colectivo, pero esta vez caminando. Atravesamos el túnel, parte del centro, el Markasteg, la residencia de Mozart, etc, etc, llegando a la estación terminal de trenes. Todo el recorrido fue super tranquilo, dado que había muy poca gente por la calle. Además de esto, en ningún momento tuve que hacer grandes esfuerzos con la valija ya que en todas las esquinas había rampas facilitando el ascenso y descenso de las calle a la vereda y de la vereda a la calle, respectivamente.
Terminamos desayunando nuevamente en el Mc Donald’s, pero esta vez en la sucursal frente a la estación. Qué personajes había en este lugar!!! Desde el clásico alcohólico homeless de las estaciones, hasta un par de jóvenes pasados de droga y de sueño.
Una vez más madrugamos y partimos con nuestras valijitas. Ya no llovía, así que decidimos hacer el trayecto que habíamos hecho en colectivo, pero esta vez caminando. Atravesamos el túnel, parte del centro, el Markasteg, la residencia de Mozart, etc, etc, llegando a la estación terminal de trenes. Todo el recorrido fue super tranquilo, dado que había muy poca gente por la calle. Además de esto, en ningún momento tuve que hacer grandes esfuerzos con la valija ya que en todas las esquinas había rampas facilitando el ascenso y descenso de las calle a la vereda y de la vereda a la calle, respectivamente.
Terminamos desayunando nuevamente en el Mc Donald’s, pero esta vez en la sucursal frente a la estación. Qué personajes había en este lugar!!! Desde el clásico alcohólico homeless de las estaciones, hasta un par de jóvenes pasados de droga y de sueño.
Parte de la estación de tren estaba en remodelación. Tras
caminar por un laberinto de mamparas de cartón- madera que delimitaban las obras
de los pasajeros llegamos al andén. Había varias personas esperando con sus
valijas y algunas hasta con perros dentro de los
bolsos.
Subimos en un tren similar al que habíamos tomado de
Budapest a Salzburgo. Teníamos que hacer un transbordo en Linz, una
ciudad austriaca intermedia, más cercana a Salzburgo que a Praga. Viaje super
tranquilo, en el que nos llamó la atención la presencia de obreros trabajando en
las vías del tren, aún siendo domingo por la mañana.
Llegamos a una estación de tren moderna, con varios
andenes, y varios negocios, incluyendo un supermercado. Compramos un par
de sándwiches para el viaje de queso, “pasto” y unos pedacitos microscópicos de
tomate. Estaban los ingredientes acomodados de tal manera que parecía tener
muuucho relleno, muy diferente a lo que resultaron
ser.
El viaje siguió en un tren más antiguo, con camarotes con
6 butacas cada uno, parecido al que habíamos tomado para ir de Zagreb a
Budapest. Nos ubicamos en uno que estaba vacío. Hicimos gran parte del viaje
solos hasta que vino una empleada del tren…
Nos dijo algo que pareció “bus”, y ante nuestra cara de
incertidumbre nos escribió en un papel “Sudoměřice
u Tábora Bus 15 17”. Interpretamos que era
el horario en que íbamos a pasar por esa estación y ahí tomar un bus.
Para nuestra desgracia, antes de ese horario el tren se
detuvo en una estación que estaba atestada de adolescentes! En pocos segundos
invadieron todos los vagones. Iban con grandes bolsos y mochilas, algunos
llevaban escudos y espadas de utilería entre otras armas, y otros hasta perros.
Vendrían de un campamento medieval o era simplemente un gran grupo de
freaks??? En nuestro compartimento se sentaron cuatro proyectos de
personas que impresionaban ser norteamericanos, incluidos 2 o 3 varones, y un
par de chicas quedaron paradas. Todos unos caballeros! Nos invadieron con su
olor a transpiración, gritos y ruidos. Escuchándolos confirmamos que íbamos a
tomar un bus, y después otro tren.
Efectivamente, a las 15:17 se detuvo el tren y bajó todo
el malón, caminando raudamente con el equipaje hacia varios micros que estaban
estacionados al costado de la estación. No sé cómo, pero entramos todos. Luego
de algunos kilómetros llegamos a otra estación, donde descendimos y nos
dirigimos a los andenes. Ahí hubo un poco de caos, porque no estaba bien señalizado a dónde teníamos que ir. Aparentemente había dos trenes que iban
desde ahí hasta “Praha hnl”; uno iba directo y el otro iba parando en todas las
estaciones. Fortuitamente quedamos en el directo, que llegó antes a destino.
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