sábado, 26 de marzo de 2016

Seguimos con el recorrido culinario por Estambul

By Sole

Aunque hayamos almorzado y cenado, siempre queda lugar para algún snack o una tradicional merienda, no?


La hora de los snacks

Halva
Es uno de los postres o snacks turcos tradicionales. Su aspecto y consistencia nos recordó a nuestro amado Mantecol®, lo que tal vez hizo que las expectativas fueran altas... llegando al probarlo la decepción! La base de este producto no es el maní sino una pasta de semolina, a la que se agrega azúcar o miel, aceite o manteca y eventualmente frutas secas como el pistacho. Es común encontrarlos en los desayunos buffet de hoteles y en los negocios donde venden confituras. Denle una chance, peor no se dejen engañar por la vista!!!

Turkish Delight o Lokum
Cuando los vimos por primera vez dijimos "son bombones de fruta". Esta vez no estuvimos tan errados!!! En general tienen una base que parece gelatina hecha con almidón y azúcar, a la que le adicionan los más diversos ingredientes: higos, dátiles, pistacho, avellanas, nueces, agua de rosa, granada, bergamota, limón, etc. Se venden en forma de cuadraditos espolvoreados con azúcar impalpable o coco rallado. Prueba y error mediante fuimos descubriendo las diferentes calidades... En general los que venden envasados en cajitas como los "Ali Baba" –comúnmente encontrados en el Grand/ Spice Bazaar o locales de Sultanahmet para turistas– son los peorcitos (dejando de lado que solo la parte central de las cajas tienen bombones y el resto es un reborde perimetral de más de 2 centímetros de cartón). Si quieren probar unos buenos y que no los engañen, lo mejor es ir a los locales que los venden sueltos y se arman las cajas a pedido; uno paga más pero compra calidad.

Castañas asadas
Al caminar por las calles de Estambul se las puede detectar a la distancia por el olor a quemado. Es común encontrar en las esquinas los carritos donde las asan y tras servir la porción en bolsas de papel madera las pesan en una vieja balanza con pesitas. Estas también pasaron por nuestro testeo: mientras caminábamos por las calles de Sultanahmet las fuimos pelando una a una y comiendo. Aprobadas!!!

Puesto callejero de castañas asadas! Yummy


Vamos a tomar un café con baklaba???

En nuestro último día en la ciudad quisimos darnos el gusto de tomar algo en una confitería tradicional de la ciudad: "Hafiz Mustafa 1864". Queríamos darle una última chance al baklaba y probar el tan renombrado café turco, aunque nadie nos leyera la borra... En la planta baja del establecimiento se dispensan turkish deligh sueltas, baklaba, halva y otras confituras. El primer piso esta acondicionado con mesas para sentarse a disfrutar de sus delicias. Cuando llegamos -y todo el tiempo que estuvimos- el lugar estuvo lleno; tuvimos la suerte de encontrar una mesita junto a la ventana con una vista muy entretenida de la calle y el Bósforo de fondo.



Los elegidos para esa tarde fueron el café turco -un pocillo con un café denso y excesivamente dulce-, té de granada o pomegranate -literalmente parecía gelatina muy azucarada recién hecha- y baklaba de pistacho. Luego de haber probado estos bocadillos en distintos lugares conseguimos llegar a una conclusión: para definir si te gusta o no el baklaba hay que degustar uno de buena calidad y fresco! Si sólo nos basábamos en las masas apelmazadas manchadas de pistacho que habíamos comido en el hotel y restaurantes nuestro veredicto hubiese sido bastante negativo. En este caso pudimos observar cada capa de masa –una especie de mil hojas- con un relleno generoso en el que se podían distinguir los trocitos de pistacho, cambiando radicalmente nuestra opinión. Eso sí, lo que no le podía faltar era el almíbar, haciendo que uno se mida en la porción para no empalagarse. Realmente es un problema ser diabético en Turquía!!!

Hasta turco con bigote de fondo... no le falta nada a la foto!

Café turco con lokum (del bueno)

Si bien fuimos directo por ese baklaba, había una amplísima variedad que nunca hubiese imaginado de baklabas, y cosas dulces. Para que tengan una idea de las opciones pueden entrar a este link: Hafiz Mustafa


Con esto concluimos nuestro recorrido culinario por esta ciudad que ofrece una gran variedad de puestos callejeros, fast foods, confiterías y restaurantes en los que se pueden degustar platos con los más diversos sabores y aromas; en pocas palabras, hay opciones acorde al bolsillo y gusto de cada comensal!!! Nadie se va a quedar sin comer en Estambul!!!


viernes, 18 de marzo de 2016

Los sabores de Estambul

By Sole

Diciembre 2014

Cuando uno piensa en Turquía no puede dejar de pensar en comida! Mientras planeábamos el viaje se nos iba haciendo agua la boca a medida que leíamos todos los platos que nos esperaban al otro lado del mundo.

La comida parece ocupar un lugar importante en la vida de los turcos. La oferta de comida callejera, fast foods y restaurantes es más que amplia. No importa el horario del día, siempre es posible encontrarse con una gran cantidad de personas comiendo! No quisimos ser menos que ellos y aprovechamos nuestra estadía en Estambul para hacer nuestro propio “tour culinario”.


El mundo según Kofteci Ramiz

Descubrí este fast food de comida turca en mi visita al Shopping Capitol, sin ir más lejos mi primer almuerzo fue ahí. Miré el cartel con las fotos y nombres de los platos, vi que entre la sopa y las ensaladas había algo que se llamaba tel kayadif; como si supiera de que se trataba lo pedí. También me preparé una ensalada en el salad bar y acompañé mi pedido con un Ayran – imitando a la mayoría de los comensales del patio de comidas–. Más allá de la ensalada no sabía que iba a comer…una kamikaze total!!! Barrera idiomática de por medio, recibí mi pedido.

Al mirar de cerca del tel kayadif me llamó la atención el aspecto; parecía un enjambre de cabellos de ángel que brillaban con algo verde en el medio… tal vez mi descripción no sea muy apetitosa. Esperando encontrar algo salado descubrí que había comenzado por el postre… lo que brillaba era el almíbar!!! La pasta verde del interior era un puré de pistachos bastante insulso; sólo se percibía el dulzor del denso jarabe que bañaba todo. Menos mal que había pedido la ensalada!!!

La segunda sorpresa vino con el yogurt o sea el Ayran… era salado!!! Jaja, no pegaba una!!! Era una especie de yogurt natural salado con una densidad entre cremoso y bebible.


No requiere más descripción...

Aunque esta experiencia fue un poco empalagosa y no de lo más feliz decidí darle otra oportunidad; en realidad fueron varias oportunidades en la que lo elegimos para cenar por una cuestión de cercanía y costos.

Desde mi ignorancia podría decir que la oferta de comida se limitaba a albóndigas asadas de diversas formas que venían sobre un pan acompañas de tomate y un pimiento verde extrapicante, ensaladas self service y postres en el que el almíbar denso extra dulce era la vedette.


El clásico Kofteci

Recién ahora caemos en que las albóndigas se llamaban kofta o köfte, lo que nos hace suponer que el nombre del lugar Kofteci podría ser “albondiguería Ramiz”.

No habiendo escarmentado con el tel kayadif del shopping, le dimos una oportunidad a otro postre: la semolina halva. Esta resultó ser una especie de papilla de sémola de trigo, azúcar (o tal vez miel) y manteca… una extraña pasta bien dulce que sin ser fea no era para nada feliz.


Pescado bien fresco!

Un soleado mediodía justo coincidimos con los barquitos que venden sándwiches de pescando en Eminönü. Estos barcos con grandes parrillas en su interior se encontraban aparcados junto a la costa donde estaba el "comedor", una explanada con banquitos y mesitas bajas sobre las que había un salero de 500 gr y una botella de jugo de limón. En un rincón había un pequeño mostrador donde expedían aguas y gaseosas, y en las inmediaciones un carrito que vendía jugos de extraños colores. No faltaba nada!


El equivalente al carrito de choripán de la costanera

Mientras yo me ubicaba en una mesita, Seba fue por los sándwiches. Ni bien me senté se me acercaron en forma sucesiva un par de jóvenes a ofrecerme insistentemente toallas húmedas para lavarme las manos. Rechace una a una las ofertas, hasta que logre sacar de la mochila mis paños desinfectantes Espadol® y los coloqué sobre la mesa espantando a los vendedores. Inmediatamente llego Seba con la comida: dos sándwiches de pan francés rellenos con filetes de un pescado que por el tamaño parecían sardinas y una lluvia de lechuga y cebolla. La experiencia de comida callejera turca estuvo buena aunque nos acordamos de ella durante todo el día por la combinación fatal de olores que nos quedaron impregnados en las manos!!! Junto a nosotros había varios turcos que comían a grandes bocados sus emparedados sin prestarle la más mínima atención a las espinas del pescado. Nuestro comportamiento no fue justamente fino desarmando el sándwich y sacando una a una las espinitas que no eran para nada escasas.




Salgamos a cenar a un restaurante...

Además de comida callejera y visitar nuestro fast food amigo fuimos a cenar a un par de restaurantes. Elegimos los lugares basados en su reputación en tripadvisor y distancia desde nuestro hotel.

En ambos encontramos una gran cantidad de mozos que a veces resultaban excesivos para la cantidad de comensales. Locales sencillos con cuadros con imágenes de la ciudad colgando en sus paredes y luz tenue dándole un toque romántico; a uno se le fue la mano de meloso y además de la luz de las velas sumó melodías románticas estadounidenses y latinas incluyendo el clásico de Eros Ramazzotti con su “Otra no puede haber, si no existe, me la inventaré…”. Nos hizo acordar al cd de música en castellano que tenía nuestro chofer de India especialmente destinado a los turistas... Creo que nos metimos en un par de restaurantes "tipically turkish".

En estos lugares tuvimos la oportunidad de degustar un par de platos tradicionales y más albondiguitas!!! Es evidente que los turcos no pueden vivir sin sus koftas!!!!

Todo comenzaba con el "servicio de mesa" que incluía algún pan típico del país y alguna salsa con distintos grados de picante.


Comete un pancito!

Tuvimos la oportunidad de probar estos platos:
  • Karniyarik, unas berenjenas rellenas con arroz con pasas y canela, con yogurt como aderezo. Sorprendentemente esa mezcla de sabores resultó muy rica!
  • Kebabs, las mismas albondiguitas de siempre acompañadas de tomate asado, pimiento picante y un timbal de arroz estilo anatolia que no sé qué tenía pero era sabroso.Tuve la brillante idea de probar uno de los ajíes verdes... una de las peores decisiones de mi vida!!! La sensación de quemazón en la boca no se calmaba con nada!!! Pan, agua e incluso manteca, poniendo a prueba la teoría de que había que comer algo graso para calmarlo… lamento informarles que no funcionó!!!

  • El gran show fue el tavuk kimerit o pollo a la cacerola, un guiso de pollo con salsa de tomate, cebolla y morrón que venía dentro de una fuente de hierro con tapa! Estaba tan pero tan caliente que cuando lo trajeron a la mesa la salsa de tomates aún tenía los borbotones del hervido...
Guiso de pollo en fuente de hierro!

En ambos casos, habiendo rechazado el postre, nos sirvieron un "Complimentary tea" que venían acompañados de baklaba que no fueron de lo mejor.

sábado, 5 de marzo de 2016

Terminando nuestro recorrido por Estambul

By Sole

Desde Besiktas regresamos por donde habíamos venido hasta llegar nuevamente a Kabatas, desde donde tomamos una de las calles que subía hacia Taksim. Ni quiero recordar esas pendientes!!! Imagínense lo que eran que en las calzadas había lomas de burro para frenar a los autos…  Ni las clases de spinning ni las largas sesiones de running que tenía en mi haber fueron suficientes para afrontar con dignidad esas calles!!! Fue tanto el esfuerzo que al llegar arriba me quería sacar toda la ropa del calor que tenía!!! Me quejo pero si ahora me dan la opción de volver a subir por ahí o tomar el funicular vuelvo a elegir el esfuerzo de mis piernas!!!

Duro ascenso hacia Taksim

Cuando nos detuvimos a respirar aprovechamos para ver las casas y edificios de 3 o 4 pisos de los alrededores. Tal como en el cementerio por el que habíamos pasado un par de días atrás, los únicos habitantes del lugar parecían ser los gatos… nos cruzamos con una cantidad escandalosa de felinos de todos los colores y combinaciones imaginables!!! Parecían ser animales apreciados por los vecinos ya que cada tanto había recipientes con agua y alimento; la buena alimentación –al menos en cantidad– se reflejaba en el tamaño de esos animales. El creador de Garfield debe haberse inspirado en alguno de estos…

Al llegar arriba de todo tomamos Inönu Caddesi bordeada de edificios de aspecto europeo que nada tenían que ver con lo que habíamos venido viendo. Así, de un minutos a otro nos encontramos con otra realidad, la Estambul moderna! En Taksim Square no podía faltar un monumento a Atatürk, el fundador y primer presidente de la república de Turquía, en este caso junto a sus soldados representando la guerra de la Independencia. Fuésemos a donde fuésemos  había una referencia a ese hombre, su nombre está en múltiples lugares como calles, edificios y el mismísimo aeropuerto internacional de Estambul.

Taksim Square
Para que no quedaran dudas de que estábamos en la parte más nueva de la ciudad europea ahí estaban,  uno al ladito del otro, Mc Donald’s, Burger King, Starbucks y otros locales de comida rápida. Merecen una mención especial los puestos de venta de flores y tiaras/ coronas confeccionadas con estas. Un lugar complicado para un indeciso por la gran variedad de colores y tipos florales.

Puestos de flores de Taksim Square

Instintivamente fuimos caminando siguiendo la seguidilla de negocios desembocando en Istikal Caddesi, la calle comercial por excelencia!!! No fue casualidad que cayéramos ahí, ya teníamos arreglada una cita con un par de locales de ropa que habíamos fichado en la zona!!!!

Toda la gente que no habíamos visto durante la mañana estaba ahí!!! Parecía la calle Florida un día de semana al mediodía; grandes hordas humanas caminaban en todas direcciones. Los turistas nos mezclábamos con los turcos, en su mayoría hombres, que caminaban orgullosos con sus tupidas cejas y bigotes oscuros. Una vez más los grupos de hombres eran muchísimo más frecuentes que los de mujeres; las pocas que vimos estaban acompañadas por hombres que apuesto que serían los maridos. Y eso no era todo… para hacer más caótica la situación por el medio de la calzada circulaba un vagón del antiguo tranvía!!! Así que cada tanto había que hacerse a un costado para que pasara el coche con el cartel “Taksim- Tünel”, una de las atracciones turísticas del lugar.

Istikal Caddesi

Hicimos un par de compras en los locales de ropa; a pesar de que el tipo de cambio nos era desfavorable los precios eran más bajos que en Buenos Aires…

Nos llevamos una gran decepción cuando recorrimos Çukurcuma. Por la descripción prometía ser algo parecido a San Telmo pero resultó ser una calle solitaria con algún que otro café y negocios aislados de antigüedades que ni siquiera tengo la certeza de que estuvieran abiertos. O sea nada en especial, y encima para regresar de ahí tuvimos que caminar pendiente arriba… Por lo menos los domingos por la tarde no vale la pena desviarse hasta ahí!

Recapacitando un poco, tal vez si valga la pena hacer el desvío si uno leyó el libro "Museo de la Inocencia" del escritor turco ganador del premio Nobel de Literatura Omar Pamuk. Cuando visitamos el barrio desconocía la presencia del libro y del museo que lleva ese hombre. De hecho, antes de regresar a Buenos Aires, pasé por una librería del aeropuerto y me traje como souvenir ese libro, casi elegido al azar entre los que estaban expuestos. A pesar de que el libro me resultó un tanto reiterativo y tedioso, tal vez un buen reflejo de la personalidad del protagonista, hizo que anotase en mi larguísima lista de lugares a visitar el Museo de la Inocencia que está justamente ubicado en Çukurcuma caddessi. Si hay un próximo viaje a esta ciudad lo visitaré. Si uno no leyó el libro no creo que tenga mucho sentido. 

Retomamos a Istikal Caddesi haciendo una rápida parada para fotos en la estación Tünel del subte, una de las más antigua del mundo, antes de llegar a la última atracción de nuestro recorrido del día: Galata Tower.

Estación Tünel

Esta torre medieval de piedra fue construida en 1348, convirtiéndose en la construcción más alta de la ciudad con sus poco más de 60 metros. En los siglos subsiguientes sufrió varias modificaciones, sobre todo en su parte superior, convirtiéndose tras la remodelación de la década del 60 en lo que es hoy en día.

Ya la habíamos visto desde todos los ángulos, ahora la teníamos a muy pocos metros, y pocos minutos después íbamos a estar en su interior! Dispuestos a subir a su mirador hicimos los 25 metros de fila que nos separaban de la entrada, teniendo que defender nuestro lugar cuando estábamos llegando a la taquilla. Avivados hay en todo el mundo y Turquía no es la excepción! En un momento cuatro turcos veinteañeros se metieron en medio de la fila así como si nada; les dejamos en claro, métanse donde quieras pero NO delante nuestro! Así que como nadie se quejó entraron atrás nuestro. Pagamos la entrada para turistas de 18,5 TL; para los locales la entrada era más económica. El tráfico de visitantes está limitado por la velocidad en que los dos ascensores, que transportan seis personas cada uno, hacen su recorrido.

Galata Tower
Subimos con el elevador hasta un primer nivel donde estaban los sanitarios y un par de jóvenes disfrazados de sultán y odalisca para sacarse la foto de recuerdo por 7 TL. De ahí salía una escalera que conducía a una confitería con una espectacular vista de los alrededores –sería el segundo nivel–. Continuamos ascendiendo un nivel más llegando a un balcón mirador; hacia afuera teníamos una espectacular vista de los alrededores, y hacia adentro las mesas del restaurante ubicado en ese nivel. Sin dudas la vista de la confitería superaba ampliamente a la de este comedero que miraba al balcón repleto de gente,

El “método elevador” como limitante de la cantidad de gente que visitaba el lugar por turno no era muy efectivo. Cuando llegamos al mirador estaba super congestionado, un caos!!! La gente iba llegando y se iba acumulando detrás de la que ya estaba ahí sacándose auto fotos. Con mucha paciencia fuimos avanzando lentamente; la idea era dar la vuelta a todo el perímetro de la torre que ofrecía una vista 360º de la ciudad. Como era de esperar en el sector que miraba hacia Sultanahmet el atascamiento se intensificaba, nadie quería dejar de apreciar la magnífica vista del Bósforo con Topkapi, Hagia Sophia y Blue Mosque de fondo. Muy bello!

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Como todos, nos tomamos el tiempo necesario para dar toda la vuelta a la torre y sacar todas las fotos que consideramos pertinentes. Cuando no tuvimos nada más que hacer ahí arriba bajamos y emprendimos la caminata hacia el Galata Bridge donde una vez más vimos un hermoso atardecer con el sol poniéndose detrás de las mezquitas. No escatimamos en tiempo para sacar fotos porque la vista realmente lo merecía. Caminamos entre los pescadores que mientras esperaban el pique tomaban el clásico tecito caliente para remontar la temperatura que comenzaba a caer a medida que se ocultaba el sol.


Los pescadores de Galata Bridge
Esta vez en lugar de cruzar el túnel que nos separaba de la Mezquita Nueva optamos por caminar un poco más y buscar un semáforo. Creo que los semáforos de Estambul son una de las cosas menos respetadas del mundo!!! Los turcos tienen gran entrenamiento en el juego del sapito, no importa si viene un auto, una moto o el tranvía ellos se mandan a cruzar la calle esquivándolos.

Luego de esperar la luz ver y cruzar llegamos a una plazoleta donde nos encontramos con una aglomeración humana y varios vendedores de unos boletos que parecían de lotería. La acumulación de gente era aún mayor frente a unas ventanillas donde en la parte superior anunciaban un premio de “50.000.000 TL”!!! Todo sea por comprar el número ganador y hacerse de esa tentadora suma de dinero!!! No sé si se trataba de un equivalente del gordo de navidad y justo habían lanzado la venta los billetes o los turcos tienen la costumbre de salir los domingos a la tarde a probar suerte y ver si un número les tuerce su destino!!!

En busca del número ganador

Sólo nos quedaba volver al hotel a descansar! Estábamos muy satisfechos con la actividad del día: habíamos visitado todos los lugares que habíamos planeado y hasta habíamos hecho shopping!!!