domingo, 28 de junio de 2015

En busca de los Big Five!!!

By Sole

Domingo 12 de octubre 2014

Otra vez arriba a las 4:30 hs! Royal, el chofer y guía del día, nos esperaba en el comedor con café preparado. Estaban los dos norteamericanos del día previo, y se sumó una extraña pareja conformada por una rubia y un oriental de tez trigueña. Estos últimos venían preparados con dos vasos térmicos que llenaron de café negro.
Esta vez en lugar de la combi salimos en un vehículo abierto de safari del lodge. No fue necesario firmar la “Indemnity form” puesto que lo habíamos hecho en el check in. No llovía, ni había pronóstico de lluvia para el resto del día pero estaba húmedo y brumoso, y además hacía frío.
Recorrimos la distancia que nos separaba del parque a una velocidad menor que el día anterior; la visibilidad era escasa. A las 5:30 hs estábamos comenzando con la actividad propuesta para ese día.

Esta vez sólo teníamos permitido circular los caminos pavimentados aptos todo público; había otros vehículos similares al nuestro y varios autos particulares que recorrían lentamente el lugar buscando animalitos entre la bruma que creaba una imagen muy particular. En esa temprana hora de la mañana llamaban particularmente la atención las grandes telas de araña desplegadas entre plantas y arbustos, reflejo de la intensa actividad de los insectos imperceptibles a nuestros ojos por la distancia a la que estábamos.

Incy Wincy araña tejió su telaraña...

Se nos dibujó una sonrisa en la cara cuando vimos que de a poco comenzaba a salir el sol – ese gran ausente de los últimos dos días-. Nuestros tiritantes cuerpos tapados con las frazadas que había en el camioncito también se alegraron.

Amaneciendo

Comenzamos con los infaltables impalas, algunas cebras y jirafas. A esta altura estábamos tan habituados a ver estos animales que ya no nos asombraban tanto. Obviamente que no les negamos varias fotos, pero nuestro interés estaba en ver especies que no hubiésemos visto hasta el momento. 

Jirafa en las tinieblas

Nos cruzamos con una camioneta con ocupantes de aspecto musulmán que intercambiaron un par de palabras con Royal. Le pasaron el dato de que “alguien” había visto un leopardo. Deseoso de una buena propina aceleró y fuimos bastante rápido, casi sin detenernos a ver lo que pasaba a nuestro alrededor, hacia el lugar que le habían indicado. No tuvimos problemas en identificar el sitio ya que había varios autos estacionados mirando hacia un árbol que apenas se distinguía entre la bruma. Miramos, no vimos mucho. Sacamos los larga- vistas, y luego de un rato y con bastante imaginación logramos ver lo que nos indicaba Royal: un impala colgado del árbol. Del autor del hecho no había rastros. Igual nos quedamos un rato mirando –al igual que el resto de los autos- a ver si sucedía algo. Estábamos tan deseosos del que “predator” regresara a terminar lo que había comenzado que pasamos varios minutos intentando detectar cualquier tipo de movimiento; ante la quietud en la escena decidimos seguir como el game drive.

Jueguemos a "Buscando al impala"...

Siguieron luego un par de rinocerontes, kudus, más cebras, baboons, warthogs y pájaros varios. (FOTOS)

Perfil de kudu

Rinos

Cebra posando para la foto


Warthogs

Mamá baboon con su pequeño

Tampoco faltaron los buitres que no sé porque llamaban tanto la atención de los norteamericanos; cada vez que veíamos uno exclamaban “A vulture!!!” como una emoción tal como si hubiesen visto un leopardo!!!

" A vulture!!! OMG!!!"

Al acercarnos al río vimos los infaltables hipopótamos que apenas asomaban del agua, y comenzamos con la búsqueda del cocodrilo que finalmente encontramos! Quietito tomando sol sobre un pequeño banco de arena estaba él; sólo era cuestión de buscarlo!!!

Cocodrilo tomando sol

Hicimos una pequeña parada en el portal Sabie Lower para usar el toilette, y seguimos hacia el siguiente portal donde íbamos a desayunar. El camino en este sector corría paralelo al río Sabie, y como ya habíamos comprobado previamente, donde hay agua hay animales.

Elefante a la izquierda!!! Dos elefantes!!! Nooo, hay más!!! De repente apareció una manada de elefantes y no contenta con mostrarse pasó caminando delante de nuestro vehículo rumbo al río que teníamos a la derecha!!! Impresionante!!! Más de 10 elefantes juntos y a muy pocos metros!!! Tras cruzar la ruta se metieron entre los árboles y en grupos fueron hacia el agua, donde se quedaron. No lo podíamos creer, era algo que no esperábamos!!! Las máquinas de fotos no daban abasto!!!

Nunca soñé con ver tantos elefantes juntos!!!

Avanzamos unos metros más y vimos que había varios autos parados mirando un grupo de árboles. Miramos y no vimos nada. Royal habló con otro chofer y así nos enteramos que había un león. Larga-vistas + mucha imaginación: león durmiendo. A unos 50 metros de distancia, parcialmente tapado por un árbol había un león tirado panza arriba –como un pollo a la parrilla- durmiendo. Durante el tiempo que estuvimos mirando apenas movió una pata y la cola que terminaba en un plumerito de pelos. No es raro que lo hayamos encontrado descansando ya que es la actividad que hace durante 20 de las 24 hs del día. Habíamos visto al león, pero no de la manera que nos hubiese gustado; estaba tan lejos y en una posición tan rara que hasta dudé en marcar en mi check list de animales “león”.

León panza arriba

“Seguimos???” nos preguntó el chofer. Sabiendo que eran las 9:30 hs y se venía el desayuno todos le respondimos “Siiii”. Minutos después estábamos en el picnic site “Nkuhlu”. Este pequeño complejo tenía parrillas, mesas de camping y sanitarios en pleno contacto con la naturaleza. Nos acomodamos en una mesa junto al río y Royal repartió las viandas de desayuno que incluían fruta, yogurt, jugo, huevo duro, sándwich de jamón y queso, chocolate y galletitas; bien variadito. Fue un lindo picnic a la sombra de un árbol. Olvidé mencionar que lejos habían quedado las frazadas de las primeras horas del safari; había salido el sol y la temperatura ascendía sin freno.

El tiempo que estuvimos ahí vimos varios pájaros con unos colores increíbles; si los hubiese visto pintados en un cuadro hubiese creído que las tonalidades eran producto de la imaginación del pintor… No faltaron tampoco coloridas lagartijas, algunas de las cuales intentaban mimetizarse con el entorno.






Aún nos quedaban un par de horas de safari por delante, así que con las energías renovadas continuamos con la actividad. No faltaron jirafas –incluyendo una pequeña- tomando agua, antílopes varios, un grupo de baboons de todos los tamaños a ambos lados de la ruta, el león durmiente que seguía en la misma posición, algunos pájaros, kudus, impalas, cebras y lo que más nos llamó la atención por la cercanía: un hipopótamo. Aún con la piel húmeda estaba paradito al costado del camino, nunca había visto uno desde tan cerca… me pareció enorme!!!

Divina combinación de colores

Qué estará pensando?
Hipo!

Movidos por la curiosidad regresamos al árbol donde a la mañana estaba colgado el impala. Esta vez con más claridad, ya no quedaba ni rastro de la bruma matutina, pudimos ver que el animal continuaba ahí… su asesino no había regresado a comer.

Encontraron al impala?

El calor se estaba haciendo insoportable –debería estar cerca de los 37ºC pronosticados- y el viento que se generaba con el movimiento del vehículo era caliente… Ya cerca del mediodía dimos un par de vueltas más pero sin mucho éxito; apenas había algún grupo de impalas o cebras que se resguardaban bajo los árboles de los agobiantes rayos del sol.

Regresamos al Crocodile Bridge, donde compramos un par de cosas en la proveeduría y regresamos al lodge donde teníamos el resto del día de descanso; con tanto calor venía muy bien un chapuzón en la pile...

Luego de hacer fiaca durante toda la tarde a las 19:00 hs ya estábamos firmes esperando la cena! Al ser domingo a la noche supongo que la mayoría de los turistas locales debían haber regresado a sus casas y por eso la cantidad de huéspedes era menor; la cena volvió a ser con menú y mozos. Comenzamos con una greek salad y rechazamos la sopa de papas. Seguimos con una canastita de masa philo con pollo como entrada y un medallón de carne con puré de papas y vegetales salteados como plato principal. Delicioso, el cocinero del lugar es excelente!!! Culminamos la cena con pancake de banana y una ginger cake con bocha de helado. Las cenas fueron 1000 veces mejor de lo que podríamos haber imaginado.

Mientras cenábamos en la terraza exterior comenzó a soplar una brisa que poco a poco fue bajando agobiante temperatura. Rato después también apareció una seguidilla de relámpagos que nos hizo sospechar que se venía otra vez la lluvia, pero esta nunca llegó...

jueves, 18 de junio de 2015

Sunset Game Drive

By Sole

Al regresar con la combi de nuestra caminata por el Parque Kruger, nos encontramos con una jirafa a pocos metros de la entrada del lodge!!! Toda la mañana caminando para encontrar un animal y en el regreso, sin siquiera haberlo buscando, tuvimos la posibilidad de ver uno a muy corta distancia!!! Debía estar acostumbrado a los ruidos de motores porque siguió comiendo como si nadie hubiese pasado.

La jirafa de la casa de al lado...

Al llegar al alojamiento hicimos un brunch y pasamos el resto de la tarde en nuestro bush camp descansando e intentando secar la ropa. Nuestra valija era bastante acotada, no podíamos permitirnos que las prendas quedaran con olor a humedad ni seguir ensuciando el resto.

A las 15:30 horas nos pasaron a buscar para ir de nuevo al parque; teníamos contratado el “Sunset safari”. Volvimos a firmar los deslindes de responsabilidades y nos acomodamos en un open Safari vehicle de mayor tamaño que el de la mañana – de hecho tenía capacidad para 23 personas. Este sí calificaba de camión!!!

A qué no saben con quién nos encontramos??? Young Scott!!! Fue justamente él quien estuvo a cargo del safari. Una vez más se volvió a presentar y esta vez logramos entender su nombre: Evin. Coincidimos también con los dos norteamericanos que estaban alojados en nuestro lodge; el resto del pasaje era un mix de alemanes, suizos y más estadounidenses.

Mientras esperábamos para salir la curiosidad hizo que levantara mi vista y me encontrara con cientos de murciélagos colgando del techo de paja bajo el cual estaba estacionado el camión. Esto sólo significaba algo aterrador: al anochecer todos estos mamíferos voladores ya no iban a estar ahí quiescentes…


No es una foto de calidad pero permite ver a los temidos murciélagos...

El día seguía cubierto, no había mejorado ni un poquito, por lo que no íbamos a tener uno de los bellos atardeceres que habíamos visto en fotos del parque. No podíamos cambiar la situación, así que nos dispusimos a disfrutar de la experiencia que teníamos por delante.

Ingresamos al parque y tomamos uno de los caminos de ripio que estaban señalizados con el signo de “prohibido pasar”; exclusivo para safaris a cargo de personal del lugar. Cruzamos un badén al costado del cual había un grupo de hippos que apenas asomaban sus ojitos y narinas del agua!!! Nuestros primeros hipopótamos!!! Fotos, fotos, y más fotos!!!


Hippos!!!

Al salir del badén nos encontramos con un wildebeest o ñu que estaba parado a muy pocos metros del camino. Inmóvil nos observó durante varios minutos hasta que se aburrió o se habrá dado cuenta que no éramos peligrosos, dio media vuelta y se fue caminando.


Un wildebeest como lo de los documentales!!!

Siguieron después grupos de cebras y de jirafas -que como de costumbre estaban comiendo-, un par de rinocerontes en la lejanía y algunos buitres o vultures -como los llamaban con entusiasmo los norteamericanos- en lo alto de los árboles.


Jirafa en busca de comida

Rinos en la lejanía, juro que se ven 2!!!

Buitre de perfil en la parte superior centro-izquierda del árbol


La acción comenzó al anochecer cuando pasamos junto a un par de elefantes que estaban pegaditos al camino. Uno de los dos dejó de comer y se paró a poco más de un metro del camión. Nos miró fijamente exhibiendo sus grandes  colmillos blancos e hizo un sonido que personalmente me dio miedo!!! Acá nos embiste y volcamos, pensé. Por suerte el encuentro no pasó de esto, se dio media vuelta y volvió a pelear/ comerse un pobre árbol. Los elefantes son sumamente dañinos y suelen destruir todo lo que se les cruza en su camino. En algunos sectores del Kruger como en otros parques africanos el aumento de la población de estos paquidermos representa una amenaza para el ecosistema por la gran destrucción de árboles y plantas que dejan a su paso. Los otros que también sufren la consecuencia de su paso son los agricultores con la pérdida de sus cultivos y en algunos casos hasta de los productos acopiados en graneros.


Me parece haber visto un lindo elefantito...

No pudimos retratar el momento como hubiésemos querido puesto que no había luz suficiente –se venía una noche cerrada sin estrellas- y no podíamos usar las cámaras con flash para evitar asustar a los animales. De hecho en un momento nos cruzamos con un kudu y un “infeliz” del grupo lo espantó con el flash de su mega cámara de foto. Con esto el “no flash, please” quedó bien claro.

Unos minutos después del encuentro cercano hicimos una parada para estirar las piernas. Ya estaba todo oscuro, por lo que antes de bajar del vehículo Evin “scanneo” los alrededores con una gran linterna asegurándose de que no hubiese animales en los alrededores y cargó su carabina. A pesar de esto no me sentía muy segura. No sé si en el parque está permitido fumar o no –por el riesgo de incendios- pero los viciosos encendieron sus puchos; cuando tuvieron suficiente cantidad de nicotina y tóxicos en sus cuerpos seguimos viaje.

Como el vehículo de safari no tenía luces, un pasajero de cada lado se hizo cargo de un foco con el que debía ir iluminando los alrededores, cubriendo con el movimiento un ángulo de 180 grados. El tercer foco estaba a cargo del “multitasking” Evin, que lo sostenía con una mano mientras que con la otra conducía al tiempo que con su avezada vista iba detectando animales.

Al ratito comenzó nuevamente la acción!!! “A hyena!!!” nos indicó. Una spotted hyena (hiena manchada) corría delante nuestro!!! Cuando pudo se internó en el bush y la perdimos de vista. Nuestro ranger conocedor de la zona apuró la marcha, giró en U, y tomó un sendero paralelo al que veníamos, permitiéndonos ver una vez al animal que cruzó corriendo frente al camión. Impresionante!!! Y esto no fue todo, aún quedaba más…

No nos habíamos repuesto de la emoción anterior que vimos un par de elefantes del lado izquierdo de la ruta. Una vez más estaban comiendo y se escuchaba el sonido de la ramitas que se quebraban. Entre bocado y bocado uno quedó ubicado justo delante nuestro bloqueando el camino en un 100%. Qué cerca que estaba ese animal!!! Al estar parados en silencio, los sonidos de la naturaleza se hicieron evidentes, y yo me fui poniendo algo incómoda al notar la cantidad de murciélagos que volaban alrededor nuestro, algunos a poca distancia. Evin nos comentó que era común la presencia de estos quirópteros sobrevolando áreas donde habitaban animales de gran porte.


Piquete!!!

El paquidermo piquetero no parecía tener apuro; menos aún intenciones de liberar el camino para permitirnos el paso. Estuvimos rato largo observándolo, pero no podíamos quedarnos a pasar la noche ahí. Avanzamos unos centímetros. No obtuvimos respuesta. Avanzamos unos centímetros más. Está vez si hubo respuesta pero… en lugar de correrse giró 90º y se puso frente a frente con el vehículo. Los siguientes minutos fueron sumamente estresantes!!! Tuve la impresión de que estábamos presenciando un desafío elefante- camión!!! Supongo que el guardaparques sabía lo que hacía pero aún así uno nunca está completamente seguro de cómo puede reaccionar un animal. El elefante nos miraba fijamente y no se movía. Nosotros avanzamos unos centímetros. El seguía parado en la misma posición desafiándonos. Se percibía la tensión en el ambiente!!!

Finalmente la máquina ganó la batalla y el elefante se hizo a un lado sin sacarnos la vista de encima con una amenazante cara de “ya nos vamos a volver a encontrar…”. Respiramos aliviados cuando nos alejamos el lugar y estuvimos a salvo de una envestida trasera!!!

Evin no dejaba de sorprendernos!!! Con su linterna y una habilidad sobrehumana detectaba e identificaba pequeños felinos que en mi vida había escuchado nombrar como el genet y el civet (desconozco como se llaman en castellano) y mucho menos había visto.
Y esto no fue todo! Cuando ya estábamos yendo en dirección a la salida tuvimos la oportunidad de ver tres rinocerontes, dos grande y uno pequeño, que caminaban en fila entre los matorrales. Una vez más nos detuvimos y quedamos observándolos en silencio. Comprobamos que la asociación entre grandes animales y murciélagos era cierta. Otra vez parecía que nos habíamos metido en una nube de mamíferos voladores…

No podíamos pedir más!!! Mentira!!! Si bien podíamos pedir un león o un leopardo por ejemplo, estábamos muy complacidos con todo lo que habíamos visto durante la recorrida.

Cuando llegamos a Crocodile Bridge nos reencontramos con el chofer, y Old Scott que estaba por salir en un Night Game Drive. Para nuestra sorpresa también había un camión con gente esperando por Evin. Nuestro día estaba terminando, pero los game drive rangers aún tenían un par de horas más de trabajo por delante. Cuántas horas trabajan esos hombres por día y cómo hacen para mantenerse despiertos y atentos??? Sorprendente!!!

Volvimos rápido hacia el lodge donde nos estaban esperando con la cena. Si bien apenas eran pasadas las 9 de la noche, para los horarios habituales de comida del lugar era muy tarde. No habíamos terminado de comer que ya estaban acomodando la vajilla que ya había sido lavada y secada, y comenzando a limpiar. Movido por este “apuro” más el cansancio que teníamos, comimos rapidito y nos fuimos a dormir!

martes, 9 de junio de 2015

Bush walk!!! Sensaciones encontradas con mucha adrenalina

By Sole

Sábado 11 de octubre 2014

A las 4:10 comienza a sonar en el iPod:

I got a hangover, whoa!
I've been drinking too much for sure
I got a hangover, whoa!
I got an empty cup
Pour me some more
So I can go until I blow up, eh
And I can drink until I throw up, eh
And I don't ever ever want to grow up, eh
I wanna keep it going, keep keep, keep it going, going, going, going....




Definitivamente es nuestra canción oficial de  despertador de vacaciones anunciando que nos tenemos que levantar! 

“Knock, knock” escuchamos desde la puerta, es el chofer chequeando que nos hayamos levantado. Le indicamos que ya casi estamos listos. Si bien es muy temprano estamos despiertos y entusiasmados con la idea de visitar el parque Kruger! Va a ser nuestro primer contacto con los animales que tantas veces hemos visto en documentales!!!



Aún no amaneció. Son las 4:30 hs, todo el lodge parece estar dormido. En el comedor nos encontramos con una pareja de norteamericanos que van a hacer la excursión con nosotros. Están tomando un té con unos trozos de pan duro que hay junto al termo de agua caliente… debe ser para comer remojado… Mejor paso, no tengo hambre a esta hora.

El día no parece haber mejorado mucho: está nublado, brumoso y garúa. Nos ubicamos en la camioneta y partimos raudamente hacia el parque.  No pasaron ni veinte minutos y ya estamos atravesando el portal Crocodile Bridge. Dentro del parque cambiamos de vehículo, abandonamos la combi y subimos a uno de los clásicos jeeps de safari semiabiertos con varias filas de asientos. Ya hay tres muchachos sentados en la primera fila; nosotros nos ubicamos en la segunda y los americanos en la tercera y última. Antes de partir tenemos que firmar un deslinde de responsabilidades; otra vez nadie se quiere hacer cargo si nos come un león!

El bush walk está a cargo de dos game rangers, o guardaparques, vestidos con camisa y shorts verde militar. Se presentan como Scott, y … no entiendo el segundo nombre, así que para mí van a ser el Young y el Old Scott. Young Scott se sienta frente al volante y nuestra travesía por el parque comienza!!!

Inicialmente tomamos un camino pavimentado, por los que habitualmente circulan los autos particulares durante los game drives o safaris; el parque aún no abrió para el público en general por lo que somos los únicos ahí. Tras pasar junto a un cartel que prohíbe el ingreso de vehículos continuamos por el ripio. A la distancia divisamos los primeros animales: impalas, búfalos y wildebeast (ñus)!!!

Minutos después nos detenemos. Los rangers desenfundan dos carabinas y las cargan con unas balas que me llaman la atención por su gran tamaño; guardan otras tantas en sus cinturones. Qué ilusa que soy! Yo pensaba que los guardaparques iban a ir con armas cargadas con dardos tranquilizantes… No vamos de cacería pero hay que estar preparados para cualquier eventualidad.

Continúa garuando. Nos colocamos formando una medialuna frente a los Scotts quienes nos dan indicaciones de cómo debemos comportarnos durante la caminata por el bush. Me invade una sensación de inseguridad y aflora la duda: “y si no entiendo alguna de las instrucciones???”. Pronto me relajo, si no entiendo lo que tengo que hacer, haré lo que haga el resto del grupo…

Con los dos Scotts armados al frente comenzamos a caminar en hilera. Por mi “gran estatura” me toca ir inmediatamente detrás de ellos… peor es ser el último de la fila, eso si me daría miedo! El piso está cubierto de pastizales amarillentos y bosta que junto a varios árboles sin hojas que parecen secos dominan el paisaje. A lo lejos vemos un kudú y varios impalas que al notar nuestra presencia se esconden. En este momento no somos inofensivos seres humanos que circulan en un camión (situación a la que los animales están acostumbrados), sino que tomamos el papel de depredadores, lo que también nos coloca en una posición peligrosa.



Iniciando la caminata!

Avanzamos guiados por las pistas que nos va dando el camino: huellas, pozos, ramas rotas, bosta y sonidos. Me invaden sensaciones encontradas. Por un lado quiero ver a los big five (león, leopardo, elefante, rinoceronte y búfalo), pero por el otro lado me daría mucho miedo encontrarme con ellos. Realmente no sé si quiero encontrarme con un león…

Pistas

Pasa un rato largo sin avistar ningún animal, pero eso no impide que no nos vayamos deteniendo cada tanto motivados por alguna pista. Me sorprenden las explicaciones técnicas de los guarda parques, parecen ser personas con experiencia y muy bien formadas.

Cuando parecía que estábamos solos entre los matorrales Young Scott nos dice “a giraffe”. Qué visión tiene este hombre!!! A unos 200 metros de distancia divisamos la silueta de una jirafa. No lo puedo creer!!! Junto a nuestros pies vemos restos de hojas verdes distribuidas por el piso, probablemente antes pasó por donde estamos nosotros ahora… Avanzamos un poco, hay que hacerlo lentamente y en silencio para no asustarla. Según los Scott el comportamiento del animal no es el esperado, algo la está alterando… no es conveniente acercarse más… mejor cambiamos de dirección.

A giraffe!

Tras caminar unos metros Seba emite un “shh, shh”, uno de los sonidos para llamar la atención de los guardaparques según las indicaciones que nos habían dado, y señala al frente. A unos cincuenta metros de nuestra posición había otra jirafa, mucho más cerca que la anterior!!! En cualquier momento nos come un león!!! Si los Scotts no vieron esta jirafa también se les puede pasar cualquier otro animal… Esta parece más tranquila así que nos vamos a acerca lentamente por un costado. Está distraída comiendo hojas de un árbol que se resiste a secarse. De repente nos mira! Tal como nosotros analizamos lo que ella está haciendo, ella analiza nuestros movimientos. Creo que esto va a ser lo más cerca que vamos a llegar. Foto!

La jirafa de Seba

Continuamos caminando; por momentos lo hacemos raudamente, en otros de manera sigilosa para pasar desapercibidos. Lo que sí es una constante es la materia fecal de todo tamaño, color y humedad que a esta altura forma parte de la suela de nuestras zapatillas. Está por todos lados, es imposible no pisarla!!!

Siete y treinta, ya hay más claridad en el cielo y es hora de hacer una parada! Nos acabamos de detener en un claro, donde parece no haber animales en los alrededores. Los Scotts nos invitan a desayunar. Sacan de una de las mochilas galletitas saladas, queso en fetas, maní con pasas salados, tiritas de algún fiambre desecado (por lo que vimos en los supermercados parecían trocitos de jamón de distintos antílopes y cerdos) y jugos de frutas. Luego de tanta caminata y aún no haber probado bocado nos viene más que bien!



Entre galletas y juguitos sacamos un par de fotos y nos detenemos a observar una tortuga leopardo que sin temor pasa muy cerca del grupo; Young Scott parece abstraído en lo que sucede alrededor, seguramente está siguiendo algunas de sus pistas. Entre una cosa y otra pasan 15 minutos y ya no quedan rastros de los alimentos, parece que una manada arrasó con todo!!! Rápidamente juntamos los envases vacíos y continuamos caminando.

Shhhh”, Young Scott nos indica que hagamos silencio. Se escucha el ruido de ramas que se quiebran. Parece que en los alrededores hay un elefante!!! Miramos, miramos y finalmente a lo lejos logramos divisar la silueta de una gran mole grisácea con grandes colmillos blancos entre árboles que parecen secos. No es un elefante, son dos elefantes!!! Increíble!!!!

Qué es eso??? Se escuchan más ruidos, pero parecen venir de la izquierda… Otra vez tenemos que hacer silencio. En un tono muy bajo, casi cuchicheado nos indican que tenemos que caminar haciendo el menor ruido posible. Nos desplazamos sigilosamente. No puedo creerlo!!! Cuatro elefantes más, incluyendo uno pequeño!!!


Con un poco de esfuerzo van a ver los elefantes

Estos animales parecen destruir todo lo que se les pone enfrente, incluyendo los árboles que siguen crujiendo. Uno de los elefantes se apartó unos metros del grupo y entre las ramas nos mirá… es elephant mom preocupada por su cría!!! “Shhhh”; con un movimiento nos indican que nos agachemos. Nos ponemos todos juntitos y nos agachamos. Pasan los minutos, el paquidermo sigue mirando inmóvil, lo mismo hacemos nosotros. Espero que esto no se prolongue demasiado porque me empiezan a temblar las piernas por la incómoda posición en la que quedé…

No sé cuánto tiempo pasó, pero finalmente el animal pierde el interés en nosotros y retorna a sus actividades. Todo el grupo camina hacia la derecha donde estaban los otros dos, afortunadamente no vamos a morir aplastados por un elefante movido por su instinto maternal!

Seguimos caminando mientras el silencio y la inactividad dominan el lugar. Young Scott sospecha que hay algún depredador en la zona, tal vez algún león durmiendo, un leopardo o hienas… Qué miedo!!! Si bien estamos buscándolos, me daría muchísimo miedo encontrarme con alguno… Las sospechas de nuestros guías no se materializaron y apenas nos cruzamos con una púa de un puercoespín. Me llama la atención su tamaño –unos 30 cm-, hubiese sospechado que eran más pequeñas; con razón les sirve como arma de defensa. La devolvemos al piso donde pertenece; al ser un parque nacional no está permitido llevarse “souvenires”.

Si bien no vimos a ninguno de los sospechosos, escuchamos gritos de hienas –aunque no sus risas-, el rugido de un león a lo lejos, y el de un estómago humano en la cercanía… “that was your stomach?” preguntó un Scott a uno de los yankees. Insaciable!!!

Volvimos a detenernos. Vemos en el piso varios pozos de forma cónica. Young Scott se pone de rodillas en el piso y mete la mano. Comienza a sacar arena con la mano mientras nos explica que algunos animales como los elefantes hacen estos huecos en el suelo buscando agua. No terminó de decirnos esto que apareció el líquido en el fondo del pozo. Increíble pero real, parece todo tan seco y sin embargo a tan pocos centímetros del piso hay agua!!!

Old Scott mira el reloj. Hora de regresar al camión. Nos preguntan para donde creemos que tenemos que caminar. Cada uno indica un punto distinto; luego de varias horas de caminar en diferentes direcciones y con el sol escondido, es muy difícil identificar los puntos cardinales; estamos totalmente perdidos si dependemos de nosotros…

Pasamos junto a un charco de agua con tierra húmeda alrededor. Hay unas huellas. Según Young Scott pertenecen a un par de búfalos que pasaron por el lugar hace aproximadamente una hora. Comenzamos a seguirlas. Huellas, más huellas y junto a estas su bosta. Levantamos la vista y a unos 100 metros vemos un par de búfalos que nos miran. Wow!!! Estos hombres no dejan de sorprenderme!!! Adivinos o conocedores del tema??? Por lo que he visto durante la mañana opto por la segunda opción.

Menos mal que no tengo ropa roja!

Nos replegamos como hicimos antes con un guía de cada lado y nos miramos un rato con los búfalos; les sacamos fotos –apuesto que si ellos tuviesen cámaras hubiesen hecho lo mismo-. Como nadie se mueve, tomamos la delantera y comenzamos a caminar. No podemos quedarnos todo el día ahí mirándolos bajo la garúa.

Búfalos con más aumento

En un abrir y cerrar de ojos ya estamos en el camión. Parte de los asientos están empapados. Nos acomodamos de manera tal de no mojarnos. Los Scotts descargan sus carabinas y toman sus lugares. Hablan entre ellos y se ríen. El vehículo hace un movimiento brusco y… plafff. El agua que estaba acumulada en el techo cae sobre el parabrisas y Old Scott; Young Scott que es el que está frente al volante previendo la catarata se desplaza hacia atrás. Son unos payasos!!!

Volvemos hacia el portal donde nos espera nuestro chofer. Son las 9:20 hs; las 4 horas y algo que estuvimos caminando pasaron rapidísimo!!! Con todas la ropa húmeda y temblando de frío regresamos a la combi. Brrrr, está calentito!!! Nos abrochamos los cinturones de seguridad y emprendemos el regreso al Lodge donde nos espera el segundo desayuno del día!!! :-)