By Sole
Al
regresar con la combi de nuestra caminata por el Parque Kruger, nos encontramos
con una jirafa a pocos metros de la entrada del lodge!!! Toda la mañana
caminando para encontrar un animal y en el regreso, sin siquiera haberlo buscando,
tuvimos la posibilidad de ver uno a muy corta distancia!!! Debía
estar acostumbrado a los ruidos de motores porque siguió comiendo como si nadie
hubiese pasado.
Al
llegar al alojamiento hicimos un brunch y pasamos el resto de la tarde en
nuestro bush camp descansando e intentando secar la ropa. Nuestra valija era
bastante acotada, no podíamos permitirnos que las prendas quedaran con olor a
humedad ni seguir ensuciando el resto.
A las
15:30 horas nos pasaron a buscar para ir de nuevo al parque; teníamos contratado
el “Sunset safari”. Volvimos a firmar los deslindes de responsabilidades y nos
acomodamos en un open Safari vehicle de mayor tamaño que el de la mañana – de
hecho tenía capacidad para 23 personas. Este sí calificaba de camión!!!
A qué
no saben con quién nos encontramos??? Young Scott!!! Fue justamente él quien
estuvo a cargo del safari. Una vez más se volvió a presentar y esta vez
logramos entender su nombre: Evin. Coincidimos también con los dos
norteamericanos que estaban alojados en nuestro lodge; el resto del pasaje era
un mix de alemanes, suizos y más estadounidenses.
Mientras
esperábamos para salir la curiosidad hizo que levantara mi vista y me
encontrara con cientos de murciélagos colgando del techo de paja bajo el cual
estaba estacionado el camión. Esto sólo significaba algo aterrador: al
anochecer todos estos mamíferos voladores ya no iban a estar ahí quiescentes…
No es una foto de calidad pero permite ver a los temidos murciélagos... |
El día seguía cubierto, no había mejorado ni un poquito, por lo que no íbamos a tener uno de los bellos atardeceres que habíamos visto en fotos del parque. No podíamos cambiar la situación, así que nos dispusimos a disfrutar de la experiencia que teníamos por delante.
Ingresamos
al parque y tomamos uno de los caminos de ripio que estaban señalizados con el
signo de “prohibido pasar”; exclusivo para safaris a cargo de personal del
lugar. Cruzamos un badén al costado del cual había un grupo de hippos que
apenas asomaban sus ojitos y narinas del agua!!! Nuestros primeros
hipopótamos!!! Fotos, fotos, y más fotos!!!
Hippos!!! |
Al salir del badén nos encontramos con un wildebeest o ñu que estaba parado a muy pocos metros del camino. Inmóvil nos observó durante varios minutos hasta que se aburrió o se habrá dado cuenta que no éramos peligrosos, dio media vuelta y se fue caminando.
Siguieron
después grupos de cebras y de jirafas -que como de costumbre estaban comiendo-,
un par de rinocerontes en la lejanía y algunos buitres o vultures -como
los llamaban con entusiasmo los norteamericanos- en lo alto de los árboles.
Jirafa en busca de comida |
Rinos en la lejanía, juro que se ven 2!!! |
Buitre de perfil en la parte superior centro-izquierda del árbol |
Me parece haber visto un lindo elefantito... |
No pudimos retratar el momento como hubiésemos querido puesto que no había luz suficiente –se venía una noche cerrada sin estrellas- y no podíamos usar las cámaras con flash para evitar asustar a los animales. De hecho en un momento nos cruzamos con un kudu y un “infeliz” del grupo lo espantó con el flash de su mega cámara de foto. Con esto el “no flash, please” quedó bien claro.
Unos
minutos después del encuentro cercano hicimos una parada para estirar las
piernas. Ya estaba todo oscuro, por lo que antes de bajar del vehículo Evin
“scanneo” los alrededores con una gran linterna asegurándose de que no hubiese
animales en los alrededores y cargó su carabina. A pesar de esto no me sentía
muy segura. No sé si en el parque está permitido fumar o no –por el riesgo de
incendios- pero los viciosos encendieron sus puchos; cuando tuvieron suficiente
cantidad de nicotina y tóxicos en sus cuerpos seguimos viaje.
Como el
vehículo de safari no tenía luces, un pasajero de cada lado se hizo cargo de un
foco con el que debía ir iluminando los alrededores, cubriendo con el
movimiento un ángulo de 180 grados. El tercer foco estaba a cargo del
“multitasking” Evin, que lo sostenía con una mano mientras que con la otra
conducía al tiempo que con su avezada vista iba detectando animales.
Al
ratito comenzó nuevamente la acción!!! “A hyena!!!” nos indicó. Una spotted
hyena (hiena manchada) corría delante nuestro!!! Cuando pudo se internó en el
bush y la perdimos de vista. Nuestro ranger conocedor de la zona apuró la
marcha, giró en U, y tomó un sendero paralelo al que veníamos, permitiéndonos
ver una vez al animal que cruzó corriendo frente al camión. Impresionante!!! Y
esto no fue todo, aún quedaba más…
No nos
habíamos repuesto de la emoción anterior que vimos un par de elefantes del lado
izquierdo de la ruta. Una vez más estaban comiendo y se escuchaba el sonido de
la ramitas que se quebraban. Entre bocado y bocado uno quedó ubicado justo
delante nuestro bloqueando el camino en un 100%. Qué cerca que estaba ese
animal!!! Al estar parados en silencio, los sonidos de la naturaleza se
hicieron evidentes, y yo me fui poniendo algo incómoda al notar la cantidad de
murciélagos que volaban alrededor nuestro, algunos a poca distancia. Evin nos
comentó que era común la presencia de estos quirópteros sobrevolando áreas donde
habitaban animales de gran porte.
El
paquidermo piquetero no parecía tener apuro; menos aún intenciones de liberar
el camino para permitirnos el paso. Estuvimos rato largo observándolo, pero no
podíamos quedarnos a pasar la noche ahí. Avanzamos unos centímetros. No obtuvimos
respuesta. Avanzamos unos centímetros más. Está vez si hubo respuesta pero… en
lugar de correrse giró 90º y se puso frente a frente con el vehículo. Los
siguientes minutos fueron sumamente estresantes!!! Tuve la impresión de que estábamos
presenciando un desafío elefante- camión!!! Supongo que el guardaparques sabía
lo que hacía pero aún así uno nunca está completamente seguro de cómo puede
reaccionar un animal. El elefante nos miraba fijamente y no se movía. Nosotros
avanzamos unos centímetros. El seguía parado en la misma posición desafiándonos.
Se percibía la tensión en el ambiente!!!
Finalmente
la máquina ganó la batalla y el elefante se hizo a un lado sin sacarnos la
vista de encima con una amenazante cara de “ya nos vamos a volver a
encontrar…”. Respiramos aliviados cuando nos alejamos el lugar y estuvimos a
salvo de una envestida trasera!!!
Evin no
dejaba de sorprendernos!!! Con su linterna y una habilidad sobrehumana
detectaba e identificaba pequeños felinos que en mi vida había escuchado
nombrar como el genet y el civet (desconozco como se llaman en castellano) y
mucho menos había visto.
Y esto
no fue todo! Cuando ya estábamos yendo en dirección a la salida tuvimos la
oportunidad de ver tres rinocerontes, dos grande y uno pequeño, que caminaban
en fila entre los matorrales. Una vez más nos detuvimos y quedamos
observándolos en silencio. Comprobamos que la asociación entre grandes animales
y murciélagos era cierta. Otra vez parecía que nos habíamos metido en una nube
de mamíferos voladores…
No
podíamos pedir más!!! Mentira!!! Si bien podíamos pedir un león o un leopardo
por ejemplo, estábamos muy complacidos con todo lo que habíamos visto durante
la recorrida.
Cuando
llegamos a Crocodile Bridge nos reencontramos con el chofer, y Old Scott que
estaba por salir en un Night Game Drive. Para nuestra sorpresa también había un
camión con gente esperando por Evin. Nuestro día estaba terminando, pero los
game drive rangers aún tenían un par de horas más de trabajo por delante.
Cuántas horas trabajan esos hombres por día y cómo hacen para mantenerse
despiertos y atentos??? Sorprendente!!!
Volvimos
rápido hacia el lodge donde nos estaban esperando con la cena. Si bien apenas
eran pasadas las 9 de la noche, para los horarios habituales de comida del lugar
era muy tarde. No habíamos terminado de comer que ya estaban acomodando la
vajilla que ya había sido lavada y secada, y comenzando a limpiar. Movido por
este “apuro” más el cansancio que teníamos, comimos rapidito y nos fuimos a
dormir!
No hay comentarios:
Publicar un comentario