jueves, 18 de junio de 2015

Sunset Game Drive

By Sole

Al regresar con la combi de nuestra caminata por el Parque Kruger, nos encontramos con una jirafa a pocos metros de la entrada del lodge!!! Toda la mañana caminando para encontrar un animal y en el regreso, sin siquiera haberlo buscando, tuvimos la posibilidad de ver uno a muy corta distancia!!! Debía estar acostumbrado a los ruidos de motores porque siguió comiendo como si nadie hubiese pasado.

La jirafa de la casa de al lado...

Al llegar al alojamiento hicimos un brunch y pasamos el resto de la tarde en nuestro bush camp descansando e intentando secar la ropa. Nuestra valija era bastante acotada, no podíamos permitirnos que las prendas quedaran con olor a humedad ni seguir ensuciando el resto.

A las 15:30 horas nos pasaron a buscar para ir de nuevo al parque; teníamos contratado el “Sunset safari”. Volvimos a firmar los deslindes de responsabilidades y nos acomodamos en un open Safari vehicle de mayor tamaño que el de la mañana – de hecho tenía capacidad para 23 personas. Este sí calificaba de camión!!!

A qué no saben con quién nos encontramos??? Young Scott!!! Fue justamente él quien estuvo a cargo del safari. Una vez más se volvió a presentar y esta vez logramos entender su nombre: Evin. Coincidimos también con los dos norteamericanos que estaban alojados en nuestro lodge; el resto del pasaje era un mix de alemanes, suizos y más estadounidenses.

Mientras esperábamos para salir la curiosidad hizo que levantara mi vista y me encontrara con cientos de murciélagos colgando del techo de paja bajo el cual estaba estacionado el camión. Esto sólo significaba algo aterrador: al anochecer todos estos mamíferos voladores ya no iban a estar ahí quiescentes…


No es una foto de calidad pero permite ver a los temidos murciélagos...

El día seguía cubierto, no había mejorado ni un poquito, por lo que no íbamos a tener uno de los bellos atardeceres que habíamos visto en fotos del parque. No podíamos cambiar la situación, así que nos dispusimos a disfrutar de la experiencia que teníamos por delante.

Ingresamos al parque y tomamos uno de los caminos de ripio que estaban señalizados con el signo de “prohibido pasar”; exclusivo para safaris a cargo de personal del lugar. Cruzamos un badén al costado del cual había un grupo de hippos que apenas asomaban sus ojitos y narinas del agua!!! Nuestros primeros hipopótamos!!! Fotos, fotos, y más fotos!!!


Hippos!!!

Al salir del badén nos encontramos con un wildebeest o ñu que estaba parado a muy pocos metros del camino. Inmóvil nos observó durante varios minutos hasta que se aburrió o se habrá dado cuenta que no éramos peligrosos, dio media vuelta y se fue caminando.


Un wildebeest como lo de los documentales!!!

Siguieron después grupos de cebras y de jirafas -que como de costumbre estaban comiendo-, un par de rinocerontes en la lejanía y algunos buitres o vultures -como los llamaban con entusiasmo los norteamericanos- en lo alto de los árboles.


Jirafa en busca de comida

Rinos en la lejanía, juro que se ven 2!!!

Buitre de perfil en la parte superior centro-izquierda del árbol


La acción comenzó al anochecer cuando pasamos junto a un par de elefantes que estaban pegaditos al camino. Uno de los dos dejó de comer y se paró a poco más de un metro del camión. Nos miró fijamente exhibiendo sus grandes  colmillos blancos e hizo un sonido que personalmente me dio miedo!!! Acá nos embiste y volcamos, pensé. Por suerte el encuentro no pasó de esto, se dio media vuelta y volvió a pelear/ comerse un pobre árbol. Los elefantes son sumamente dañinos y suelen destruir todo lo que se les cruza en su camino. En algunos sectores del Kruger como en otros parques africanos el aumento de la población de estos paquidermos representa una amenaza para el ecosistema por la gran destrucción de árboles y plantas que dejan a su paso. Los otros que también sufren la consecuencia de su paso son los agricultores con la pérdida de sus cultivos y en algunos casos hasta de los productos acopiados en graneros.


Me parece haber visto un lindo elefantito...

No pudimos retratar el momento como hubiésemos querido puesto que no había luz suficiente –se venía una noche cerrada sin estrellas- y no podíamos usar las cámaras con flash para evitar asustar a los animales. De hecho en un momento nos cruzamos con un kudu y un “infeliz” del grupo lo espantó con el flash de su mega cámara de foto. Con esto el “no flash, please” quedó bien claro.

Unos minutos después del encuentro cercano hicimos una parada para estirar las piernas. Ya estaba todo oscuro, por lo que antes de bajar del vehículo Evin “scanneo” los alrededores con una gran linterna asegurándose de que no hubiese animales en los alrededores y cargó su carabina. A pesar de esto no me sentía muy segura. No sé si en el parque está permitido fumar o no –por el riesgo de incendios- pero los viciosos encendieron sus puchos; cuando tuvieron suficiente cantidad de nicotina y tóxicos en sus cuerpos seguimos viaje.

Como el vehículo de safari no tenía luces, un pasajero de cada lado se hizo cargo de un foco con el que debía ir iluminando los alrededores, cubriendo con el movimiento un ángulo de 180 grados. El tercer foco estaba a cargo del “multitasking” Evin, que lo sostenía con una mano mientras que con la otra conducía al tiempo que con su avezada vista iba detectando animales.

Al ratito comenzó nuevamente la acción!!! “A hyena!!!” nos indicó. Una spotted hyena (hiena manchada) corría delante nuestro!!! Cuando pudo se internó en el bush y la perdimos de vista. Nuestro ranger conocedor de la zona apuró la marcha, giró en U, y tomó un sendero paralelo al que veníamos, permitiéndonos ver una vez al animal que cruzó corriendo frente al camión. Impresionante!!! Y esto no fue todo, aún quedaba más…

No nos habíamos repuesto de la emoción anterior que vimos un par de elefantes del lado izquierdo de la ruta. Una vez más estaban comiendo y se escuchaba el sonido de la ramitas que se quebraban. Entre bocado y bocado uno quedó ubicado justo delante nuestro bloqueando el camino en un 100%. Qué cerca que estaba ese animal!!! Al estar parados en silencio, los sonidos de la naturaleza se hicieron evidentes, y yo me fui poniendo algo incómoda al notar la cantidad de murciélagos que volaban alrededor nuestro, algunos a poca distancia. Evin nos comentó que era común la presencia de estos quirópteros sobrevolando áreas donde habitaban animales de gran porte.


Piquete!!!

El paquidermo piquetero no parecía tener apuro; menos aún intenciones de liberar el camino para permitirnos el paso. Estuvimos rato largo observándolo, pero no podíamos quedarnos a pasar la noche ahí. Avanzamos unos centímetros. No obtuvimos respuesta. Avanzamos unos centímetros más. Está vez si hubo respuesta pero… en lugar de correrse giró 90º y se puso frente a frente con el vehículo. Los siguientes minutos fueron sumamente estresantes!!! Tuve la impresión de que estábamos presenciando un desafío elefante- camión!!! Supongo que el guardaparques sabía lo que hacía pero aún así uno nunca está completamente seguro de cómo puede reaccionar un animal. El elefante nos miraba fijamente y no se movía. Nosotros avanzamos unos centímetros. El seguía parado en la misma posición desafiándonos. Se percibía la tensión en el ambiente!!!

Finalmente la máquina ganó la batalla y el elefante se hizo a un lado sin sacarnos la vista de encima con una amenazante cara de “ya nos vamos a volver a encontrar…”. Respiramos aliviados cuando nos alejamos el lugar y estuvimos a salvo de una envestida trasera!!!

Evin no dejaba de sorprendernos!!! Con su linterna y una habilidad sobrehumana detectaba e identificaba pequeños felinos que en mi vida había escuchado nombrar como el genet y el civet (desconozco como se llaman en castellano) y mucho menos había visto.
Y esto no fue todo! Cuando ya estábamos yendo en dirección a la salida tuvimos la oportunidad de ver tres rinocerontes, dos grande y uno pequeño, que caminaban en fila entre los matorrales. Una vez más nos detuvimos y quedamos observándolos en silencio. Comprobamos que la asociación entre grandes animales y murciélagos era cierta. Otra vez parecía que nos habíamos metido en una nube de mamíferos voladores…

No podíamos pedir más!!! Mentira!!! Si bien podíamos pedir un león o un leopardo por ejemplo, estábamos muy complacidos con todo lo que habíamos visto durante la recorrida.

Cuando llegamos a Crocodile Bridge nos reencontramos con el chofer, y Old Scott que estaba por salir en un Night Game Drive. Para nuestra sorpresa también había un camión con gente esperando por Evin. Nuestro día estaba terminando, pero los game drive rangers aún tenían un par de horas más de trabajo por delante. Cuántas horas trabajan esos hombres por día y cómo hacen para mantenerse despiertos y atentos??? Sorprendente!!!

Volvimos rápido hacia el lodge donde nos estaban esperando con la cena. Si bien apenas eran pasadas las 9 de la noche, para los horarios habituales de comida del lugar era muy tarde. No habíamos terminado de comer que ya estaban acomodando la vajilla que ya había sido lavada y secada, y comenzando a limpiar. Movido por este “apuro” más el cansancio que teníamos, comimos rapidito y nos fuimos a dormir!

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