martes, 30 de abril de 2013

Salzburgo - De la Novicia Rebelde al Café Tomaselli

By Sole


No impresionaba que el tiempo fuese a mejorar a la tarde. No nos quedó otra que salir a  pasear bajo la lluvia con el paraguas.
Dimos una vuelta por Getreidegasse, la calle comercial donde están todos los locales de ropa y el Mc Donalds. Buscando la casa natal de Mozart descubrimos que previamente la habíamos pasado por alto, porque a nivel de la calle ahí hay un supermercado Spar!

Siguiendo el recorrido de la Novicia Rebelde, pasamos por:
  • Cementerio de St. Peter (Petersfriedhof), que se encuentra junto a una capilla en el centro de la ciudad. Aparentemente ahí se filmaron las escenas de la huida de los von Trapp cuando los perseguían los nazis.
  • Plaza y fuente de la Residencia: María, Julie Andrews, la atraviesa en bus cuando va de la abadía de Nonnberg a la villa Trapp, y canta “I have confidence en me”. Según se cuenta, la Maria van Trapp original actuó de extra en esta escena de la película.
  • Abadía benedictina de Nonnberg: el lugar donde Maria canta justamente “Maria”. Sólo vimos la parte exterior, desde donde se veía un pequeño cementerio antes de la entrada a la capilla.
Plaza y fuente de la Residencia
Y culminamos el recorrido en el Museo Panorama donde había una exposición sobre los  von Trapp. Cuenta la historia de la familia y las obras de teatro y películas que se hicieron basadas en esta. Hay algunas fotos y objetos que pertenecieron a la familia. Pero… cuando llega al tema de la película americana que todos conocemos, sólo hay un cartel que dice que por los derechos de autor no pueden mostrar escenas, fotos ni nada relacionado con la misma! Un final un tanto decepcionante. En definitivas, nos enteramos que la familia existió, que parte de la historia es real, que se fueron exiliados a Estados Unidos y que recorrieron el mundo cantando.
Un detalle que me asombró bastante fue que al entrar al museo había paragüeros sin ninguna medida de seguridad donde simplemente uno dejaba el paraguas apoyado. Ya pensando en lo que me iba a mojar cuando saliese y el pequeño no estuviera ahí, lo dejé como cualquier persona civilizada. Increíblemente cuando salimos el paraguas estaba ahí esperándonos!!! Qué lejos que estamos…

En tanto, se había hecho la hora de la merienda. Estábamos un poco mojados y tiritando del frío, mmm, "que bien nos vendría algo calentito" dijimos…

Entramos en el Café Tomaselli, sería la versión local del Tortoni de Buenos Aires. Al leer un poco sobre el lugar descubrimos que el café fundado en el año 1705, momento desde el cual están abiertas sus puertas, y que entre sus habitués estuvo el mismísimo Wolfgang Amadeus Mozart y posteriormente su viuda Konstanze con su segunda marido.
Qué alivio que sentimos al ingresar a este lugar. Tenía una decoración clásica, con mesas y sillas de madera, y elegantes lámparas colgando del techo. Una vez más arriesgamos el paraguas a su suerte dejándolo en el paragüero de la entrada; mucho más riesgoso que el museo puesto que el café estaba atestado de gente y varios debían ser turistas.

Interior del Cafe Tomaselli
Conseguimos una mesa en la planta superior. Enseguida vino el mozo con la carta, pedimos un café y un té con limón, the five o’clock tea. Pedimos una porción de torta, con lo que llamó a una señora que iba mesa por mesa con una gran bandeja con diferentes tortas cortadas en porciones. Elegimos una bañada en chocolate, que no impresionaba tener crema en su interior a diferencia del resto; no me gustan las tortas con crema! Le pagamos los E 3,5. Parecía como un servicio adicional donde la señora vendía sus propias tortas.
Entre el té y el frío, la vejiga comenzó a llamar. Jajja, seguimos con el tema de los baños!!! Una obsesión durante el viaje!!! Cuando me estoy lavando las manos veo que hay un cartel en inglés frente a la pileta que dice que el servicio tenía un costo de E 0,50, que había que pagarle a una señora que cuidaba el baño. Mmm, otro servicio concesionado???? La señora de las tortas, la señora del baño, ya no se qué otra señora podía aparecer!!! En ese momento no tenía ni una mísera moneda en los bolsillos del pantalón y la cartera había quedado con Seba. Del lado de afuera se veían los piecitos de la cobradora del baño. Si ya estoy pagando el servicio del lugar, y créanme que no fue un café barato, encima tengo que pagar por hacer pis ???? Me quedé esperando unos minutos, a ver si la señora se movía de su puesto. No bien se paró, salí raudamente hacia mi mesa.
Habiendo merendado y recuperado el paraguas del paragüero, volvimos bajo la lluvia al hotel. Teníamos los zapatos, las medias, los pantalones empapados y las camperas mojadas. La habitación parecía una toldería, ropa colgada de todos lados, calefacción, secador de cabello a full, todo en un casi fallido intento de secado!!!
Luego de un rato tomamos coraje, nos volvimos a poner parte de la ropa mojada y nos fuimos a cenar. El lugar elegido fue un restaurante con un aspecto muy alemán. Con mesas y bancos de madera, manteles cuadriculados y mucha gente tomando grandes porrones de cerveza. Gracias a la memoria de Seba puedo contarles que el lugar se llamaba "Zipfer Bierhaus", una cervecería relativamente jóven (inaugurada en 1977) establecida en un edificio del 1300.
Seba haciendo honor al lugar pidió salchichas alemanas envueltas en un embutido, acompañado de papas fritas, y una ensalada con lechuga, chucrut, papas y pepinos en vinagre. Desde ya que fue acompañado por un tarro gigante de cerveza. Lo mío fue un poco más discreto, una simple ensalada con pavo, lechuga, repollo y papa.

El  platito de Seba

Mientras caminábamos de regreso por la calle, tenía que ir censurando a Seba que iba diciéndole a la gente “gorden salchichen”, y agregando a lo que decía la terminación “en” a todas las palabras.
Volvimos rápidamente al hotel a secarnos y abrigarnos. Al día siguiente teníamos que madrugar para tomar el tren!

Salzburgo - Mañana de shopping

By Sole

El día siguiente amaneció nublado y fresco. Nos abrigamos y paraguas en mano salimos. Decidimos que no íbamos a desayunar en el hotel; el precio del desayuno, que no estaba incluido en la tarifa de la habitación nos pareció excesivo, E11 por persona! Caímos en el siempre salvador, Mc Donalds. Había gran variedad de opciones, desde huevos revueltos hasta alguna bollería. Elegimos el menú que traía café, 2 panes, mermelada y manteca. Fue un desayuno generoso, ya que los panes eran bastante grandes. Por E6 desayunamos los dos. Los baños del local eran pagos, no importa si habías consumido algo ahí o no, en la puerta había un molinete en el que había que poner E 0,50.

McDonalds de Getreidegasse

Cuando salimos ya caían algunas gotas, así que nos metimos en H&M y Zara. Aún en Austria, el precio de la ropa en estas cadenas multinacionales era inferior al de Buenos Aires. En cada uno de los locales de Zara vimos un piloto de lluvia que Seba me había comprado en Buenos Aires, un 15% menos que lo que él lo había pagado. Quieran aceptarlo o no, vivimos para la mierda, con precios más altos que los del primer mundo (salvo transporte, que viajamos para la mierda, pero a menor costo).
Compramos un par de prendas en ambos negocios y seguimos con nuestra visita obligada al supermercado. Quedé maravillada!!! La variedad y calidad de productos me dejó boquiabierta! Sé que suena raro, que sólo estoy hablando de un supermercado, pero quedé perdidamente enamorada de él. Gran cantidad y variedad de vegetales, fiambres, embutidos, carnes y lácteos. Unos quesos con aspecto divino, mucho más baratos de lo que los pagamos acá! También había un sector con sándwiches, ensaladas y frutas cortadas para comer on the go.
Pero donde más tiempo estuvimos fue en las góndolas de galletitas, chocolates y frutas secas. Después de ver eso casi me quedo a vivir en Salzburgo!!! Ahí encontramos los chocolates Lindt más baratos que vi en mi vida!!! Chocolate nougat, chocolate con avellanas, chocolates amargos con distinto porcentaje de cacao, etc. También me sorprendió la variedad de chocolates Milka. Está de más decir que pusimos varias tabletas en la canasta! No compramos más porque teníamos un viaje en una low cost antes de regresar y no queríamos pagar exceso de equipaje!!!!

Pequeño sector de la deliciosa góndola del supermercado

Además de chocolates, compramos unos sándwiches para el almuerzo y regresamos al hotel donde almorzamos. 

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lunes, 29 de abril de 2013

Salzburgo - Jardines de Mirabell y Getreidegasse

By Sole

El siguiente destino: Mirabellgarten o los jardínes de Mirabell. Aunque este nombre no diga absolutamente nada, es un lugar super conocido. Quién no ha escuchado hablar alguna vez de la Novicia Rebelde??? O tal vez para los angloparlantes de la película “The sound of music”??? Salzburgo con sus encantadores jardines y castillos fue el escenario perfecto para esta película. Mirabell Garden es justamente donde Maria canta junto a los niños “Do, re, mi”.
Doe, a deer, a female deer
Ray, a drop of golden sun
Me, a name I call myself
Far, a long, long way to run
Sew, a needle pulling thread
La, a note to follow Sew
Tea, a drink with jam and bread
That will bring us back to Do (oh-oh-oh)

Confesaré que antes de viajar vimos "The Sound of Music" en inglés (el subtitulado en castellano se perdió en algún lado); vimos es una forma de decir, yo la vi entera, Seba abandonó a la mitad. Si justamente esa ciudad era conocida por la película quería identificar los lugares donde se habían filmado las principales escenas.

Volviendo a Mirabell, los jardines están super cuidados, con el césped corto, las flores colocadas concienzudamente en determinada forma y las fuentes en perfecto estado de conservación. Sospecharía que es uno de los lugares de Salzburgo que más gente atrae por su belleza, su historia y sobre todo por la gratuidad del paseo.  Como no podía ser de otra manera, cuando fuimos había un tour de turistas orientales!!! Además de atropellarnos, pisaban el pasto para sacarse fotos!!!! Imperdonable!!! Venían con sus grandes bolsas, de locales de primeras marcas, tiraban todo en un sector del pasto, y corrían por la alfombra vegetal verde al lugar que consideraban más adecuado para fotografiarse. Me resultó chocante y una falta total de ciudado del lugar. Saca todas las fotos que quieras, pero no pises el cesped!!!

Jardines de Mirabell

Al cruzar el Markasteg, uno de los puentes sobre el río Salzach, volvimos a observar los candados, pero esta vez en mucha mayor cantidad. Cuanto amor sobre un solo puente! Sin dejar ningún candado, lo cruzamos y nos dispusimos a recorrer un poco más de esta bella ciudad.

Promesas de amor en Markasteg

Obviamente, existe una zona comercial con todos los locales de ropa que uno pueden encontrar en cualquier lugar, desde Zara, pasando por Lacoste hasta Gucci. Un aspecto distintivo de los negocios de la calle Getreidegasse es que no tenían marquesinas, sino que tenían en sus puertas pequeños carteles, que colgaban de una estructura metálica, conservando la estética del lugar. Me pareció un lindo detalle.

Getreidegasse
También estaban los clásicos negocios de souvenirs, que en esta ciudad sumaba los bombones Mirabell Mozartkugeln. Cualquier que haya tenido un familiar o amigo que haya viajado a Austria, seguramente probó uno; son unas bolitas que si uno las corta al medio tiene un centro de pasta verde, sigue una capa blanca y por fuera chocolate. Habiéndolos probado, ni me acerqué a ellos! Personalmente, no me gustan! Y siendo Salzburgo la ciudad natal de Mozart, la mitad de los llaveros, imanes, tazas, etc, etc, etc, llevaban su nombre o su cara.
Luego de haber caminado toda la tarde sin probar bocado, terminamos en un pequeño restaurante comiendo pizza, Seba con Jamón y yo una clásica Margheritta. 

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domingo, 28 de abril de 2013

Salzburgo - Primera impresión y Fortress Hohensalzburg

By Sole

Mayo 2012

Bajados del tren, pusimos los pies en el primer mundo! Fue recién en esta ciudad donde sentí una clara diferencia entre las cosas a las que estoy acostumbrada y las cosas como realmente deberían ser.
Salimos de la estación y rápidamente encontramos la parada de varias líneas de colectivos. Sacamos los boletos en una máquina electrónica de expendio. Fue uno de los pasajes de corta distancia más caros que pagamos, E 1,9 cada uno. En las paradas de bus había grandes grillas con los horarios en las que pasaba el colectivo! Y lo que es más increíble aún es que se cumplía!!!! También había carteles electrónicos que indicaban a qué hora iba a hacer su aparición el próximo!!!
El viaje fue super tranquilo, sin aceleraciones ni frenadas bruscas, sin pasar semáforos en rojo, sin insultos, algo difícil de creer. Pero lo que me llamó aún más la atención fue ver que una vez que bajamos, cuando tuvimos que cruzar la calle que nos separaba del hotel, los conductores al vernos parados frente a la senda peatonal frenaban para que cruzáramos. Y no fue un hecho aislado, cada vez que cruzamos la calle pasó lo mismo.
Dejamos las valijas en el hotel, el Star Inn Hotel Zentrum; no me voy a explayar en este tema porque ya hice mis comentarios en tripadvisor. Habíamos leído que había pronóstico de lluvia para el día siguiente, así que teníamos que recorrer lo máximo posible esa misma tarde. Al momento de nuestra llegada el día estaba espectacular, despejado, con sol y una temperatura que debía pasar los 25ºC, bastante más de lo que esperábamos encontrar ahí por la época del año. Nos pusimos ropa más cómoda y partimos!

La urbe está dividida en dos por el río Salzach, sobre el que hay varios puentes. El otro accidente geográfico que llama la atención son dos elevaciones pétreas, el Kapuzinerberg y el Mönchsberg. Nuestro hotel estaba pasando esta última elevación, en la parte inferior de la cual existe un túnel con un sector vehicular y un sector peatonal que comunica a la ciudad a ambos lados de la misma. Cada vez que queríamos ir a algún sitio teníamos que atravesar el túnel.

Tunel peatonal que atraviesa Mönchsberg

Esa tarde visitamos Fortress Hohensalzburg, una fortaleza antiquísima construida en una zona alta de la ciudad. De hecho para acceder a la misma había un funicular o mis amigas las escaleras. No hace falta decir por dónde subimos.

Fortress Hohensalzburg

Esta fortaleza fue construida en el año 1077 por el Arzobispo Gebhard y ampliada durante el arzobispado de Leonhard von Keutschach (1459-1519); es la mayor de Centroeuropa conservada en su totalidad. Durante muchos años tuvo una función defensiva por su ubicación estratégica, además de ser  residencia temporal para los príncipe-arzobispos, cuartel y cárcel. Digamos que se fue adaptando a los tiempos. Pagamos las entradas de E 7,8 (qué no incluía el ascenso en funicular) e ingresamos.


Algunos sectores los recorrimos sólos, y otros guiados por una audioguía incluida en el precio de la entrada, que contaba la historia del lugar, las funciones que cumplió y como fue ampliándose. El recorrido culminaba en un museo cuya colección incluía armamento y trajes militares utilizados en la primera guerra mundial.

Pero realmente lo más lindo del lugar es la vista panorámica de la ciudad hacia un lado y los Alpes hacia otro. Vale la pena visitarlo tan sólo para ir a sacar una foto desde las terrazas o el mirador. Bellísimo.


Salzburgo desde la fortaleza



domingo, 21 de abril de 2013

Budapest- Salzburgo

By Sole

Mayo 2012

Nos levantamos, y valijas en mano partimos del departamento. Tomamos el metro hasta Kepeti pályaudvar o simplemente Keleti pú.
Llegamos con un rato de anticipación, lo que nos dio tiempo a desayunar en la misma estación. Café de parados con unos productos de bollería no muy felices.
Esta vez no nos costó nada encontrar el tren! Fue muy grato descubrir que íbamos a viajar en un tren del primer mundo! El "OBB railjet 62 Budapest-Kepeti – Salzburg Hbf". Sin dificultad encontramos nuestros asientos y dejamos las valijas en uno de los espacios destinados para tal fin. Poco a poco fueron subiendo el resto de los pasajeros, y justo a horario, partió!
Era un tren de alta velocidad, con una pantalla que iba mostrando un mapa con el recorrido y la velocidad del mismo; por momentos estuvimos en 200 km/hr. Salvo por lo que indicaba la pantalla, nada nos hubiese dado el indicio de ir a esa velocidad, ya que era bastante silencioso y no había grandes movimientos o sacudidas como se suele sentir en los trenes habituales.
Paramos en varias estaciones intermedias, en las que subieron y bajaron personas, renovándose parcialmente el pasaje. Por la ventana se veían campos verdes, intercalados con pequeños poblados. Pasamos por Viena, donde apenas permanecimos unos minutos en la estación, uno de los lugares donde más movimiento de pasajeros hubo. Terminamos justísimo a horario en la estación de Salzburgo, nuestro próximo destino.
Fue tan tranquilo y civilizado el viaje que no hay mucho que contar al respecto. Llama la atención como estos trenes pueden recorrer distancias tan largas y llegar a horario a destino, a lo sumo con 3 minutos de retraso. Acá, acostumbrados a la incertidumbre de no saber a qué hora pasará el tren, si no fue cancelado y nunca pasará, y todo tipo de variantes, nos parece algo imposible.

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jueves, 18 de abril de 2013

Budapest - Recorriendo Pest

By Sole

Volvimos caminando hacia la zona de Déak tér por otras calles mucho más tranquilas y sin tantos negocios. Nuestro siguiente destino: Línea 1 del metro. Queríamos viajar en la segunda línea de metro más antigua de Europa, la cual aún conserva vagones y estaciones antiguas. Fue inaugurada en 1896, y declarada Patrimonio de la Humanidad en 2002. Es un lugar muy pintoresco, cuyas estaciones me recordaron a la línea A de Buenos Aires, pero con los andenes muchísimo más cortos, con una longitud 2 o 3 vagones. Cada 2 minutos con reloj el subte hacía su presencia, increíble para alguien del quinto mundo!
Bajamos en Hösök tere, frente a la Plaza de los Héroes. Es una gran plaza de cemento que tiene un monumento con las estatuas de los líderes de las siete tribus Magiares fundadoras de Hungría. En el monumento central que tenía varias figuras humanas a caballo, había varios niños algunos trepando hacia ahí y otros jugando. En uno de los extremos de la plaza había un grupo de jóvenes que practicaban una coreografía. Como pudimos fuimos esquivando gente con la intención de sacar algunas fotos, lo más despejadas de seres humanos posible.



Luego de atravesar la plaza llegamos a un lugar muy bonito, el Parque de la ciudad o municipal, según distintas guías. Aquí si estaba el verde!!! Era un gran parque con un lago artificial, donde se podía pasear en botes de alquiler (como en el Rosedal), estatuas y hasta un castillo. Un lugar muy tranquilo y ameno para sentarse a disfrutar del paisaje,  leer un libro o simplemente descansar.
Habíamos leído que en el centro del parque estaba el Balneario de Széchenyi, uno de los recintos termales más grandes de Europa. Simplemente lo bordeamos, no habíamos llevado los trajes de baño. Estaba muy bien preservada la intimidad de los bañistas, y del exterior no se veía absolutamente nada. Existen varios baños terminales distribuidos en la ciudad, una de las grandes atracciones según las guías.
Cuando estábamos por este sector del parque nos llamó la atención un grupo de españoles, hinchas del Athletic de Bilbao, que se dirigían a estos baños. Esa semana dicho equipo había jugado con el Atlético de Madrid en Bucarest la final de la UEFA Europe League. Dijimos, qué raro! esta gente debe estar haciendo un viaje lechero pasando por varias ciudades en el regreso a su país. Días después nos enteramos que había habido un grupo de hinchas que habían confundido su destino, y habían viajado a Budapest en lugar de ir a Bucarest. Sin palabras!



Tomamos un poco de agua de uno de los bebederos, descansamos un ratito, y emprendimos el retorno a piedi. Volvimos a pasar por la Plaza de los Héroes, y de ahí tomamos la avenida Andrássy desde su nacimiento, una calle ancha, con un boulevard central, con sectores con pasto y bancos para sentarse. Si en Váci Utca estaban los locales de ropa accesibles, acá se podría decir que estaban los inaccesibles!!! Gucci, Dolce & Gabbana, Armani, Luis Vuitton, etc.



Caminamos por otras calles que no recuerdo, y previo pasaje por el supermercado volvimos al departamento a merendar. Dimos unas volteretas más por la calle y fuimos a cenar al mismo restaurante de la noche anterior.
El asunto de la elección de la comida estuvo complicado. Seba siempre encontraba algún animalito que se posase en su plato! El problema lo tenía yo! Ya me estaban por salir plumas de comer tanto pollo!!! Le di vueltas de adelante para atrás y de atrás para adelante al menú. Esto no, estoy tampoco, esto tampoco…
Crease o no terminé comiendo una milanesa con puré de papas en Budapest!!! Nunca se me hubiese ocurrido que existieran las milanesas en esos lejanos lugares del mundo!!! Seba opto por un pobre chanchito.

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lunes, 15 de abril de 2013

Budapest - Recorriendo Buda

By Sole

Mayo 2012

Otro largo día nos esperaba. Salimos tempranito del departamento sin siquiera desayunar. Caminamos algunas cuadras hasta que encontramos un Starbucks, frente a la Basílica de San Esteban, la más grande de Hungría. Habíamos pasado por ahí la noche anterior pero el panorama era completamente diferente, apenas quedaban rastros de los grupos de personas que estaban sentadas en las escalinatas de la iglesia y en las mesas de los bares aledaño y bancos públicos, hablando y tomando bebidas alcohólicas como si se tratase de un after office. El lugar estaba desierto.
Compramos cafés y muffins, y nos sentamos en una de las mesas exteriores; un lugar muy agradable. Sin mucho apuro desayunamos.
Saciados, emprendimos el paseo del día. Comenzamos a recorrer y descubrir las pintorescas calles de la ciudad, y sus souvenirs. Sin dudas, Budapest tenía los souvenirs más lindos que habíamos visto hasta el momento, y de los que vimos posteriormente. Iban más allá de los llaveros, imanes, postales, tazas y remeras con la impresión del nombre de la ciudad. Además de estos objetos, había muñecos, rompecabezas de madera con formas de animales, parejas de húngaros en madera pintada con función de salero y pimentero, o sacacorchos, disfraces para niños, copias de gorros rusos y de máscaras anti-gas, manteles bordados, posafuentes, paneras de tela, mamushkas, y la infaltable paprika en su variedad común y picante. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo para no comprarnos toooodo!!! De más está decir que las máscaras anti-gas le resultaron particularmente interesantes a Seba, que estuvo evaluando comprar una; la cordura finalmente llegó y la compra no se concretó.
Las calles nos fueron conduciendo nuevamente hacia Buda, pasando por el Puente de las Cadenas. Comenzaríamos por la ciudad señorial, sobreelevada. Al igual que en Zagreb existe una especie de funicular para hacer el ascenso; no estaba funcionando en ese momento. Hicimos lo que íbamos a hacer desde un primer momento: subir caminando!!! Una serie de escalinatas nos llevaron hacia lo alto de la ciudad. Como pudimos recorrimos los alrededores del Castillo de Buda. En ese momento había un acto con mucha gente de  seguridad, que limitaban el acceso a determinados sectores, e impedían el ingreso de autos; tal vez por eso mismo no estaba funcionando el funicular. Sin mucho para ver, y sin interés de tener algún altercado con la policía húngara, enfilamos hacia el Bastión de los Pescadores, un mirador situado en la colina de Buda, en la orilla oeste del Danubio, desde la que se tiene una imagen espectacular de Pest. En parte del mismo funcionaba un restaurante, y en la parte superior había un mirador con un costo de acceso de 660 ft. Al igual que la mayor parte de la gente, visitamos la parte gratuita. Cerca de este había un par de músicos tocando, delante de los cuales bailaban 2 japoneses; sin palabras.



Seguimos recorriendo las calles circundantes, metiéndonos en cuanta tienda se cruzó a nuestro paso y sacando fotos. En este sector había varias casas medievales, que aún conservaban al menos el aspecto exterior original.
Toda esta parte de la ciudad estaba atestada de grupos de turistas, sin faltar la manada de orientales que tenían incrustadas grandes cámaras de fotos en su pecho.
Entre una cosa y otra se fue haciendo el mediodía. Volvimos a Pest, y nos dirigimos hacia el parlamento para verlo desde más cerca. Luego de tomar las fotos pertinentes, pasamos por una exposición de ambulancias de distintas épocas emplazada en la plaza frente al gran edificio parlamentario. Cuantas historias, vidas y muertes habrá ligadas a todos esos vehículos. No pude evitar que ese pensamiento pasara por mi cabeza, sobre todo con los modelos más antiguos.

Ambulancias húngaras de todos los tiempos


Con un “vamos???”, volvía a la realidad. Caminamos por vaya a saber uno que calles, hasta terminar en Váci Utca, la calle comercial más famosa de Budapest, asiento de famosas tiendas de ropa (no podía faltar un Zara y un H&M, además de un C&A entre otros), negocios de venta de souvenirs, y restaurantes con mesas en la ancha calle peatonal. Desembocamos en el Mercado Central.
Habíamos leído que el mercado, más allá de tener verdulerías, carnicerías, fiambrerías y  panaderías, tenía algunos locales que vendían alimentos listos para consumir a precios muy accesibles. En la planta baja encontramos los puestos de alimentos frescos, con productos tan lindos y frescos como los que habíamos visto en los otros mercados. En el primer piso, la mayor parte estaba ocupada por puestos que vendían souvenirs, y sólo un pequeño sector vendía comida típica; el lugar para sentarse era prácticamente inexistente, las pocas plazas que había estaban ocupadas y los precios no diferían mucho de los que habíamos visto en los restaurantes. Necesitábamos sentarnos, y hacer una parada sanitaria, no nos resultó muy atractiva la idea de comer parados haciendo malabares en el aire con un plato de alimento.



Cruzamos la calle y si bien hasta el momento habíamos evitado las cadenas de hamburguesas, entramos en el Burger King. Elegimos el menú de sándwich con pollo grillado, papas fritas y gaseosa light. Luego de caminar tanto y estar expuestos a la temperatura que iba incrementándose, resultaron muy placenteros los alimentos, las gaseosas frías, el aire acondicionado y el baño del local. Nos quedamos un rato, hasta recuperar energías; el plan era seguir caminando durante toda la tarde.

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jueves, 11 de abril de 2013

Budapest - Primera impresión

By Sole

Mayo 2012

Luego del memorable viaje llegamos a la estación de tren de Deli pályaudvar o Deli pú, en el lado oeste del Río Danubio. Rápidamente perdimos de vista a nuestras compañeras de camarote, con las que no habíamos intercambiado palabras durante las casi 6 horas que duró la tortura.

Fuimos hacia las ventanillas del metro a comprar tickets, sacamos 2 de 320 florines (ft) cada uno; si uno tenía que hacer transbordo con otra línea de metro el precio ascendía a 490 Ft. Bajamos en Deák tér, el punto de confluencia de las 3 líneas de metro. Sin ser la excepción, la plaza en la que estaba la salida y calles aledañas tenía un poco de “zona de estación” como en Buenos Aires (gente con mal aspecto, suciedad, y según algunos blogs que leímos, mayor delincuencia que en otras partes de la ciudad). Rápidamente salimos con las valijas, cruzamos la plaza, y gracias a la orientación de Seba, no sé qué haría sin él, caminamos algunas cuadras y llegamos al departamento que teníamos reservado.

Los departamentos se llamaban Inner City Aparments. Por lo menos el que nos tocó en suerte, era un estudio moderno, amplio, luminoso, que hasta tenía lavarropas. Luego de estar viajando 10 días, no tengan dudas que lo utilizamos! El lavado de ropas ya estaba en los planes desde el momento en que hicimos la reserva del lugar y consecuentemente hasta habíamos llevado jabón en polvo. Mmm, creo que este detalle pone una vez más en evidencia nuestros rasgos obsesivos...

Un rato después ya estábamos recorriendo las calles de la ciudad. Es importante aclarar que la ciudad esta divida en 2 por el Danubio, Buda de un lado y Pest del otro (dónde estábamos nosotros). Caminamos varias cuadras, apreciando la belleza del lugar, las ornamentaciones y detalles del los edificios, que le deban un aire señorial. Contrastaban  mucho de lo que habíamos visto los últimos 2 días en Zagreb.
Finalmente llegamos al puente de las cadenas, el más antiguo y conocido de los que conectan las 2 partes de la ciudad. Cuenta la historia que durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes volaron todos los puentes, por lo que tuvieron que ser reconstruidos. Este puente nuevo se inauguró en 1949, 100 años después del primero. En algunas de las cadenas que conforman la estructura se pueden ver candados con inscripciones, puestos por los enamorados como símbolo de su amor. Es algo que vimos que se repetía en todos los puentes de Europa. En la mayoría de ellos cada tanto el gobierno municipal los saca evitar la sobrecarga del puente, por el peso de los mismos; no creo que los candaditos afectasen tanto esa gran estructura, pero quien sabe…



Una vez del otro lado del puente, fuimos caminando por una especie de costanera que iba bordeando el río. Desde ahí tuvimos una maravillosa vista del atardecer sobre el edificio del parlamento, que majestuoso se erguía en la costa opuesta, y el resto de las edificaciones. Bello, bello, bello.
A esa hora, digamos que serían las 19 hs, había bastante gente andando en bicicleta y corriendo al lado nuestro. Eso no nos llamó tanto la atención como la cantidad de mujeres jóvenes, algunas adolescentes, que estaban sentadas con latas de cerveza o botellas de vino por toda la ciudad.

Edificio del Parlamento

Luego de hacer la visita obligatoria al supermercado, tanto para comprar provisiones como para observar los productos que vendían, esto último me genera mucha curiosidad, nos fuimos a cenar.
Cerca de nuestro alojamiento encontramos un restaurante pequeño y bastante acogedor, con luz tenue y velas en las mesas. Estábamos decididos a probar algo típico del lugar. Pedimos la clásica sopa Goulash, de la que sólo puedo recordar la paprika picante que rápidamente me hizo levantar la temperatura corporal, e hizo que la pelada de Seba comenzará a poblarse de gotitas (cosa que le sucede con los ácidos y picantes). Habiendo sobrevivido a la sopa, seguimos con un pollo con paprika y gnocchi, y cordero con papas. Estos platos estuvieron muy ricos. Estoy casi segura que en lugar de utilizar la paprika picante usaron la más suave, que sería como un pimentón dulce español, que le da un buen sabor sin el efecto irritante. De postre elegimos un puré de castañas con crema que no me resultó muy feliz, se lo comió casi todo Seba.
Rápidamente regresamos al departamento. Cuando llegamos descubrimos que se oían voces que provenían de un bar cercano. Era tanto el cansancio que teníamos que nos dormimos sin problemas a pesar del constante murmullo y risas que venían del exterior.

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viernes, 5 de abril de 2013

Zagreb- Budapest: en el camarote con las porn stars!

By Sole

Nos levantamos temprano, desayunamos y salimos con todo el equipaje a esperar el taxi que habíamos reservado. Pasó el horario pactado; esperamos 15 minutos más y nada. La encargada no estaba en el edificio, así que sin muchas opciones nos fuimos con las valijas hasta Ilica a tomar el tranvía, nuestro plan B. Compramos los pasajes en un kiosko cerca de la parada a 12 kn cada uno!!! más caro el metro de Roma!!!
Esquivando gente subimos con las valijas. Fuimos unos de los pocos que pasaron el boleto por una especie de máquina validadora. Rápidamente llegamos a Trg bana Jelacica, la plaza principal, donde bajamos, y comenzamos un acarreo de valijas de  7 cuadras. Cuando llegamos a la estación descubrimos que el tranvía que habíamos tomado llegaba a la puerta de la misma, y nos habíamos bajado un par de estaciones antes...
A pesar de todos los percances aún era temprano. Fuimos a la ventanilla de tickets internacionales para preguntar de que anden salía el tren que iba hacia Budapest. “One” fue la respuesta, quise preguntar algo más y lo único que recibí fue otro “One”. Nos dirigimos a la plataforma 1. Al rato de estar ahí, faltando unos 10 minutos el horario de salida se acercó un tren que tenía un cartelito con algo escrito en croata, que parecía ser el nombre de una ciudad. "Este no puede ser el tren, el nuestro iba directo a Budapest", nos dijimso. Pasaban los minutos, y este tren no se iba; dónde iba a parar el nuestro???
Ya no estábamos preocupando. El señor de informes seguía respondiendo con “One” a toda pregunta. Un par de minutos previos a la hora que figuraba en el pasaje Seba se acerco a dos personas que impresionaban ser personal del tren, que en un rudimentario inglés le dijeron algo que interpretamos como que ese era el tren pero que teníamos que hacer un transbordo en el medio. En ese momento me dejó con las valijas al lado del tren, para controlar que no se vaya, y corrió hacia la ventanilla del Mr One para ver si lo que le habían dicho en el andén era verdad y que le anotase el nombre de las ciudades en las que había que bajar o subir del tren. Con un papelito con el nombre de 2 ciudades impronunciables en la mano nos subimos al tren, sin saber hacia dónde íbamos y en cuanto tiempo teníamos que llegar al lugar en el que teníamos que bajar.
Entremos en una especie de camarote con 6 asientos, en el que quedaban 2 libres. Afortunadamente, había un muchacho que hablaba inglés que nos dijo que él justo iba para esa ciudad, así que cuando él se bajase, lo siguiéramos.

Unos 35 a 40 minutos después llegamos a Križevci, una ciudad con un nombre claramente ininteligible. Ahí descubrimos que toda la gente del tren bajaba ahí, y a la salida de la estación había varios buses esperándonos. Tras un tiempo similar de viaje llegamos a la siguiente estación: Koprivnica. Ahí subimos a otro tren, viejo, parecido al primero. Aparentemente parte de las vías del tren estaban en reparación, y por eso habíamos hecho parte del recorrido en bus.

Nos ubicamos en el camarote que teníamos asignado según el ticket. En ese momento estaba vacío, nos sentamos  enfrentados, en los 2 asientos al lado de la ventana. Al ratito vinieron 2 mujeres que preguntaron si el resto de los asientos estaban vacíos; cometimos un grave error de decir "si".

La morocha, que tendría entre unos 30 a 35 años, alta, con ojos marrones y pelo lacio y brilloso, que le pasaba unos 15 cm los hombros, se sentó al lado de Seba. Llevaba una buena capa de maquillaje en la cara, y vestía una remera con un gran escote, una micro-pollera negra con rayas de varios colores intercalados en los laterales que dejaban ver unos muslos blancos con vello, y botas negras hasta las rodillas. No impresionaba ser muy amiga del desodorante.
Al lado mío se sentó la rubia. Era un poco más joven, entre 25 y 30 años. Llevaba el pelo rubio, largo y lacio atado con una colita, tenía ojos claros y un poco menos de maquillaje que su compañera. Vestía una remera con la imagen de Marilyn Monroe, pantalones de un color marrón- bronce, achupinados por encima de los tobillos y sandalias.
La morocha se sentó en el asiento de al lado al de Seba, mejor dicho en la mitad delantera del mismo, donde se mantuvo con las piernas cruzadas y la espalda erguida, levemente inclinada hacia adelante, durante todo el viaje. En el siguiente asiento viajó su cartera y delante de este una gran valija. La rubia se sentó enfrente a la otra, y en el siguiente asiento su valija, de dimensiones más discretas.

Antes de partir de Koprivnica pasó el oficial de migraciones pidiendo los pasaportes. Recibió 4 pasaportes de diferentes nacionalidades: un argentino, un italiano, un croata, y un cuarto, el de la rubia, que no pudimos determinar su procedencia. Selló la salida de Croacia.

Estas mujeres, independientemente de su origen se comunicaban en croata, a esa altura ya teníamos identificadas algunas palabras del idioma. Comenzaron a hablar de manera incesante, sólo siendo interrumpidas en la siguiente estación, Gyékényes, por una serie de palabras inentendibles para todos. “English???” le contestamos al unísono.
Habíamos pasado la frontera de Hungría!! La agente húngara desde la puerta lateral del camarote repitió secamente: “Passports???”.
Volvimos a entregar pasaportes. El italiano, perteneciente a la Unión Europea, apenas lo miró. Los de Europa del este, los miró y los escaneó en una cajita que llevaba colgando; el que sí miró de adelante para atrás y de atrás para adelante, y pasó por el escáner fue el de Argentina. Uff, qué nervios!!! Finalmente le puso el sello de la Unión Europea. Nos sentimos como en la película “Top secret”, cuando Val Kilmer entra a Alemania.

El viaje continúo en un continuo parloteo, que no cesó durante 5 horas!!! Se iban alternando monólogos de una y otra, pero la morocha era insuperable. Apenas si respiraban entre palabra y palabra, ni siquiera hacían silencio cuando masticaban los sandwichs que sacaron de sus carteras.
No sé de qué hablaban, pero la conversación incluyó algunas a ciudades norteamericanas como San Diego y Los Angeles, y el nombre de varios actores. También hubieron palabras en inglés, y nos miramos y pensamos “ups, habremos hecho algún comentario desubicado??”, cuando escuchamos que la morocha le contaba a la otra las diferentes formas de pronunciar la palabra “corazón” en Argentina y en España.

Sumado a esto, el tren no dejaba de parar en cuanta estación encontraba, incluyendo varias a lo largo del lago Balaton, cuyos nombres comenzaban con “Balan…”  y terminaba de una manera impronunciable. A lo largo del camino se veía el lago, y en algunos sectores casas, tal vez de vacaciones y clubes.

El viaje resultó eterno!!! Era tan insoportable el sonido de estas mujeres, que en un momento Seba me pidió el Mp3, “dame para escuchar cualquier cosa, aunque sea Arjona!”.

Casi al horario planificado llegamos a Budapest. Nos quedó la impresión que estas mujeres eran 2 estrellas porno de Europa del este, que estaban planificando su viaje a Hollywood para hacer su gran debut cinematográfico en América.

jueves, 4 de abril de 2013

Zagreb - Un día agitado!

By Sole

Mayo 2012

Nos levantamos temprano, desayunamos y salimos; teníamos solo ese día para recorrer la ciudad.
Agarramos Ilica hacia la izquierda y caminamos las 15 cuadras que nos separaban del centro. Podríamos haber tomado alguno de los tranvías celestes que hacían ese recorrido, pero preferimos caminar.




Casi sin darnos cuenta llegamos a la plaza Trg Bana Jelaciqa, la principal de Zagreb. Desde ahí fuimos siguiendo el recorrido que teníamos planeado que incluyó:
Funicular: Zagreb tiene una zona sobre levada, la “cuidad alta” y por deducción una “ciudad baja”.  El acceso de una a otra es mediante escalinatas o el funicular. Este funicular recorre apenas unos metros, y tiene más que nada un fin turístico. No tengo idea como puede llegar a tardar 10 minutos para recorrer menos de 100 metros; eso dice la información turística que teníamos. Cuando pasamos por ahí estaba “out of service”, así que no lo pudimos ver en funcionamiento. El pasaje tenía un costo de 4 kn.
Torre de los ladrones: es una torre que antiguamente tenía campanas que sonaban a medianoche anunciando el cierre de las murallas, para evitar el ingreso de ladrones durante la noche. Tiene una terraza mirador, a la que se puede acceder tras pagar 10 kn. Sólo la miramos por fuera.

Funicular

Iglesia de San Marcos: llama la atención por su tejado colorido, representando los escudos de armas del reino formado en su momento por Croacia, Dalmacia y Eslavonia, y el de la ciudad de Zagreb. Muy pintoresco. Queríamos visitar la iglesia pero las 2 veces que pasamos estaba cerrada.
Plaza de San Marcos: en esta se encuentra la iglesia homónima y rodeándola, el Palacio del Gobernador y el Parlamento.

Iglesia de San Marcos

Puerta de Piedra: era el acceso original a la antigua ciudad de Gradec. Es la única puerta que se conserva de la antigua muralla. En su interior está la capilla de la Madre de Dios, lugar en el que la gente deja velas y va a rezar. Uno va caminando por la calle y de repente entra a una especie de tunel de pocos metros con un santuario en su interior.
Plaza del Dolac: en esta se instala diariamente el Dolac Market. Cuando fuimos había muchos puestos que vendían frutas y verduras, que impresionaban ser muy frescas y de buena calidad. Compramos unas frutillas. De este mercado salía una escalera descendente que nos llevó a una gran superficie techada en la que había puestos que vendían carnes, fiambres, panes y hasta repollos fermentados. Nos encantó! Vale la pena visitarlo.

Dolac Market

Catedral de San Esteban: es una iglesia bastante grande, que siempre parece tener algunas de sus torres en reparación; no he logrado ver una foto de ella sin andamios. Cuando ingresamos nos topamos con grupos de adolescentes que parecían estar en una excursión escolar. Nos llamó particularmente la atención que debajo de los asientos de madera había calefactores, lo que denota las temperaturas invernales. El frío no es excusa para no ir a rezar a la iglesia!!!
Cuando salimos, nos sentamos en la plaza que estaba justo enfrente y nos quedamos sentados un rato comiendo frutillas. Estaban para comer en ese momento, de haber seguido caminando y golpeando la bolsa, hubiésemos quedado con un licuado de frutilla en una bolsa de papel madera desfondada. 
Luego de esto dimos unas vueltas por uno parque que estaba cerca de la catedral, del cual no recuerdo el nombre. Un lugar super tranquilo, donde había algunas personas paseando perros.
Al regresar a la ciudad baja, vimos el primer Mc Donald’s con entrada a los baños restringida. Para ingresar había que introducir en un teclado una clave numérica, la cual aparecía en el ticket de compras. Habiendo tantos restaurantes para conocer, no nos íbamos a sentar a comer en un Mc Donald’s! 
Fuimos caminando hacia una seguidilla de plazas que conducen a la estación de trenes Glavni Kolodvor. Antes de llegar a esta, nos detuvimos en un restaurante- bar frente a Tomislavov trg. Tenía varias mesas en la calle, la mayoría ocupadas; en algunas había gente que estaba por almorzar, y en varias personas mayores tomando café, nos dio la impresión que era gente que salía a hacer los mandados y antes de regresar a su casa se tomaba un "cafecito". Nosotros éramos de los que íbamos a comer. Como todo lugar Tourist Friendly, tenía la carta tanto en croata como en inglés. Vimos que había menús con entrada, plato principal, postre y bebida a precios bastante accesibles; fuimos adelante con ellos. Debo confesar que la comida fue muy entretenida, sobretodo cuando uno lo mira retrospectivamente. A continuación describiré como estaba conformado el menú que elegimos.
Entrada: sopa del día. Era un plato hondo con un líquido amarronado con unos fideos malformes en el fondo y grandes gorgotones de aceite flotando. Nunca supimos de qué era, con medio plato cada uno nos fue suficiente. Tampoco queríamos sufrir un cólico biliar en lugares tan lejanos del mundo.
Plato principal: Pollo grillado con papas fritas + ensalada de repollo. Si hay algo que no puede faltar en las comidas de la zona es el repollo. Plato bastante generoso y bueno.
Postre: Creps con salsa de chocolate. Si! Además de todo lo que habíamos comido, completamos con 2 creps por persona. Un almuerzo mortal. Creo que después de comer esto quedó confirmado que no teníamos cálculos en la vesícula.
En la mesa que teníamos al lado, había varias personas de impresionaban estar en un almuerzo de trabajo. También pidieron menú, pero en lugar de tomar un agua como nosotros, empezaron a bajarse porrones de cerveza. Las mujeres fueron más discretas y quedaron en 1, pero los hombres se tomaron cerca de 1 litros cada uno!!! Hay gente que parece trabajar mejor con cierto nivel de alcohol dando vueltas por su cuerpo…

No hace falta aclarar que quedamos pipones. No iba a haber siestita, había que seguir caminando.
Pasamos por la estación de tren para ver conocerla y ver que tan claros eran los carteles indicativos. Quedamos atónitos mirando la cartelera, no se entendía demasiado, pero dándole vueltas y con ayuda posterior del diccionario descubrimos el dato que necesitábamos: Cómo se dice andén? Concluimos que se decía peron. Hubo una columna que nunca supimos que significaba.
Era una estación muchísimo más pequeña que la que habíamos visitado en Roma, tenía apenas 6 andenes, y con empleados con muy poca voluntad de responder preguntas. Acá también había que pagar para visitar el baño: 4 kn o 1 Euro; salía el doble si uno pagaba en euros que si lo hacía con kunas.

Asusta, no???

Proseguimos camino hacia el museo etnográfico. Un museo pequeño, con un par de salas para visitar. Básicamente tenía vestimentas típicas de distintas regiones del país. Se evidenciaba una clara diferencia entre las ropas sencillas y livianas de la costa del Adriático, comparadas con las de la región central y norte, más ornamentadas, con gruesas pieles, mostrando las diferencias tanto climáticas como socioeconómicas.
No pudimos dejar de pasar por la zona comercial, donde estaban los mismos locales que encontramos en casi todas las capitales del mundo. Hubo visita a Nike, H&M, Zara, Benetton, etc. En esta zona más moderna de la ciudad baja, hay muchos cafés con mesas en calles peatonales.

Terminamos en Ulica ivana tkalcica, una calle construida sobre un arroyo que antaño dividía las poblaciones de Kaptol y Gradec. Según cuentan, estaba tan contaminado que lo taparon a fines del siglo XIX, transformándose en una calle. Nos pareció un lugar super tranquilo con muchos bares con sillas, mesas y sus respectivas sombrillas en la calle. Elegimos azarosamente uno, y nos sentamos. Es una de las cosas más lindas que tiene la ciudad. Pedimos 2 cafés.  Mientras esperábamos Seba se fue hasta una casa de cambio que había a unos pocos metros de nuestra mesa. Al día siguiente viajábamos a Budapest e íbamos a necesitar florines o forints. Ahí fue atendido por un extraño personaje que vestía una camisa y calzas de ciclista. Cuando regreso a la mesa, estaba bastante extrañado por la vestimenta del hombre. 
Al rato lo vimos salir sin la camisa, pero si con las calzas y montar su bici.
Nos quedamos acá sentados largo rato, viendo la gente pasar y observando el paisaje que nos rodeaba. A nuestra espalda teníamos la estatua de una periodista y escritora croata, Marija Juric Zagorka, que se encontraba ubicada delante de un antiguo reloj astronómico.

Cafeciiiiito!!!

Caminamos un poco más y volvimos al departamento, previa parada por el supermercado para comprar fiambre para el almuerzo del día siguiente. Esa noche fuimos a cenar a la cervecería Zagrebačka pivovara” que estaba a 2 cuadras del apartamento. Seba eligió una de las cervezas del lugar mientras yo continúe tomando agua. La carta me resultó un poco acotada, y había pocas opciones que no incluyeran algún animal extraño, por lo que tuve que pedir 2 entradas, una ensalada de verdes + muzzarella y tomate. Seba sin problema para comer cualquier animal eligió uno de la lista, no recuerdo si fue un corderito o un chanchito, con papas fritas, con muy buen aspecto.