viernes, 27 de febrero de 2015

Sudáfrica... allá vamos!!!

by Sole 

3 de octubre 2014

Partimos de Buenos Aires hacia San Pablo conociendo los interminables pasillos del Aeropuerto Guarulhos que separan las distintas terminales. A las 23:35 ya estábamos despegando en un avión de South African Airways con destino a Johannesburg, ciudad a la que llegamos a las 13 –hora local (había 5 horas de diferencia respecto a Buenos Aires).


Welcome to South African Airways!!!

El aeropuerto O.R. Tambo de Johannesburg es equiparable a cualquier otro del primer mundo; lo único que lo distinguía era el gran árbol de navidad -adornado con muñecas de la fertilidad- en el hall de llegada. No sé si para ellos todo el año es Navidad o son un poco ansiosos y comienzan con los preparativos varios meses antes.


Navidad en Octubre???

A las 16:30 tomamos el viejo de la low cost Mango hacia Cape Town, nuestro primer destino. Seba ocupó el asiento de la ventanilla de la aeronave ploteada de color naranja logrando ver un par de estadios desde el aire (Nota de Seba: Ellis Park y Soccer City, en los jugó la Selección Argentina en la copa del 2010).


Sudáfrica desde el aire by Seba
A las 18:45 nos encontramos con un Cape en el que ya había anochecido, por lo que no fue mucho lo que pudimos ver desde el transfer que nos llevó al departamento. La penumbra no logró ocultar los townships –barrios de emergencias que al igual que en otros países se convierten en asentamiento permanentes– que se extendían a lo largo de la autopista. Qué lejos y a la vez que cerca que estamos de estos países…

Nuestro apartamento correspondía a una realidad muy distante de las humildes casas de techo de chapa. Moderno, espacioso, con cocina completa y hasta un balcón, era mucho más de lo que podíamos pedir.


Más grande que nuestro hogar...
Averiguamos donde estaba el supermercado más cercano y hacía ahí nos dirigimos. Caminamos las dos solitarias cuadras que nos separaban de la avenida donde encontramos un Spar –deluxe-. Ya he comentado en otras entradas que me fascina visitar supermercados en otros países, y me resulta tan interesante como visitar un museo. Quedé deslumbrada!!! Me sorprendió mucho la variedad y calidad de algunos productos… Estimo que el espacio que le dedican a ciertos rubros tiene que ver con el espacio que ocupan en su alimentación. Había góndolas repletas de condimentos y aderezos, snacks y jugos. Seba me fue arrastrando con gran esfuerzo hacia la salida…

Cuando salimos a la calle fuimos abordados por un homeless que nos comenzó pedir comida, “food, no money” y caminó varios metros a nuestro lado. No bien cambió el semáforo caminamos raudamente al otro lado de la avenida, tomando la calle que nos llevaba al departamento, volviéndose a repetir la situación con otro hombre también de raza negra. Ambos fueron pacíficos y se limitaron a pedir; llegamos sin ningún problema pero si con una sensación extraña. Sabíamos que la brecha social entre los ricos y los pobres es muy amplia, y que hay mucha gente viviendo en esta última situación. Habíamos leído también que tanto Cape como Johannesburg figuran en el ranking de las ciudades más peligrosas del mundo, y supongo que teniendo en cuenta estos índices de violencia estos encuentros que tuvimos me dieron cierto temor, y nos alertaron un poco. No debería sorprenderme por la situación, vivimos en Buenos Aires que no es justamente Disneylandia, pero supongo que ahí jugábamos de visitantes y no de locales y el desconocimiento genera algo de miedo.

Preparamos una ensalada con el paquete de mix de hojas verdes, tomate, y las latas de choclo y atún que habíamos comprado, y un rato antes de nuestro horario habitual nos fuimos a dormir! Había sido un largo día de viaje!

jueves, 19 de febrero de 2015

Sudáfrica: Claroscuros de la nación arcoíris

By Seba

África es la cuna de la humanidad: el primer mono que empezó a caminar en dos patas salió de este continente, el continente que en el símbolo de los Juegos Olímpicos tiene el anillo de color negro.



Algunos siglos atrás, el continente negro empezó a ser visto con una avara simpatía por los blancos europeos, que empezaron a navegar sus costas para adquirir marfil, oro y otras riquezas.

Ya en el siglo XIX, el continente africano fue dividido entre las potencias que establecieron colonias e implementaron políticas extractivas a expensas de la población local, sumida en la opresión y la miseria. La historia reciente del África subsahariana es más o menos similar en todos los países, pero el que tiene más matices y particularidades es el territorio de la actual Sudáfrica.

Los holandeses se establecieron en lo que hoy es Ciudad del Cabo hace cuatro siglos, estructurando su organización política y construyendo su identidad en base a una nueva lengua, el afrikáans. Ya en el siglo XIX, la Inglaterra victoriana posó sus ojos en el extremo sur del continente, y consolidó su control en la región –primero comercial y luego político–  al finalizar la guerra anglo-bóer de inicios del siglo XX. Con el transcurrir de las décadas, fue cediendo autonomía a los “nativos” blancos, quienes se iban a establecer en el gobierno imponiendo una serie de leyes que configurarían el régimen del apartheid.

En qué consistía el apartheid? Básicamente separaba a los blancos (un 10% de la población) de los no blancos (el 90% restante), asignándole a los segundos una pequeña porción de tierra, y negándoles el acceso al resto del territorio. En paralelo, hubo un cercenamiento de derechos para los negros y los coloured (mestizos y personas de origen asiático) en cuanto a la educación, la salud, la propiedad privada, la libertad de expresión. En este sistema, un negro no podía votar, no podía vivir en áreas blancas, no podía educarse con los blancos, no podía protestar ni manifestarse.



Ese régimen duró cuatro décadas, hasta inicios de la década de los 90. El entonces presidente De Klerk decide liberar a Nelson Mandela, quien había estado preso más de 25 años por oponerse a la opresión. Luego de la sanción de una nueva Constitución que se alzaba por encima de las viejas leyes consagrando una gran amplitud de derechos, Mandela fue elegido presidente de la República Sudafricana.



Todo esto sucedió hace ya dos décadas. Posteriormente,  Mandela fue galardonado con el Nobel de la Paz, cedió el gobierno a colegas del partido ANC, se retiró de la política y falleció en 2013, convirtiéndose para siempre en un símbolo universal  de la lucha por la libertad, la democracia y la reconciliación. Fue capaz de expresar una novedosa  visión de su nación, dejando de lado el rencor y el sectarismo para sumar a todos (incluso a sus antiguos opresores) en la construcción de una nueva identidad sudafricana, más moderna y plural. A pesar de los fantásticos avances, su sueño de hacer de Sudáfrica una nación arcoíris aún no termina de materializarse por completo.

Sudáfrica tiene catorce lenguas oficiales, libertad de culto, una bandera multicolor y un himno nacional que incluye cinco idiomas distintos en su letra; en las calles, plazas y playas se ve un mosaico racial propio de una sociedad cosmopolita. Sin embargo, no pueden esconderse todas las secuelas del apartheid: desigualdad económica, millones de personas hacinadas en las “townships” (villas miseria) de los alrededores de las grandes ciudades, una epidemia de SIDA que es la principal causa de muerte entre los adultos, dejando un tendal de huérfanos…

La postal de los países emergentes son los contrastes: el brillo de los grandes edificios y los autos de alta gama entre las viviendas precarias, la pobreza y el crimen a la sombra de las autopistas y los grandes estadios construidos para el Mundial del 2010.



Todos estos contrastes de la vida sudafricana se dan en un escenario de una diversidad  natural asombrosa, que incluye mares helados surcados por majestuosas ballenas y tiburones, escarpadas colinas que guardan tesoros primitivos, desiertos interminables, profundos valles y la sabana que se prolonga hasta más allá de donde llega la vista para ser hogar de la fauna más espectacular de nuestro planeta.



De esta forma Sudáfrica se va integrando al mundo con el rol de país más poderoso del continente, como una enorme fuente de minerales y un destino turístico global, con un potencial de desarrollo sumamente tentador para los inversores internacionales.

A pesar de este despertar, en su esencia mantiene sus luces y sombras y la convivencia de opuestos, expresados en un espíritu festivo y guerrero, crudo y sensible, aventurero y tradicional. En las praderas y montañas en las que los primates aprendieron a caminar erguidos, los hombres de hoy están aprendiendo a caminar con dignidad, hacia el país que Mandela soñó desde su diminuta celda de Robben Island.




miércoles, 11 de febrero de 2015

Y el destino nos llevó a Africa!!!

By Sole

Cómo elegimos Sudáfrica y Namibia como destino?

Como todos nuestros destinos no convencionales este también tiene una historia detrás que pasaré a contarles…

Antes de volver de India, nuestros amigos que en ese momento estaban viviendo allá (Coca y Fer) nos recomendaron hacer un safari a Kenia y Tanzania; viaje que ellos habían realizado cuando aún vivían en Nigeria y les había resultado fascinante. Interesante idea, no?

Cuando volvimos a Buenos Aires comenzamos a investigar un poco en internet y a mandar mails a agentes de viajes africanos. Las primeras quotations nos desanimaron un poco porque excedían nuestro presupuesto. Las descripciones de los safaris que leíamos parecían especialmente dirigidas a otro tipo de turistas; nosotros estábamos para algo menos luxury. Además de eso encontramos el problema  de los ataques terroristas en Kenia, plasmados en las advertencias de seguridad de algunas embajadas europeas.

Cuando esta idea comenzaba a caer, comenzó a tomar vida la de Sudáfrica, que inicialmente iba a ser nuestra puerta de ingreso al continente africano. Previamente habíamos estado pispeando la página de turismo oficial para ver si valía la pena quedarnos o no en este país durante nuestra escala obligatoria del viaje. Johannesburgo – la ciudad por la que teníamos que pasar- no ofrecía nada que llamara nuestra atención, pero sí Cape Town con su Table Mountain y la posibilidad de hacer un trekking. Luego apareció el Parque Kruger con sus safaris, y las ciudades costeras vecinas a Cape, terminando en Hermanus.

Con el cambio de destino vino otra sugerencia: las dunas de Namibia. Qué es eso? En nuestra vida habíamos escuchado que existieran, pero definitivamente las fotos llamaron nuestra atención!!! Recorriendo varias páginas de internet que ofrecían tours a este destino de Namibia terminamos en “African Budget Safaris” donde encontramos una combinación perfecta: safari en Etosha y Sossusvlei con sus dunas. Así Namibia fue nuestro segundo destino.

Tras muchas horas de búsquedas, lecturas, intercambios de e-mails con gente con nombres impronunciables (pero muy atenta) terminamos dándole forma a este viaje que próximamente iremos compartiendo con ustedes!


Los preparativos:

Más allá de hacer todas las averiguaciones y reservas de vuelos, hoteles y excursiones tuvimos que resolver un par de cuestiones pre-viaje:

Visas: En el caso de Sudáfrica no tuvimos problema ya que tiene un convenio con Argentina que nos permite el ingreso sin visa.

El gran problema fue Namibia! Argentina está entre los países que requieren visa, pero no hay embajada en todo el territorio para reclamarla. Paradójicamente lo mismo sucede en el resto de los países latinoamericanos excepto con Brasil que no requiere visa y si tiene embajada. No bien nos esteramos de esto nos pusimos en contacto con la embajada que hay en Brasilia –no íbamos a seguir adelante con el plan Namibia hasta no tener la seguridad de que podíamos ingresar al país–. Pronto iniciamos el trámite vía e-mail, enviando la documentación solicitada (formulario de solicitud, copia de pasaporte y de pasajes a Namibia con fecha de regreso). Una vez que nos aprobaron el papelerío vino la parte más engorrosa: pagar!  Teníamos que hacer una transferencia a una cuenta de Brasil, lo que fue prácticamente imposible ya que desde Argentina no se permiten ese tipo de transacciones bancarias. Luego de estar más de dos semanas dando vueltas por ese tema, conseguimos que alguien con cuenta en el extranjero nos hiciera el favor de  transferir el dinero… nos salvó la vida! Unos 10 días después recibimos la visa por correo privado. Cuantos trámites pueden evitarse teniendo un pasaporte europeo!!!


Consulta medicina del viajero: una vez más visitamos los consultorios de Stambulian. Esta vez fue básicamente de asesoramiento y zafamos de las vacunas (ya las teníamos del viaje a Asia).  Para ingresar a Sudáfrica es necesario presentar la constancia de vacuna de fiebre amarilla ya que consideran a Argentina país de riesgo.

Nos dieron las mismas recomendaciones que para Asia respecto al consumo de alimentos crudos, agua y lavado de dientes. Sinceramente no cumplimos con este punto e hicimos absolutamente todo lo que no teníamos que hacer. Hasta ahora no tuvimos ningún problema; espero no tener un gusano gigante viviendo en el intestino!!!

Lo que sí agregamos esta vez fue la profilaxis de malaria. Más allá de las medidas de prevención de picaduras (ropa de manga largas y colores claros, repelente, permetrina, pulseras con citronela) sumamos un antibiótico que  tomamos hasta cumplir las 4 semanas que abandonamos la zona de riesgo.

La gran preocupación de nuestros familiares y amigos era el ébola. Estuvimos a varios países de distancia de los que presentaban la epidemia al momento del viaje, por lo que ni siquiera fue un tema tocado durante la consulta. Los aeropuertos africanos son más cautos que los americanos respecto a la enfermedad, y tanto en Namibia como en Sudáfrica tuvimos que llenar unas fichas epidemiológicas al bajar del avión (preguntaban por síntomas de la enfermedad y datos de contacto) e incluso en el aeropuerto de Johannesburg había sensores de temperatura que determinaban el destino del viajante.


El tercer tema fue el equipaje. Para tomar el vuelo de South African Airways había que ir hasta San Pablo y donde teníamos menos de 2 horas entre que llegábamos y salíamos. Como no sabíamos si teníamos que hacer migraciones o si teníamos que retirar el equipaje de un vuelo y despacharlo en el siguiente, decidimos viajar sólo con equipaje de mano: valija de 8 kg + mochila.

Fue todo un desafío elegir ropa para 20 días sin sobrepasar el límite de peso, pero lo logramos!!! No nos faltó nada, y obviamente tampoco nos sobró. Fue la primera vez que usamos todo lo que habíamos llevado en las diminutas valijas!!! Lo único que tuvimos que comprar fue un adaptador porque los lugares que visitamos tenían un enchufe muy particular que no se correspondía con el que habíamos llevado. En algunos hoteles tenían el detalle de tener el enchufe local y el europeo, pero otros no.

Ahora sí!!! Ya tenemos los pasajes, las visas y las valijas listas para embarcarnos en esta nueva aventura!!!! Nos acompañan???


Sudáfrica y Namibia, allá vamos!!!

jueves, 5 de febrero de 2015

Personajes asiáticos

By Seba

Todo es tan diferente en Asia… la religión, el idioma, la comida, las costumbres, en definitiva, la gente! El continente más poblado de nuestro planeta ofrece una amplia variedad de personajes curiosos e interesantes, y por ende, fotografiables.

Más allá de los templos, los monumentos o las maravillas naturales, deambular por las calles de muchas ciudades asiáticas es meterse en un universo paralelo, donde se ven cosas que en Occidente ni siquiera somos capaces de imaginar.

Tuk-tuk driver: estimo que debe ser el oficio con más trabajadores de la India. El medio de transporte más ágil para moverse en el caos de las grandes ciudades se convierte en un ícono para cualquier visitante: llenos de imágenes de los dioses Ganesh, Shiva, Vishnú y otros, estas motitos con acoplado surcan las calles buscando pasajeros, en especial turistas fácilmente engañables.

Tuk Tuk driver


Tuk Tuk desde adentro

Conserje de Rajahstan: en medio de la bruma matutina de Agra, y minutos antes de nuestra visita al Taj Mahal, no pudimos resistir la tentación de pedirle una foto al conserje del hotel, ataviado cual guerrero de los sultanes…con ustedes, Mr Moustache!


Conserje de Rajahstan
Bañistas en el lago de Pushkar: como en cualquier río o lago sagrado de la India, la gente se baña, arroja las cenizas de sus muertos, lava la ropa, o simplemente se refresca. Resulta chocante en la primera impresión (y en la segunda, y en la tercera…) pero es algo totalmente natural y habitual para ellos.


Vida en el lago de Pushkar

El fan de Seba: el sólo hecho de cruzarse con un occidental puede ser algo fantástico para un indio. Así que si andan por ahí no se sorprendan si les piden sacarse una foto con ustedes. Esto le sucede particularmente a mujeres muy blancas y rubias, aunque puede pasarle a pelados morochitos. No sé si les sorprendía mi altura (claramente superior a su promedio) o mi cabeza rapada (que generó risas y burlas a los chicos de un colegio en Fatehpur Sikri).

Quiero una foto!!!

Musulmán en la mezquita de Old Delhi: en India, a pesar que el hinduismo es la principal religión, se evidencia la influencia del imperio mugal o mogol en  millones de musulmanes que profesan su religión a diario.

En la mezquita
Conductor de elefantes: al parecer, en India no está prohibido hablar por celular al conducir un elefante…

Conductor de elefantes

El barbero en la calle: en la comodidad de las calles de Jaipur, entre la basura y las vacas, un lugar muy higiénico para hacerse barba y bigote.

Afeitando en la calle

Vendedora de flores: vendiendo ofrendas florales en las calles, regalando color a los ojos.

Vendiendo flores

Monje techy:  Transformarse en un monje budista no implica que tengas que renunciar a posesiones materiales como smartphones y tablets…

Monje Techy!

Sadhus en Pashupatinath: los típicos santones que se encuentran en muchos lugares turísticos de Nepal. Verdaderamente abandonan todo para dedicarse a la meditación o son unos chantas que se pintarrajean y cobran por sacarse fotos con los turistas??? Si es la segunda opción estamos tranquilos con nuestra conciencia, porque esta foto es claramente “robada”.


Tenes fuego???

Carpintero de camillas mortuorias: Y vos de qué laburas? Yo vivo en Kathmandú, corto cañas, y armo camillas para transportar cadáveres que van a ser cremados…


Armando camillas mortuorias

Pintor de stupa: el enorme templo budista de Bodnath requiere cada tanto algunas manos de pintura…


Pintando la Stupa

Abuela tibetana rezando en Bodnath: entre sahumerios, ruedas y banderolas de oración, en una atmósfera mística y mágica, la comunidad tibetana en Kathmandu.


Rezando en Bodnath

Lavanderas de Bakthapur: en medio de un viaje al pasado, en este pueblo nepalí el agua se saca de los aljibes, y la ropa se lava a mano en las calles.

Lavanderas de Bakthapur

Figureti: Mientras Sole posaba haciendo girar las ruedas de oración del templo de los monos de Kathmandú (Swayambhunath), la figureti de atrás no quiso quedarse afuera y sonrió para la cámara. El bonus track de la foto es la payasa con barbijo…sin palabras…

Figureti

Vendedora playera de pinchos de pollo: puede ser que en alguna de las paradisíacas playas de Tailandia te agarre hambre… tranquilos, siempre va a ver una vendedora de pinchos de pollo cerca…

"Pinchos de pollo, pinchos de pollo!!!!"

Mary Ponjis: la ridiculez de los turistas en el Grand Palace de Bangkok está condensada en este personaje que se lleva el N 1 de nuestro ranking. Ella no es Mary Poppins, es Mary ponjis!

Mary Ponjis

Masajista de Bangkok: hay diferentes alternativas para someterse al famoso masaje tailandés, que puede conducirte a la relajación total luego de un buen rato de dolor; aquí alguien haciendo masajear sus pies en plena Khao San Road de Bangkok.

Foot massage

Trabajadora del mercado de Camboya: en el mercado de Siem Reap, una clase rápida de cómo descuartizar un pollo al estilo jemer.

Mercado de Camboya

Pequeño ciclista camboyano: en chiquitín pedaleaba antes del amanecer en la cara oriental de Ankor Thomb.

Niño camboyano