By Sole
Desde Besiktas regresamos por donde habíamos venido hasta llegar nuevamente a Kabatas, desde
donde tomamos una de las calles que subía hacia Taksim. Ni quiero recordar esas
pendientes!!! Imagínense lo que eran que en las calzadas había lomas de burro
para frenar a los autos… Ni las clases
de spinning ni las largas sesiones de running que tenía en mi haber fueron
suficientes para afrontar con dignidad esas calles!!! Fue tanto el esfuerzo que
al llegar arriba me quería sacar toda la ropa del calor que tenía!!! Me quejo
pero si ahora me dan la opción de volver a subir por ahí o tomar el funicular
vuelvo a elegir el esfuerzo de mis piernas!!!
Duro ascenso hacia Taksim |
Cuando
nos detuvimos a respirar aprovechamos para ver las casas y edificios de 3 o
4 pisos de los alrededores. Tal como en el cementerio por el que habíamos pasado un par de días atrás, los únicos habitantes del
lugar parecían ser los gatos… nos cruzamos con una cantidad escandalosa de
felinos de todos los colores y combinaciones imaginables!!! Parecían ser
animales apreciados por los vecinos ya que cada tanto había recipientes con
agua y alimento; la buena alimentación –al menos en cantidad– se reflejaba en
el tamaño de esos animales. El creador de Garfield debe haberse inspirado en
alguno de estos…
Al llegar
arriba de todo tomamos Inönu Caddesi bordeada de edificios de aspecto europeo
que nada tenían que ver con lo que habíamos venido viendo. Así, de un
minutos a otro nos encontramos con otra realidad, la Estambul moderna! En
Taksim Square no podía faltar un monumento a Atatürk, el fundador y primer
presidente de la república de Turquía, en este caso junto a sus soldados
representando la guerra de la Independencia. Fuésemos a donde fuésemos había una referencia a ese hombre, su nombre
está en múltiples lugares como calles, edificios y el mismísimo aeropuerto
internacional de Estambul.
Taksim Square |
Para
que no quedaran dudas de que estábamos en la parte más nueva de la ciudad
europea ahí estaban, uno al ladito del
otro, Mc Donald’s, Burger King, Starbucks y otros locales de comida rápida.
Merecen una mención especial los puestos de venta de flores y tiaras/ coronas
confeccionadas con estas. Un lugar complicado para un indeciso por la gran
variedad de colores y tipos florales.
Puestos de flores de Taksim Square |
Instintivamente fuimos caminando siguiendo la seguidilla de negocios desembocando en Istikal Caddesi, la calle comercial por excelencia!!! No fue casualidad que cayéramos ahí, ya teníamos arreglada una cita con un par de locales de ropa que habíamos fichado en la zona!!!!
Toda la
gente que no habíamos visto durante la mañana estaba ahí!!! Parecía la calle
Florida un día de semana al mediodía; grandes hordas humanas caminaban en todas
direcciones. Los turistas nos mezclábamos con los turcos, en su mayoría
hombres, que caminaban orgullosos con sus tupidas cejas y bigotes oscuros. Una
vez más los grupos de hombres eran muchísimo más frecuentes que los de mujeres; las pocas que vimos estaban acompañadas por hombres que apuesto que serían los maridos. Y eso
no era todo… para hacer más caótica la situación por el medio de la calzada
circulaba un vagón del antiguo tranvía!!! Así que cada tanto había que hacerse
a un costado para que pasara el coche con el cartel “Taksim- Tünel”, una de las
atracciones turísticas del lugar.
Istikal Caddesi |
Hicimos
un par de compras en los locales de ropa; a pesar de que el tipo de cambio nos
era desfavorable los precios eran más bajos que en Buenos Aires…
Nos
llevamos una gran decepción cuando recorrimos Çukurcuma. Por la descripción
prometía ser algo parecido a San Telmo pero resultó ser una calle solitaria con
algún que otro café y negocios aislados de antigüedades que ni siquiera tengo
la certeza de que estuvieran abiertos. O sea nada en especial, y encima para
regresar de ahí tuvimos que caminar pendiente arriba… Por lo menos los domingos
por la tarde no vale la pena desviarse hasta ahí!
Recapacitando un poco, tal vez si valga la pena hacer el desvío si uno leyó el libro "Museo de la Inocencia" del escritor turco ganador del premio Nobel de Literatura Omar Pamuk. Cuando visitamos el barrio desconocía la presencia del libro y del museo que lleva ese hombre. De hecho, antes de regresar a Buenos Aires, pasé por una librería del aeropuerto y me traje como souvenir ese libro, casi elegido al azar entre los que estaban expuestos. A pesar de que el libro me resultó un tanto reiterativo y tedioso, tal vez un buen reflejo de la personalidad del protagonista, hizo que anotase en mi larguísima lista de lugares a visitar el Museo de la Inocencia que está justamente ubicado en Çukurcuma caddessi. Si hay un próximo viaje a esta ciudad lo visitaré. Si uno no leyó el libro no creo que tenga mucho sentido.
Retomamos
a Istikal Caddesi haciendo una rápida parada para fotos en la estación Tünel
del subte, una de las más antigua del mundo, antes de llegar a la última
atracción de nuestro recorrido del día: Galata Tower.
Estación Tünel |
Esta
torre medieval de piedra fue construida en 1348, convirtiéndose en la
construcción más alta de la ciudad con sus poco más de 60 metros. En los siglos
subsiguientes sufrió varias modificaciones, sobre todo en su parte superior,
convirtiéndose tras la remodelación de la década del 60 en lo que es hoy en
día.
Ya la
habíamos visto desde todos los ángulos, ahora la teníamos a muy pocos metros, y
pocos minutos después íbamos a estar en su interior! Dispuestos a subir a su
mirador hicimos los 25 metros de fila que nos separaban de la entrada, teniendo
que defender nuestro lugar cuando estábamos llegando a la taquilla. Avivados
hay en todo el mundo y Turquía no es la excepción! En un momento cuatro turcos
veinteañeros se metieron en medio de la fila así como si nada; les dejamos en
claro, métanse donde quieras pero NO delante nuestro! Así que como nadie se
quejó entraron atrás nuestro. Pagamos la entrada para turistas de 18,5 TL; para
los locales la entrada era más económica. El tráfico de visitantes está limitado
por la velocidad en que los dos ascensores, que transportan seis personas cada
uno, hacen su recorrido.
Galata Tower |
Subimos
con el elevador hasta un primer nivel donde estaban los sanitarios y un par de
jóvenes disfrazados de sultán y odalisca para sacarse la foto de recuerdo por 7
TL. De ahí salía una escalera que conducía a una confitería con una espectacular vista de los alrededores
–sería el segundo nivel–. Continuamos ascendiendo un nivel más llegando a un balcón mirador; hacia afuera teníamos una espectacular vista de los alrededores, y hacia adentro las mesas del restaurante ubicado en ese nivel. Sin dudas la vista de la confitería superaba ampliamente a la de este comedero que miraba al balcón repleto de gente,
El
“método elevador” como limitante de la cantidad de gente que visitaba el lugar
por turno no era muy efectivo. Cuando llegamos al mirador estaba super
congestionado, un caos!!! La gente iba llegando y se iba acumulando detrás de
la que ya estaba ahí sacándose auto fotos. Con mucha paciencia fuimos avanzando
lentamente; la idea era dar la vuelta a todo el perímetro de la torre que
ofrecía una vista 360º de la ciudad. Como era de esperar en el sector que
miraba hacia Sultanahmet el atascamiento se intensificaba, nadie quería dejar
de apreciar la magnífica vista del Bósforo con Topkapi, Hagia Sophia y Blue
Mosque de fondo. Muy bello!
Añadir leyenda |
Como todos, nos tomamos el tiempo necesario para dar toda la vuelta a la torre y sacar todas las fotos que consideramos pertinentes. Cuando no tuvimos nada más que hacer ahí arriba bajamos y emprendimos la caminata hacia el Galata Bridge donde una vez más vimos un hermoso atardecer
con el sol poniéndose detrás de las mezquitas. No escatimamos en tiempo para
sacar fotos porque la vista realmente lo merecía. Caminamos entre los
pescadores que mientras esperaban el pique tomaban el clásico tecito caliente
para remontar la temperatura que comenzaba a caer a medida que se ocultaba el
sol.
Los pescadores de Galata Bridge |
Esta
vez en lugar de cruzar el túnel que nos separaba de la Mezquita Nueva optamos
por caminar un poco más y buscar un semáforo. Creo que los semáforos de
Estambul son una de las cosas menos respetadas del mundo!!! Los turcos tienen
gran entrenamiento en el juego del sapito, no importa si viene un auto, una moto
o el tranvía ellos se mandan a cruzar la calle esquivándolos.
Luego
de esperar la luz ver y cruzar llegamos a una plazoleta donde nos encontramos
con una aglomeración humana y varios vendedores de unos boletos que parecían de
lotería. La acumulación de gente era aún mayor frente a unas ventanillas donde
en la parte superior anunciaban un premio de “50.000.000 TL”!!! Todo sea por
comprar el número ganador y hacerse de esa tentadora suma de dinero!!! No sé si
se trataba de un equivalente del gordo de navidad y justo habían lanzado la
venta los billetes o los turcos tienen la costumbre de salir los domingos a la
tarde a probar suerte y ver si un número les tuerce su destino!!!
En busca del número ganador |
Sólo
nos quedaba volver al hotel a descansar! Estábamos muy satisfechos con la
actividad del día: habíamos visitado todos los lugares que habíamos planeado y
hasta habíamos hecho shopping!!!
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