Mayo 2012
Nuestro segundo día en Roma resultó ser 1º de mayo. Todos los museos y edificios públicos estaban cerrados. Ya habíamos previsto esto y teníamos un circuito armado.
Nuestro segundo día en Roma resultó ser 1º de mayo. Todos los museos y edificios públicos estaban cerrados. Ya habíamos previsto esto y teníamos un circuito armado.
Por si no lo dije antes, estábamos parando en un "bed & breakfast". Básicamente eran 2 departamentos en el primer piso de un viejo edificio, en los que estaban distribuidas varias habitaciones con baño privado, y el front desk. Nuestra habitación era pequeña, bastante simple en su decoración, pero límpia; cumplía con lo que esperábamos de una habitación para pasar la noche, bañarnos y dejar las valijas. Para desayunar teníamos que ir con un vale a un pequeño bar bien de barrio que estaba ubicado al lado del edificio.
Nos sentamos en una mesa cerca de la tele, donde pasaban un noticiero con el pronóstico meteorológico para toda Italia. Enseguida el empleado nos trajo un capuccino y una especie de factura rellena con mucha crema pastelera bastante más pálida de la que solemos comer acá. Ese como otros capuccini que tomamos en Italia me parecieron un gran fraude! Consistían en una taza con mitad de café, y unos escasos mililitros de leche super batida con el que llenaban el resto. Parecía que uno estaba tomando una gran taza de café con leche, cuando en realidad estaba tomando algo de café con media taza de espuma.
Luego de desayunar tomamos el metro hasta la estación Spagna, a pocos metros de la cual encontramos la Piazza di Spagna. Eran las 8 y algo de la mañana y ya había algunos turistas tomando fotografías. Las grandes escalinatas estaban adornadas con unas florecientes azaleas rosas-violetas; estaban tan lindas las flores, que parecían haber sido colocadas ese mismo día. Por la hora que era pudimos sacar varias fotos sin que se nos interpusieran delante muchas personas, y subir hasta la iglesia de la Santissima Trinità dei Monti sin pisar cabezas. El mejor horario para ir!
Nos sentamos en una mesa cerca de la tele, donde pasaban un noticiero con el pronóstico meteorológico para toda Italia. Enseguida el empleado nos trajo un capuccino y una especie de factura rellena con mucha crema pastelera bastante más pálida de la que solemos comer acá. Ese como otros capuccini que tomamos en Italia me parecieron un gran fraude! Consistían en una taza con mitad de café, y unos escasos mililitros de leche super batida con el que llenaban el resto. Parecía que uno estaba tomando una gran taza de café con leche, cuando en realidad estaba tomando algo de café con media taza de espuma.
Luego de desayunar tomamos el metro hasta la estación Spagna, a pocos metros de la cual encontramos la Piazza di Spagna. Eran las 8 y algo de la mañana y ya había algunos turistas tomando fotografías. Las grandes escalinatas estaban adornadas con unas florecientes azaleas rosas-violetas; estaban tan lindas las flores, que parecían haber sido colocadas ese mismo día. Por la hora que era pudimos sacar varias fotos sin que se nos interpusieran delante muchas personas, y subir hasta la iglesia de la Santissima Trinità dei Monti sin pisar cabezas. El mejor horario para ir!
Entre la gente que se sacaba fotos, nos llamó la atención
una oriental que tenía la cámara de fotos en el extremo de un palo, lo que le
permitía sacar auto-fotos a cierta distancia. Toda una profesional de la
fotografía!
De acá, tomamos la Via Propaganda, y tras hacer una parada
en el supermercado para comprar unos yogures, desembocamos en la famosa Fontana
di Trevi. Realmente llama la atención, esa gran fuente construida en el lateral
de un edificio, una obra de arte impresionante.
No pudimos dejar de tirar una moneda sobre nuestro hombro izquierdo para asegurarnos el retorno a la ciudad! Esperemos que el asunto de la monedita sea real y pronto estemos por ahí! Jaja.
Nos quedamos un rato sentados, contemplando como caía el agua, y a los extraños personajes que iban circulando frente nuestro. En un momento apareció la oriental de la auto-foto, y le pedimos que nos sacara una foto, con nuestra cámara por supuesto. Se ve que la tenía clara, porque nos tomo una buena fotografía.
No pudimos dejar de tirar una moneda sobre nuestro hombro izquierdo para asegurarnos el retorno a la ciudad! Esperemos que el asunto de la monedita sea real y pronto estemos por ahí! Jaja.
Nos quedamos un rato sentados, contemplando como caía el agua, y a los extraños personajes que iban circulando frente nuestro. En un momento apareció la oriental de la auto-foto, y le pedimos que nos sacara una foto, con nuestra cámara por supuesto. Se ve que la tenía clara, porque nos tomo una buena fotografía.
Habíamos leído que era un lugar bastante peligroso,
frecuentado por gitanos y carteristas, pero no tuvimos la desgracia de cruzarnos
con ellos. Al contrario, en todo momento hubo en uno de los costados un auto de
policía con dos policías mirando hacia la fontana.
Aún no siendo las 10 de la mañana, continuamos el recorrido. Próximo destino: Piazza Navona! Una sucesión de bellas,
angostas y adoquinadas callecitas, bordeadas por casas con ventanas de las que colgaban plantas y
flores, nos condujo a la plaza. En el camino pasamos por el Panteón de
Agripa que se encontraba cerrado. Quedaría para otro
día.
En el centro de la piazza encontramos la Fontana dei
Fuimi, creada por Bernini, en la que están representados mediante cuatro
figuras humanas los ríos más importantes del los cuatro continentes conocidos en
esa época: el Nilo, el Ganges, el Danubio y el Río de la Plata. Los detalles de
las estatuas son impresionantes, los músculos, las venas en brazos y manos; muy
reales.
La piazza es un punto de encuentro de artistas que venden sus cuadros con paisajes e imágenes de las principales atracciones romanas. Algunos parece que no conocían un producto llamado desodorante, e impregnaban el ambiente con el hedor que emanaba de sus axilas. Dejando de lado ese detalle, es un muy lindo lugar.
Rodeando la piazza encontramos la iglesia di Sant’ Agnese in Agone, y varios restaurantes con mesas en la calle, también muy bonitos. Nos llamó la atención en una de las esquinas una juguetería que vendía una gran variedad de peluches, autos en miniatura, etc. Está de más decir, que entramos y la recorrimos, daba ganas de llevarse todo!!!
La piazza es un punto de encuentro de artistas que venden sus cuadros con paisajes e imágenes de las principales atracciones romanas. Algunos parece que no conocían un producto llamado desodorante, e impregnaban el ambiente con el hedor que emanaba de sus axilas. Dejando de lado ese detalle, es un muy lindo lugar.
Rodeando la piazza encontramos la iglesia di Sant’ Agnese in Agone, y varios restaurantes con mesas en la calle, también muy bonitos. Nos llamó la atención en una de las esquinas una juguetería que vendía una gran variedad de peluches, autos en miniatura, etc. Está de más decir, que entramos y la recorrimos, daba ganas de llevarse todo!!!
Sin demasiados euros y sin niños que justificaran una
compra, seguimos caminando hacia el Campo dei Fiori. Esto es en realidad
una piazza donde diariamente se instala el mercado que vende una gran variedad
de productos: pastas secas, arroz, especias, aceite de oliva, frutas y verduras
frescas, jugos y ensaladas de fruta, gorros e indumentaria, utensilios de
cocina, etc, etc.
Compramos una ensalada de fruta que tenía muy buena pinta, y que no nos defraudó! En todos los mercados europeos que fuimos la calidad de las frutas y verduras es inigualable. Nada de machucones, con un muy buen aspecto, olor y en algunos casos también podemos asegurar, que muy buen sabor.
Compramos una ensalada de fruta que tenía muy buena pinta, y que no nos defraudó! En todos los mercados europeos que fuimos la calidad de las frutas y verduras es inigualable. Nada de machucones, con un muy buen aspecto, olor y en algunos casos también podemos asegurar, que muy buen sabor.
El sol que nos había acompañado hasta acá comenzaba a
ocultarse tras las nubes que comenzaban a tomar protagonismo en el cielo romano.
No habíamos previsto lluvias para el día, ni siquiera teníamos el paraguas de
cartera… Nada importaba ese día, seguimos caminando con el objetivo de llevar a
Trastevere.
anterior/ siguiente
anterior/ siguiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario