By Sole y Seba
Febrero 2013
Febrero 2013
Amaneció
nuboso. Seba estaba furioso porque había chequeado la noche anterior el
pronóstico, el cual decía que los próximos 2 o 3 días iban a estar lindos. Nos
vestimos y bajamos al desayunador. El salón tenía varias mesas con manteles
blancos y amarillos, una larga mesa en un costado donde estaban presentados los
alimentos para que uno se sirviera, y grandes ventanales que permitían ver el
exterior y el ingreso de luz. El desayuno incluía café, variedad de tés, leche
fría y caliente, yogurt, jugo de naranja, corn flakes, ensalada de fruta,
jamón, queso, pan blanco y negro, manteca, queso untable y mermelada. Ese día
había además alfajorcitos de maicena y mini muffins. Realmente muy bueno, tanto
el lugar como la variedad de alimentos!
Mientras
desayunamos buscamos una vez más el pronóstico meteorológico del día, que era igual
a lo que habíamos leído la noche anterior. Pudimos comprobar a través de la
ventana que a medida que fue subiendo la temperatura, el cielo se fue
despejando; lo que pensamos que eran nubes, era simplemente niebla matutina.
Finalmente el cielo quedó casi despejado por completo.
Fuimos
a la terminal a tomar el colectivo que iba a Hua Hum, cuyo horario de salida
era 9:15 hs. Cuando llegamos tuvimos que esperar un ratito, porque el chofer
que estaba asignado a ese recorrido no sabía si el micro iba a ir a ese destino
o iba a ser utilizado para ir a otro lugar en reemplazo de un coche averiado.
Finalmente enfiló hacia el micro, y todos los que estábamos por ahí nos
acercamos y fuimos subiendo. El pasaje se sacaba directamente en el colectivo,
con diferente valor según el destino. Sacamos 2 a Piedra Trompul, con un
costo de $19 cada uno. Junto al vuelto no entregó un boleto como el que daban
en los colectivos de Buenos Aires antes de la instalación de las máquinas
electrónicas.
A las
9:45 hs partimos. El pasaje era bastante variado, e incluía a varios mochileros
y un gendarme. Salió de la ciudad y tomó la ruta 48, que va al paso
internacional Hua Hum. En 25 minutos, tras haber recorrido 13 km llegamos!
El
micro nos paró justo en el cartel de inicio de la senda. Había 2 autos
estacionados, lo que nos dio el indicio de que algunas personas ya estaban
caminando por el sendero.
Cruzamos el alambrado y arrancamos! Los primeros metros fuimos siguiendo una huella vehicular, por una pampita plana, que se dirigía hacia el Colorado; desde ahí se veía perfectamente el cono colorado del Volcán. En un momento la huella se hizo difusa, y buscamos los postes o troncos que formaban una línea imaginaria, que estaban a la derecha de nuestro camino. Caminamos unos cuentos metros entre pastizales, con coirones y neneos, minados de bosta de vaca de diferente antigüedad. En ente sector no existía un sendero claro; había varias huellas con diferente dirección que parecían ser producto del ganado que pastaba por el lugar, más que una senda de trekking. Es importante ir siguiendo con atención los postes para no perder la continuación del sendero, que se interna luego en el bosque.
Cartel junto a la ruta |
Cruzamos el alambrado y arrancamos! Los primeros metros fuimos siguiendo una huella vehicular, por una pampita plana, que se dirigía hacia el Colorado; desde ahí se veía perfectamente el cono colorado del Volcán. En un momento la huella se hizo difusa, y buscamos los postes o troncos que formaban una línea imaginaria, que estaban a la derecha de nuestro camino. Caminamos unos cuentos metros entre pastizales, con coirones y neneos, minados de bosta de vaca de diferente antigüedad. En ente sector no existía un sendero claro; había varias huellas con diferente dirección que parecían ser producto del ganado que pastaba por el lugar, más que una senda de trekking. Es importante ir siguiendo con atención los postes para no perder la continuación del sendero, que se interna luego en el bosque.
Afortunadamente
no nos perdimos! Cuando estábamos perdiendo el rumbo, vimos un cartel de
Parques Nacionales que nos sirvió de guía y nos condujo al sendero que se metía
en el bosque. Desde la tranquera a este lugar habremos caminado unos 10
minutos.
La
senda se metía en el bosque, bordeando un arroyito, pero sin cruzarlo. Este quedó
ubicado a la izquierda del camino. En los árboles cada tanto había marcas
rojas, que junto con las huellas de pisadas, nos aseguraban que estábamos yendo
por el lugar correcto.
La
senda tenía un ascenso constante y bastante cansador. Cada tanto había algunos
claros con “balcones” desde donde se veía la ruta por la que habíamos venido,
la pampa de Trompul con su piedra y un poco más adelante el lago Lácar. Fuimos
caminando por diferentes ambientes, desde bosque con árboles altos, hasta
sectores con vegetación arbustiva, para terminar en un terreno rocoso.
Al
cabo de 1 hora de caminar en subida hicimos la parada técnica para hidratarnos.
A pesar de que aún estaba fresco y la ladera tenía sombra, estábamos
empapados!!!
Caminamos
unos 10 minutos más en ascenso, hasta que llegamos a un bosque de lengas más
altas, con muchas flores amarillas, Amancay! La guía Sendas y Bosques estimaba
1:30 hs para llegar a ese lugar, nosotros tardamos 15 minutos menos, así que
veníamos bien!
Sector del sendero con flores Amancay |
El terreno se aplanaba y la senda iba hacia el oeste. La salida del bosque de lengas daba a una zona rocosa muy linda para sacar fotos, pero que miraba hacia el noroeste por lo que no se veía el lago. Seguimos por una zona de lengas achapararrada, que aún estaban presentes por encima de los
Empezamos a ver las rocas volcánicas de color rojizo- violáceo y en unos minutos vimos el cono colorado a nuestra derecha: cumbre a la vista! Ya teníamos la cima al alcance de la mano! Ya se veía en el horizonte el único macizo nevado: el Tronador, a unos
En un
pique final al estilo Rocky IV llegamos arriba: “Drago!!!!!” Sole llegó más
cansada, caminando, 30 segundos después. Tardamos 1:47 hs desde la ruta, cuando
pensábamos tardar unas 2:30 hs.
El
premio mayor desde la cima era una vista privilegiada de la cara sur del volcán
Lanín (3776 mts) y sus glaciares (a unos 80km de distancia en línea recta).
Arrojamos cada uno una piedra roja al montículo que había en la cima, sacamos fotos, nos hidratamos y hasta comimos unos sándwiches de jamón y queso sentados en un sector en que la pirca de piedras rojas nos protegía del viento. Qué lugar para almorzar!!! Estuvimos unos 30 minutos ahí arriba, hasta que llegaron los siguientes aventureros.
No podía faltar la foto del Volcán Lanín |
Arrojamos cada uno una piedra roja al montículo que había en la cima, sacamos fotos, nos hidratamos y hasta comimos unos sándwiches de jamón y queso sentados en un sector en que la pirca de piedras rojas nos protegía del viento. Qué lugar para almorzar!!! Estuvimos unos 30 minutos ahí arriba, hasta que llegaron los siguientes aventureros.
Espectacular contraste de colores. Al fondo el Lacar, la piedra Trompul y la ruta. |
La bajada fue más rápida, tardando 1:00 hs hasta el cartel de Parques Nacionales, donde elongamos y cargamos agua del arroyo; 10 minutos más tarde estábamos nuevamente en la ruta.
Comentario: los párrafos en azul son aportes que Seba fue haciendo a mi texto.
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