By Sole
Nos
levantamos a las 7:20 hs, y preparamos todo para la excursión. A las 8:00 hs,
bien puntuales, ya estábamos desayunando.
A las
8:45 hs una combi con un guía llamado Marcos, nos pasó a buscar por la
hostería. Ya habían subido una pareja de unos 65 años de Lanús, acompañados de
su hijo, que no debía tener menos de 35 años. Luego de recogernos a nosotros en
Monteverde, siguió hacia el hostel Sequoia donde subió una señora francesa de
unos 50 años, que viajaba sola y hablaba castellano.
Salimos
de la ciudad por la ruta 234 devenida en ruta nacional 40. Cuando estábamos en una
distancia intermedia de SMA y Junín de los Andes, el guía nos indicó que a unos
metros de ahí estaba el aeropuerto. Según nos contó, este fue construido en un valle, y es muy frecuente que lo cierren, desviando los vuelos a Bariloche, por
bancos de niebla. La verdad no me extraña para nada que suceda esto! Siempre suele haber un gran cráneo detrás de las obras públicas.
Unos 45 km luego de haber salido
de SMA llegamos a Junín, un pueblo pequeño con 14000 habitantes, con casas
bajas de diferentes estilos. La principal atracción del lugar es la Parroquia Nuestra
Señora de las Nieves, que tiene un diseño muy particular producto de la
conjunción de varias culturas. Es una iglesia católica con mucha influencia
mapuche. Tanto en la entrada como en el interior tiene muchos arcos ojivales
típicamente góticos, aunque obviamente el edificio no es de esa época, sino de
los años 50. No bien entramos nos encontramos con un oratorio en el que había
una estructura de madera, una especie de mesa circular, que representaba al cultrum,
el instrumento sagrado mapuche que toca la machi en las ceremonias. En el
interior del mismo estaba la reliquia de la Beata Laura Vicuña:
una vértebra; rodeándola, había papeles con oraciones y peticiones que deja la
gente que pasa por el lugar. Este cultrum, en el que estaban representados los
4 puntos cardinales, el bien vs el mal, estaba ubicado sobre una estrella de 12
puntas grabada en el suelo que aparentemente representa al sol, los 12 apóstoles, las 12 tribus de Israel así
como los 12 ciclos lunares.
El
interior de la iglesia es austero sin grandes ornamentaciones. Tenía sencillos
vitrales, los de la derecha con imágenes de la vida de Laura Vicuña, los de la
izquierda de Ceferino Namuncurá. En las paredes por debajo de estos, había telares mapuches. En el altar llama la atención la imagen de un Cristo con
rasgos mapuches. En un costado una virgen embarazada parada junto a una niña,
Laura. En varios lugares como el altar y ventanales, se repite la imagen del
cultrún.
Una iglesia muy particular |
Cuando
salimos de la iglesia, vimos que estaban llegando más combis. De ahí caminamos 150 metros hasta el
Paseo de artesanos, que recién estaba abriendo. Dimos una vuelta por ahí, sin
que nada nos llamase demasiado la atención. Las artesanías eran bastante pobres
y carentes de gusto. Apenas compramos un minúsculo alfajor de $4, hecho con
harina de piñón, el fruto de la araucaria o pehuén, uno de los principales alimentos del pueblo mapuche. Confesaré que me quedo con un Terrabusi de chocolate!
Seguimos
caminando por las calles aledañas a la plaza principal que para variar se
llamaba San Martín, no creo que haya ciudad sin una plaza con ese nombre. Un
perro, la versión de Seba en perro, negro, flaco y largo, nos siguió durante
algunas cuadras. En algunas calles había instalados vendedores ambulantes que
lejos de vender productos artesanales, vendían ropa trucha (Nike, Adidas,
Columbia, etc), una versión local de la Salada.
Luego
de 40 minutos volvimos a subir a la combi para seguir camino. Tomamos la ruta
40 por unos metros, y cuando terminaba el cuartel del Regimiento de Infantería
de Montaña –RIM- giramos a la izquierda, siguiendo por la ruta 61.
El
paisaje fue cambiando de a poco, a nuestra derecha teníamos el río Chimehuín,
rodeado de vegetación esteparia: neneos (plantitas verde-amarillentas bajas y
redondeadas), coirones y maitenes.
Pasamos
al lado de un centro de investigación de preservación de especies, que según el guía realizaba trabajos en 3 áreas:
-
Salmónidos: crían truchas para repoblar los ríos,
estimulando la pesca deportiva, una fuente de ingresos económicos para la
región.
-
Camélidos: crianza de llamas con el objetivos de
reemplazar el ganado ovino y caprino que no son autóctonos del lugar, y traen
grandes prejuicios para los terrenos que erosionan.
-
Fauna salvaje: protección del puma, zorro, mara o
liebre patagónico, etc.
Del
lado izquierdo del camino, se ubicaban grandes estancias que desarrollan
diferentes actividades como ganadería, alojamiento para turistas, excursiones
de caza de ciervo colorado y jabalí, entre otros.
En un
momento nos desvíamos de la ruta, girando a la izquierda e ingresando en un
camino de ripio que se dirigía hacia el lago Huechulafquen, el tercero más
grande de la Argentina ,
luego del Lago Argentino y el Nahuel Huapi.
Inmediatamente
visualizamos el lago y por detrás el majestuoso volcán Lanín, uno de los
representantes del cinturón de fuego del Pacífico; un volcán “dormido”. Se
considera que aún no está extinto, y que de entrar en erupción explotaría de
tal manera que destruiría todas las ciudades vecinas incluyendo SMA.
Hicimos
una parada para sacar fotos, y para que los viciosos fumaran sus puchos.
La
francesa nos sorprendió cuando sacó de su mochila dos muñecos de plástico, uno
de Mario Bros y el otro un dragón del mismo videojuego; los colocó en la arena
delante del Lanín y los fotografió.
Lago Huechulafquen con el volcán Lanín de fondo |
Una
vez en la combi, fuimos bordeando el lago por su margen norte, viendo su
desembocadura en el río Chimehuin; esta es una zona de pesca, a la que se puede
acceder sacando varios permisos.
Luego
giramos a la derecha y entramos al Parque Nacional Lanín.
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