Estuvimos dando vueltas hasta las
16:30 hs, horario en que abrió el "Supermercado". Este tenía un sector de
verdulería con carteles que decían "NO TOCAR"; evidentemente algunas cosas no
eran autoservicio, como estamos acostumbrados en la ciudad. La misma empleada
del sector fiambrería dispensaba los vegetales y frutas. Pegado a estos estaba
la carnicería.
Había pocos productos de marcas de la
zona, la mayoría eran los mismo que se podían encontrar en un super de Buenos Aires, pero con un costo mayor
(entre $1 y $3 más caro cada uno de estos, lo que al final de la cuenta hacían
una diferencia importante). La mayor parte de los productos tenía su precio
pegado en una pequeña etiqueta como en el pasado y no utilizaban lector de barras. Y por el
tamaño del lugar era esperable que hubiese 1 sola caja para pagar. Parecía más
un supermercado chino...
Decía un cartel que "razones
ecológicas", estaba prohibida la entrega de bolsas plásticas en la zona, no se
si será verdad o era simplemente para ahorrar dinero. Cada uno tenía que
llevarse su propia bolsa o comprar una de las que vendían en el lugar. Para los
pobladores locales tenían el decoro de buscarles alguna caja de cartón para el
transporte de su mercadería. Zafamos del asunto porque de casualidad teníamos en
el auto 2 bolsitas del "Monarca", el super de Tandil. Metimos lo máximo que
pudimos ahí y las cosas más grandes en la mano. Tratamos de hacer las compras
para toda la estadía, ya que el "super" cerraba los domingos a la tarde y todo
el día lunes.
Para volver tomamos ya las calles
internas, que si bien su velocidad máxima era de 20 km/hora estaban en mejor
estado que Cruz del Sur.
A pesar de haber pasado el horario de
siesta, la paz siguió reinando en el lugar. Mucho silencio, apenas se oía el
canto de los pájaros, el ruido de los ramas y hojas agitándose con el viento, nada más.
Volvimos a la cabaña con las
provisiones y tuvimos una merecida merienda. De ahí en más comimos todo lo que
no habíamos comido durante todo el día... la picada, que fue seguida de un
asadito. Bue, pasó mucho tiempo hasta que comimos el asado, que fue calificado
como uno de los más lentos de la historia! El carbón que compramos en el super,
no compensaba el precio con su calidad, no calentaba!!! A duras penas se cocinó
la carne...
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