domingo, 23 de junio de 2013

Villa La Angostura - Río Correntoso y Lago Espejo

By Sole

Nos levantamos un rato antes de las 8. Todos los planes que habíamos hecho pendían de un hilo, entre mi gastroenteritis y el tiempo que seguía horrible; teníamos que ver que hacíamos.
Comenzamos desayunando. Seba se tomó un café con leche con una medialuna, y pan con manteca y mermelada. A mí me tocó la versión astringente de desayuno: té negro, pan blanco tostado con un poco de mermelada de membrillo. Lo toleré sin problemas.
Decidimos que yo me iba a quedar en la hostería leyendo el libro que había llevado (Indias Blancas) y Seba iba a pasar por la farmacia a comprar algo de medicación. Le hice una receta de Reliverán ® y Crema de bismuto, en los recetarios sellados que había llevado (el anexo al botiquín de emergencias), y me quedé leyendo mientras él salió bajo la lluvia a comprar.
Tomé la medicación y permanecimos el resto de la mañana viendo si volvía a aparecer algún síntoma. Seba aprovecho para tomar unos mates y leer su libro (La sociedad de la nieve, sobre la tragedia de los Andes).

A las 13 hs salimos, ya había escampado y el sol comenzaba a asomarse entre las nubles. Fuimos hasta la avenida 7 lagos, y caminamos hacia la zona del río Correntoso. Fuimos por la ruta hasta el Km 2118, donde del lado izquierdo había un desvío, o sea, hacia la zona del lago. Luego de caminar algunos cientos de metros llegamos al puente viejo sobre el río Correntoso. Este río, el más corto del mundo y uno de los mejores pesqueros de truchas del mundo, une el lago Correntoso con el lago Nahuel Huapi. Si bien en el camino no nos habíamos cruzado con otros seres humanos, el viejo puente estaba lleno de gente que había llegado en auto, y estaban ahí sacándose fotos.



A las 13:50, después de sacar algunas fotos, cruzamos el puente y nos metimos en las intrincadas calles del barrio Villa Correntoso. Seba sabía que alguna de esas calles desembocaba en un sendero que iba hacia el lago Espejo. Azarosamente tomamos la calle del Cóndor, la que fuimos siguiendo, apostando a que estábamos en el camino correcto o que de última nos iba a llevar hasta la ruta. A medida que fuimos avanzando las edificaciones se fueron haciendo más esporádicas; cada tanto aparecía algún chalet, algunos bastante escondidos en el bosque, sin una remota vista al lago. Luego de caminar una media hora, encontramos el sendero del Camino viejo al lago Espejo. Es un camino, utilizado con frecuencia por bicicletas y cuatriciclos, de los que fuimos siguiendo las huellas, con varias ondulaciones, pero sin grandes pendientes. Pasamos por bosques de coihues altos, y zonas de árboles más bajos con lengas y cañas.

Por el Camino Viejo a Lago Espejo

Luego de casi 1:30 hs de haber cruzado el Correntoso y tras haber recorrido unos 8 km, empezamos a escuchar el ruido de los autos: estábamos cerca de la ruta. Qué alivio! No estábamos perdidos!!! Unos metros más adelante ya la divisamos, al igual que el lago, que estaba al otro lado de la misma. El sendero terminaba unos 100 metros después de la rotonda que divide la ruta 7 lagos, de la que va al paso Internacional Cardenal Samoré (Chile).
El tiempo nos acompañó durante la caminata, se había mantenido encapotado, pero sin lluvia… cuando bajamos a la ruta comenzó a lloviznar!
Caminamos algunos metros por la ruta hasta divisar el cartel que indicaba “Balneario Lago Espejo”. Antes de bajar al lago, nos quisimos asegurar la ubicación de la parada del bus que íbamos a tomar para regresar. Justo cuando estábamos ahí, a las 15:25 hs, vimos que el colectivo verde venía justamente del balneario, donde tenía una parada. El siguiente era a las 16:30 según habíamos leído en los carteles que estaban en la terminal de micros.

Bajamos por un camino que no debía tener más de 300 metros, que terminaba en un estacionamiento. Delante de este, el lago con diferentes colores (verde, turquesa, musgo), seguramente producto de la nubosidad. Por suerte, dejó de llover y nos sentamos en unos troncos en la pequeña playa de arena clara. Descansamos un rato y comimos unas barras de cereal y banana. De a poco comenzó a venir más gente con sus autos; algunos venían preparados para tomar mate con sus termos y sillas playeras.

Lago Espejo


No hay comentarios:

Publicar un comentario