jueves, 10 de abril de 2014

Increible pero real: el Taj Mahal!!!

By Sole

13 de febrero

El despertador sonó a las 6:30; como pudimos nos levantamos y bajamos a desayunar. Aun estábamos un poco desconfiados de la limpieza de las tazas y cubiertos, y de lo que podíamos comer o tomar, así que luego de repasar todos los utensilios obsesivamente con toallitas desinfectantes, optamos por un café con leche que me resultó poco sabroso y algo de pan con manteca.

A las 7:30 ya estábamos haciendo el check out y emprendiendo el corto recorrido en auto hacia el Taj Mahal!!! Sacamos las entradas en un lugar desierto donde nos llevó el guía. Tras pagar 750 Rp cada uno, nos entregaron las entradas, 2 botellas de agua mineral y los cubre zapatos.

Desde hace un tiempo se ha delimitado un perímetro alrededor del edificio dentro del cual no pueden ingresar los autos y micros, con el fin de protegerlo de la polución que ha lo ha ido deteriorando  modificando el color del mármol. El guía nos ofreció tomar un tuk tuk eléctrico, vehículo autorizado para circular por ahí, para ir hasta la entrada del mausoleo. Rechazamos la oferta y fuimos caminando, aprovechando el aire fresco de la mañana y la calle despejada. El camino estaba pavimentado, en relativamente buen estado, y apenas circulaban estos tuk tuks eléctricos, peatones, algunas vacas y chanchos. Realmente después de todas las horas de auto que habíamos acumulado en los últimos días, necesitábamos una caminata!!!

Estábamos a minutos de uno de los momentos más esperados del viaje!!! Pasamos los controles de seguridad habituales e ingresamos a un parque en el que llamaban la atención un gran portal –puerta sur- y una muralla con recova tras la cual estaba oculto el gran protagonista del día.

A medida que nos fuimos acercando a la puerta de arenisca roja fuimos descubriendo los detalles de ornamentación: trabajos de incrustación de piedras y tallados de fragmentos del Corán. A esta altura del viaje podría afirmar que era una característica de los mausoleos musulmanes.

Si bien la puerta era bella, que lo que estaba del otro lado de ella era más bello aún. Ni bien nos acercamos a la abertura quedamos impresionados por lo que veían nuestros ojos.  Uno pierde parámetro de las dimensiones y distancias, parece que el Taj está ahí nomás, a muy pocos metros, pero no es así. Para llegar hasta la rampa de ingreso al mausoleo debemos haber caminado unos 200 metros.

Es increíble la perfección y simetría –salvo por la tumba de Shah Jahan- de este edificio símbolo del amor. Más increíble aún es tratar de comprender como fue construido y todo el esfuerzo que requirió. Además del trabajo artístico y de diseño, es asombrosa la logística implementada en pleno siglo XVIII para llevar hasta Agra todos los materiales de construcción provenientes de otras ciudades y países. Por ejemplo, los grandes bloques de mármol eran traídos por elefantes desde Makrana, a más de 300 kilómetros.





Sólo en el trayecto que hicimos por los jardines pude contabilizar 30 fotos! Tengan en cuenta que habíamos ingresado con una única cámara con la intención de simplificar los controles de seguridad de ingresos, ya que hay una larga lista de cosas que no se pueden ingresar.


No podía faltar la foto con la camiseta de Racing!
Al verlo de cerca, se aprecian en detalle las incrustaciones de piedras preciosas y semipreciosas. Obviamente al llegar ahí, el guía le tomó lección a Seba “y está qué piedra es???”. Por suerte la atención estaba principalmente dirigida a él –como de costumbre- y no tuve que pasar vergüenza por mi ignorancia en la materia.


Trabajos de incrustación y de tallado
En el interior del edificio, que sólo contiene las tumbas de Mumtaz Mahal y Shah Jahan, no está permitido sacar fotos. Lo más destacable es el tallado de grandes placas de mármol que conforman una especie de enrejado.

Desde ya que en el recorrido no estuvimos solos: había muchísimos turistas de todas las nacionalidades. No faltaban los grupos de orientales y europeos que recorrían el lugar vestidos de indios con llamativas prendas, e inmensas cámaras de fotos. Realizar la visita a primera hora de la mañana tiene la ventaja del encanto adicional por la bruma matutina, y de la menor congestión de turistas (en comparación con lo que sucede a la tarde).



Nos hubiésemos quedado más tiempo, pero teníamos que seguir viaje. De haber sabido lo que venía nos hubiésemos quedado toda la mañana contemplando el edificio!


La despedida fue larga. Durante mucho tiempo habíamos soñado con esa mañana, mucho esfuerzo habíamos hecho para estar allí… A medida que íbamos caminando por los jardines hacia la salida nos íbamos dando vuelta para mirarlo una vez más o sacarle la “última foto” que nunca era la última, hasta que fue la última. Sniff, sniff.




2 comentarios:

  1. simplemente hermoso!! entonces recomendarian pasar todo el dia visitando el Taj majal o con mediodia alcanza?

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  2. Hola, gracias por el comentario. Nosotros estuvimos una hora y algo y nos quedamos con ganas de más. Creo que con medio día estaría bien para poder ver todo con mayor detenimiento y sacar muchas fotos! Saludos!

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