By Sole
En 2012 decidimos hacer algo diferente para fin de año: escapar de Buenos Aires!
En 2012 decidimos hacer algo diferente para fin de año: escapar de Buenos Aires!
Luego
de dar algunas vueltas y evaluar diferentes opciones decidimos ir a San Pedro.
Salimos
el viernes 27 a la tarde, y en unas 2 horas y media llegamos.
El viaje fue un poco estresante en algunos sectores de la ruta ya que por un carril iban camiones, y por el otro autos particulares que parecían estar corriendo en
la fórmula 1. O íbamos a 80 km/hr detrás de los camiones o íbamos a la
velocidad permitida, sin exceder el límite máximo, intentando que ningún coche
nos pasara por encima. Ya que estamos voy a aprovechar para quejarme del estado
deplorable de la ruta, con baches, banquinas en mal estado y huellas de camiones; desde ya que tuvimos que pagar peaje. Tienen
el descaro de cobrar $5 por transitar por ahí! se les debería caer la cara de
vergüenza!!!
La ruta
de entrada a la ciudad directamente tenía un cartel que decía "Ruta en mal
estado, velocidad máxima 30 Km/hr". Increíble!!!
Fuimos directamente hacia la cabaña que habíamos alquilado, que estaba
ubicada en los alrededores de San Pedro, en el camino hacia Vuelta de Obligado.
En esa ruta había varios complejos de cabañas, algunos construidos sobre la
barranca que bordea al riacho San Pedro y otros más abajo en las inmediaciones
del mismo.
Nuestro
complejo, Cabañas Manantiales de Obligado, estaba emplazado a unos 150 metros
del río, barranca abajo. Estaba conformado por 6 cabañas, construidas sobre
pilotes de madera, a unos 2 metros del piso. El espacio que quedaba debajo de
las mismas auspiciaba de cocheras. Las cabañas eran bastante sencillas, con una decoración algo rústica, más que nada valían la pena por el deck que tenían delante de la puerta y la parrilla individual. No tenían wifi ni tv por cable, y la señal de celular era prácticamente nula.
Resultó un lugar interesante para descansar, y estar aislados del mundo.
El complejo tenía un gran parque, con algunas aves sueltas como gallinas, patos y gansos, pileta, juegos infantiles, muchos árboles y hasta una zona de pesca frente al río.
Complejo de Cabañas Manantiales de Obligado |
El complejo tenía un gran parque, con algunas aves sueltas como gallinas, patos y gansos, pileta, juegos infantiles, muchos árboles y hasta una zona de pesca frente al río.
La
mayor parte del tiempo estuvimos dentro del complejo realizando alguna
actividad, y sólo fuimos un par de veces hasta el pueblo a comprar víveres,
conocer el lugar y las famosas ensaimadas.
Quiénes
fueron los protagonistas durante los 4 días que estuvimos ahí?
La
pileta: aprovechamos los horarios en que no había mucha gente para
"nadar", como lo haría instintivamente un perro en lo que
a mi refiere. No puedo incluir en la misma descripción a Seba, que es un gran
nadador, que en su juventud hasta compitió en ese deporte.
La caña
de pescar: fuimos varias veces a diferentes horarios al río, a pescar. No
pudimos sacar más que un par de mojarritas!!! Una gran frustración.
El deck
de madera del frente de la cabaña: lo más destacable del lugar. Cada cabaña
tenía su deck, con mesa y sillas. Me pareció un lugar muy lindo para desayunar,
almorzar, o simplemente estar tomando aire. Por la orientación de la cabaña,
teníamos sol a la mañana en el desayuno,y en el almuerzo, cuando ya comenzaba a
picar, teníamos sombra, haciéndolo un lugar ideal para estar.
La
parrilla: todas las noches que estuvimos estuvo funcionando a full; 3 noches de
asado y 1 de pizza a la parrilla, una innovación!
Las
bicicletas: la mañana del 31 Seba intentó matarme sacándome a andar en
bicicleta. Soy muy torpe, y hace años que no ando en bici. Mis habilidades con
ese aparato son muy limitadas, y las bicis que había en las cabañas en
cualquier momento se partían en 8 pedazos; la mía no tenía frenos! Accedí al
paseo matutino por un camino de ripio que estaba entre la barranca y el lugar donde
estábamos. La superficie era un tanto irregular y tenía zonas en subida y en
bajada. Aún no sé como no me estrellé contra el piso en esas bajadas. Seba iba
felíz en caída libre, sin pedalear, y yo gritándole desde atrás "me querés
matar!!!! salí de mi camino que me caigo, ahhhhh!!!!!!".
Los
insectos: descubrimos que los mosquitos son resistentes a todo!!! Nos pasamos
los 4 días embadurnados en relepentes y a pesar de eso, se las ingeniaron para
picarnos, y muuucho. También había polillas, mosquitas, cascarudos y hasta
luciérnagas. A la noche se hacían insoportables!!!!
Las
ensaimadas: según dicen, uno no conoce San Pedro, si no ha comido una
ensaimada. En función de esto ya puedo decir que conocí San Pedro. La famosa
ensaimada es una especie de masa de factura del tamaño de una figaza, partida
al medio y rellena con crema pastelera o dulce de leche. Pedimos una rellena
con dulce de leche, y qué nos trajeron? una bomba a punto de explotar. Creo que
eso tenía un pote de medio kilo de dulce en su interior; una orgía de dulce de
leche, super empalagosa!!!
Las
motos: en San Pedro debe haber 1 moto cada 2 habitantes. Es impresionante la
cantidad de motos que hay por la calle, y algunas eran realmente familiares.
Nos cruzamos con una que llevaba 4 personas, 2 adultos y 2 niños. Si bien iban
a baja velocidad, me pareció algo bastante peligroso llevar bebes o niños
pequeños en esos vehículos. Además nadie llevaba casco!!!
Los
duraznos: la zona se caracteriza por los cultivos de duraznos y cítricos. Realmente los
duraznos me parecieron mucho más interesantes que las ensaimadas. Si van a San
Pedro no dejen de probarlos. Compramos en 2 lugares distintos y ambos
resultaron ser exquisitos. En la entrada hay varios locales pequeños que venden
productos regionales y frutas con muy buenos precios. Conseguimos 2 kg de
duraznos de muy buena calidad a $10!!!! Muchísimo mejor que los que en
Buenos Aires pagamos $18 por kilo!!!!
El
canto del gallo: en el predio había un par de gallos que cantaban durante todo
el día. Había uno particularmente desubicado que se ponía a cantar a las 3 y
algo de la madrugada!!!! En medio del silencio de la noche de repente se
escuchaba "kikiriki".
Entretenimientos
varios: Barajas, dados, sudokus y libros, tuvieron su lugar en los momentos de
descanso o los ratos en los que estaba nublado.
Pescando al atardecer |
En resumidas palabras estas fueron las actividades destacada en el lugar. En el pueblo no había demasiado para ver y ni siquiera me pareció interesante la costanera con los "miradores a la laguna de San Pedro". Desde los miradores no se veía más que árboles y apenas una franja de agua.
También
pasamos por Vuelta de Obligado, un pueblito muy pequeño que tiene un parque
histórico conmemorativo de la batalla de igual nombre. Al ingresar al parque, me dio la
impresión de ingresar a un cementerio privado, con un camino de maderas y a los
costados pasto muy bien cortado y algunos árboles y plantas dispersas, que
culminaba en un monumento con cadenas y un mirador mucho más lindo que el de
San Pedro.
PD: no hay fotos del mirador porque nos quedamos sin batería en la cámara!
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