By Sole
Desayunamos por última vez en SMA. Hicimos el check out y nos fuimos con las valijas caminando hasta la terminal de micros; las pobres seguían sumando kilómetros con sus pequeñas rueditas! El día había mejorado, estaba parcialmente nublado, con resolana y no llovía. Pocos minutos de las 10:30 hs, partimos en el micro con destino: Villa La Angostura. Le veríamos sin lluvia esta vez???
Desayunamos por última vez en SMA. Hicimos el check out y nos fuimos con las valijas caminando hasta la terminal de micros; las pobres seguían sumando kilómetros con sus pequeñas rueditas! El día había mejorado, estaba parcialmente nublado, con resolana y no llovía. Pocos minutos de las 10:30 hs, partimos en el micro con destino: Villa La Angostura. Le veríamos sin lluvia esta vez???
El
micro tomó la ruta 7 lagos. Volvimos a ver el Lacar, el Machónico, el arroyo
Partido, el Falkner y el Villarino, pero con una iluminación diferente que le
confería una coloración más atractiva. Unos metros más adelante del punto al
que habíamos llegado el día previo, comenzaba el ripio. Más adelante pasamos
por los lagos Escondido, Correntoso y Espejo.
La
verdad, era un desastre el estado de la ruta, entre el lago Villarino y la
mitad del lago Correntoso. Debería caérsele la cara de vergüenza al que le puse a ese camino
de ripio en estado calamitoso el cartel de ruta nacional 40. Era un ripio con
serrucho, con zonas de lodazales, sumado a las curvas y desniveles de las rutas
de montaña. No me pareció que estuviese preparada para la cantidad de tránsito
que circula diariamente.
Con
todas estas características podría decirse que no es una ruta apta para quienes
sufrimos de motion-sickness o cinetosis. Previamente hay que tomarse un
Dramamine® o ir con los ojos cerrados.
El
micro fue haciendo varias paradas intermedias para que ascendieran y
descendieran pasajeros: desvío al lago Hermoso, lago Falkner, río Pichi Traful,
lago Espejo, etc.
Cerca
de las 13:00 hs llegamos a VLA. Esta vez en lugar de caminar con las valijas,
tomamos un taxi hasta la hostería. Fueron $17 muy bien invertidos!
Cuando
llegamos a Brisas del Cerro, el dueño lo vió a Seba y dijo “llego el hincha de Racing, hoy tenemos partido!!!!”. Nos acomodamos un poco, y partimos caminando hacia el
centro para tomar el colectivo de las 14:00 hs hacia Puerto Manzano. El micro salía de la terminal todas las horas en punto entre las 07:00 y las 22:00 hs. El costo del boleto era de
$4. Lo tomamos y en 15 minutos estábamos en Manzano!
No
bien bajamos del colectivo tomamos una calle que nos llevó a una playita donde
alquilaban kayaks dobles ($50 la media hora/ $80 la hora), y había un muelle,
con gente de una excursión sacándose fotos. A pesar de que estaba sobrepoblado
fuimos hacia ahí, y vimos que era un tour que había partido de SMA, y que justo
estaba el guía que nos había acompañado al lago Huechulafquen. Lo saludamos,
intercambiamos un par de palabras y seguimos recorriendo el lugar.
De a
poco nos fuimos adentrando en un bosque de altos pinos entre los que asomaban
casas y hosterías construidas en madera y piedras, de alta categoría. Sería la
zona más exclusiva y linda de la ciudad, con paisajes soñados.
Cada
tanto había algunas bajada hacia las pequeñas playas, por terrenos sin
construcciones, pero poblados de pinos, donde era muy evidente la ausencia de
sotobosque. Caminamos un poco por las playas y hasta nos sentamos un rato sobre
unas piedras mirando la península de Quetrihué, por donde transcurre el sendero
de Bosques de Arrayanes, que habíamos hecho una semana y algo atrás.
Azarosamente
volvimos a la calle de la cual habíamos partido; continuamos hacia la ruta
tratando de encontrar algún cartel que indicara el inicio del sendero al Cerro
O’Connor. Nos internalizamos en las calles que estaban al otro lado de la ruta,
sin encontrar nada. Sabiendo que teníamos que tomar el colectivo de 16:15 hs,
para llegar a tiempo para el partido, nos quedamos en la parada de la ruta
esperando. En el horario esperado se hizo presente el ómnibus, y en menos de 15 minutos
estábamos en el centro.
A las
17:00 hs ya estábamos en la hostería. Seba ya había encendido el pequeño
televisor que teníamos en la habitación, cuando el dueño vino a buscarlo para
que fuese al hall a ver el partido con él y su hijo. Se sentaron los tres
frente a la tele de pantalla plana a sufrir en grupo. No hay mucho que decir
sobre el nefasto partido, el último Racing- Independiente de la A. Dos horas después volvió al dormitorio con el ánimo
por el piso.
Volvimos
a salir hacia el centro, haciendo una parada en la oficina de turismo, donde
mientras Seba averiguaba como llegar al sendero del O’Connor, yo dejé una queja
escrita por el colectivo que nos había dejado varados en el lago Espejo el
13/02.
La
segunda parada fue en la heladería- chocolatería “En el bosque de chocolate”,
donde vendían el helado más económico de la ciudad; el ¼ kilo apenas costada
$12,50. Toda la gente estaba ahí!!! Compartimos un cuartito de chocolate del
bosque (con almendras y nueces), y frambuesa. Nada del otro mundo, pero no había demasiado que esperar por ese precio.
Caminamos
un poco más por las cinco cuadras del centro, esperando que se hiciera el
horario de la cena; no teníamos ganas de ir y volver de la hostería.
Ese
día conocimos otro restaurante que hubiésemos deseado no conocer: “La
caballeriza”. Cuando entramos, aún no eran las 21:00 hs por lo que no había
nadie, el ambiente era agradable, con música flamenca de fondo. Nos sentamos en
un reservado en un costado, alejados de la puerta de entrada, por donde entraba fresquete. Pedimos una
cerveza Epulafquen negra, un agua, ¼ de pollo deshuesado, ½ porción de
cordero al asador y ½ calabaza con queso parmesano al plomo. Luego de esperar
unos 20 minutos vino el mozo con el pollo y la calabaza, dejando “el pedido”.
Le dijimos que faltaba el cordero, se hizo el boludo haciendo como que se lo
había olvidado en la parrilla, cuando en realidad se había olvidado que lo
habíamos pedido. Retiró todo, para que se mantuviera calentito en la parrilla. Unos
minutos más adelante vino con todo. El cordero era de terror!!!! Teóricamente
esa ½ porción eran 500 gr de cordero, lo que no aclaraban era que 400 gr eran
huesos, grasa y tendones. Además de lo malo del corte, y escasa carne
extraíble, estaba super recalentado. Seba había comido cordero en varias
oportunidades, pero nunca algo tan malo y encima caro como esto. La pechuga y
la calabaza estuvieron bien.
De a
poco se fue llenando de gente. Los caraduras ofrecían el cordero como plato
recomendable!!! Pero lo que nos pareció más patético fue que los comensales de
la mesa de atrás pidieron un simple puré de papas y el mozo le dijo “solo
tenemos puré cheff, el de cajita”. Desde ya que tienen mi crítica lapidaria en
tripadvisor, y que no hubo propina.
Con
toda la bronca de la cena, nos fuimos a esperar un taxi a la calle. Qué frío
que hacía!!! Fue toda una odisea tomar un taxi!!! Esperamos unos 10 minutos y
nada, así que comenzamos a caminar para evitar quedar transformados en cubitos humanos. A los 200 metros , sobre 7
lagos nos encontramos con una remisería donde pedimos un “remisse”. En 5
minutos ya estábamos en un taxi hacia la hostería.
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