domingo, 24 de agosto de 2014

Recorriendo la Bangkok imperial

By Sole

22 de febrero de 2014

Nos levantamos tempranito a desayunar! El breakfast incluía tostadas, manteca, mermelada, jugos, frutas, café, té, yogurt, medialunas, un par de platos calientes (escondido en misteriosas ollas tapadas) y huevos cocidos de diferente manera según el comensal lo pidiese. Rechazamos los huevos –cuando uno hace eso lo miran con cara de “cómo no vas a comer un huevo en el desayuno???”- y nos quedamos con el resto. Hasta nos atrevimos a tomar jugo!

Fuimos nuevamente a la estación Asok del Sky Train, donde sacamos pasaje hasta Saphan Taksin con combinación intermedia en Silom (43 Bht); ya eramos expertos en el tema!!! Los mapas que proporcionan en el aeropuerto son muy útiles para moverse sin problemas por la ciudad. Lo que aún no entiendo es cómo funciona la ineficiencia de las estaciones… hay ventanillas con empleados que se limitan a dar cambio en monedas, con las que después uno tiene que hacer otra fila para sacar el pasaje en máquina automáticas. A pesar de ser un sábado por la mañana parecía rush hour de un día laborable.

Aun estoy maravillada de cómo funcionan estos trenes!!! Tienen una excelente frecuencia –nunca esperamos más de 5 minutos- y hay pantallas que indican el tiempo que falta para que aparezca la siguiente formación. La gente va haciendo fila en los lugares demarcados con pintura en el piso, justo a los costados de las puertas para evitar bloquear la salida de los pasajeros que descienden.  Y cuando el tren finalmente llega a la estación queda parado exactamente donde corresponde!!!  Lamentablemente los argentinos estamos tan acostumbrados a la ineficiencia que nos asombramos cuando las cosas funcionan como corresponde…

Cuando llegamos a destino fuimos en búsqueda del pier Sathon donde paraba la lancha que nos iba a llevar a la zona de los templos y el palacio. Si bien nuestra idea era tomar el “Orange flag” pronunciado por los locales como “olang fla”, terminamos en un bote turístico, unos centavos más caro que era el siguiente en salir. Básicamente la diferencia entre uno y otro era la presencia de una tailandesita que con megáfono en mano adivinaría que iba describiendo las construcciones que iban apareciendo en las márgenes del río Chao Phraya. Aparentemente hablaba en inglés, pero en una versión ininteligible!!!  Lo único que le entendíamos era cuando decía “Pier number…” en un tono agudo y estridente.


El gordo y el flaco
Bajamos en Tha Tien, caminamos unos metros y nos chocamos con el Wat Pho, definitivamente uno de los must de Bangkok. Tras pagar 100 Bht y recibir una botella de agua mineral junto a la entrada ingresamos a este complejo de templos, el más viejo de Bangkok, que contiene al Buda Reclinado. Para ingresar al templo donde está esta magnífica escultura dorada de 46 metros de longitud y 15 metros de altura hay que quitarse el calzado –en el lugar prestan unas bolsas para colocarlo y llevarlo con uno- y cubrirse los hombres y piernas –en caso de necesidad había disponibles unas batas color verde. 

Buda reclinado

Realmente las dimensiones impresionan!!! En el mismo templo hay otras representaciones de Buda más pequeñas y decenas de recipientes metálicos siguiendo todo el perímetro del edificio donde los más creyentes iban depositando una monedita en cada uno a modo de ofrenda.

Una monedita por favor!!!
Más allá de esto que sería la atracción principal, el resto del complejo tiene varios templos muy bonitos, con minuciosos detalles en piedras de colores y cerámicas.  



Muy contentos con la visita seguimos viaje hacia el Palacio Real. Mientras caminábamos rechazando ofertas de tuk-tuk (más glamorosos que los de India) descubrimos lo poco amigables que eran las calles para los peatones. Había veredas, calles pavimentadas, autos, buses, taxis, pero escaseaban las sendas peatonales y los semáforos (y los que existían no funcionaban). Era como cruzar una calle de Roma…

Tras haber sobrevivido a varios cruces de calles llegamos a la cara norte del palacio donde estaba la entrada para turistas. Para ingresar nos tuvimos que tapar las piernas (re-armamos los pantalones desmontables que teníamos puestos) y en mi caso también los hombros. Los que no traían pantalones largos o abrigos formaban una larga fila que terminaba en un lugar donde “prestaban” pantalones y sacos. Cuando vimos el costo de la entrada se nos cayó la mandíbula: 500 Bht!!! Definitivamente UN ROBO!!! Ya estábamos ahí, en un sitio que seguramente no volveremos a visitar en nuestras vidas, así que seguimos adelante con el plan de visitar el lugar. El primer recuerdo que me viene a la mente es el CALOR!!! No les puedo describir el calor que sufrí caminando bajo los rayos del sol con el pantalón y la camperita!!!

Además del palacio que fue durante algún tiempo residencia del monarca había varias estatuas de guerreros y  templos siendo el más renombrado Wat Phra Kaew que contiene al Buda Esmeralda. Si mi primer recuerdo es el calor, el segundo es la DECEPCION!!! Un rato atrás habíamos visto al impactante Buda Reclinado, y ahora era el turno del Esmeralda. Nos quitamos los zapatos tal como indicaba el cartel  e ingresamos al recinto donde estaba prohibido hablar y tomar fotos (si hubiésemos visto una foto seguramente no hubiésemos ido…). Había varias personas sentadas en el suelo con las piernas plegadas de tal manera de no orientar los pies hacia el Buda; otras simplemente iban en una especie de procesión ingresando por una puerta y saliendo por la otra.  Volviendo al Buda más sagrado del país, no era más que una imagen verde de unos 60 centímetros de alto…

Sin palabras...
Un par de templos más de diferentes estilos, tamaños y colores completaban la atracción. 




Nos cruzamos con varios personajes que le dieron un poco de atractivo al lugar: un hombre que  se revolcaba por el piso para conseguir fotos de todos los ángulos de los guardias de seguridad, una japonesita con sobrepeso con el atuendo de Mary Poppins que fue bautizada como Mary Ponjis, y el mismísimo Seba que se coló en una foto de un tour japonés…


Say "cheese!!!"
Como pueden sospechar este lugar se ganó un “avoid it!” de mi parte.

De todas maneras Seba tiene su opinión: "el lugar esta bueno, es un poco caro y con mucha gente". Su sugerencia es: "si se dispone de poco tiempo y dinero la visita al Wat Poh reemplaza tranquilamente del palace, ya que es más barato, tiene una arquitectura similar y un buda lindo".

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