7 de
febrero 2014 (8 y parte del 9 de febrero) en el avión!
A las
21:30 hs partimos de Buenos Aires en el vuelo de Emirates con destino Dubai, y
escala intermedia en Río de Janeiro. Luego de una larga espera en los Emiratos
Árabes, tomaríamos el segundo avión hacia nuestro destino final: Delhi.
Teníamos
muchas expectativas: primer viaje a Asia, primer viaje en la aerolínea más
grande de Medio Oriente, experimentar cosas diferentes… en fin, muchas primeras
veces de cosas que esperábamos que fueran espectaculares!
Esperando en Ezeiza |
Subimos
al avión, y como de costumbre giramos a la derecha hacia la clase económica; aún
está pendiente “la primera vez que giremos hacia la izquierda”! Creo que la
única posibilidad que eso suceda es si alguna vez un empleado generoso del
aeropuerto nos hace un upgrade…
Tripulación
de cabina de diferentes nacionalidades, pesos y estaturas; parecía una
publicidad de United Colors of Benetton. Siempre atentos, con una sonrisa y su
clásico uniforme color caqui, camisas blancas
y el sombrerito rojo. Al comenzar el viaje nos entregaron el menú de la cena
en inglés, portugués y árabe. Nos sorprendió que cuando vino la bandeja con
comida, los cubiertos eran metálicos y no los habituales de plástico post-
atentado 11S.
Luego
de 2:45 hs de viaje llegamos a Rio de Janeiro. Descendieron los pasajeros que
tenían ese destino en su pasaje –la mayoría–, y el resto permanecimos dentro de
la aeronave, mientras limpiaban un poco el avión y subían los nuevos compañeros
de vuelo.
A las 3
de la mañana despegamos y comenzó el viaje más largo que recuerde. A medida que
fueron pasando las horas y atravesábamos husos horarios nos fuimos perdiendo en
el tiempo, y la sucesión de comidas que nos fueron dando en esas casi 14 hs de
vuelo contribuyó a la desorientación. Habíamos cenado cerca de las 11 pm, y
antes de las 4 am ya nos estaban preguntado “Scrambled eggs or cheese
omelette?”. Recién habíamos cenado y ya estábamos desayunando!
Las
horas fueron pasando en un mix de películas y de sueño intermitente, que fue
interrumpido por una empanada de pollo. Me desperté sin entender nada y agarré
lo que me entregaba la azafata; estaba en un estado tal que tengo la impresión,
no la seguridad, de que apenas la probé y la devolví casi entera.
Y
después de un rato… llegó el almuerzo, o tal vez cena, o lo que haya sido… en
Dubai, hacia donde estábamos yendo, ya eran las 20 hs, así que la consideramos
cena.
A las
22:30 hs de Dubai (16:30 hs de Buenos Aires), llegamos! Un lugar realmente
impresionante!!! No sabía si estaba entrando al aeropuerto o a un shopping:
luces, carteles, inmensos Duty Free Shops, locales de venta de comida,
incluyendo un Mc Donald’s con el menú en árabe. Lo más sorprendente fue el
holograma de un hombre con vestimenta del lugar al que se le podían hacer
consultas respecto al aeropuerto.
Aeropuerto de Dubai |
Un
hecho curioso en el baño que me llamó la atención fue la presencia de cubículos
con inodoros y cubículos con letrinas. En un principio me pareció raro ver algo
tan obsoleto en un aeropuerto tan moderno, pero después llegamos a la
conclusión que ese tipo de artefacto sanitario debe ser más cómodo para algunas
mujeres por el tipo de vestimenta, o tal vez simplemente es una costumbre de Oriente.
Había
gente de todas las nacionalidades, incluyendo grupos musulmanes con sus
característicos atuendos. Con el correr de las horas el lugar fue perdiendo
esplendor, y sólo queríamos que pasara el tiempo para continuar viaje y salir
de allí. Esas seis horas y media fueron larguísimas!!! El lugar era demasiado
luminoso y ruidoso para tirarse a dormir. Además de eso, los asientos eran
incómodos y nuestro estado psicofísico era deplorable: estábamos cansados, sin
sueño y con dolor de cabeza.
Ya
habíamos leído, escrito, recorrido los negocios, caminado, descansado, y de
nuevo caminado, así que concluimos la espera con un capuccino de Starbucks. Me
dirigí hacia el local, con mi billete de 10 U$S, haciendo la conversión de la
moneda local a dólar, costaba poco menos de 5. Cuando pagué, el empleado quiso
darme el vuelto en dírham, la moneda local, por falta de cambio en dólares,
pero rápidamente cuando le dije que cancelara el pedido aparecieron los 5 U$S
de vuelto acompañados de unas monedas que no reconocí… la miré de un lado,
garabatos, la miré del otro, más garabatos y torres de petróleo! Los billetes y
monedas de Emiratos Árabes no tienen números arábigos que informen su valor! Qué
paradoja! Conservé las monedas sin números de recuerdo.
A las
4:30 hs salió el avión, y seguimos comiendo! Otra vez nos tocó desayuno! En
esta ocasión, se notaba una clara influencia de la región en la selección de
alimentos. Me jugué con un “masala omelette”, que era un omelette acompañado
con unas croquetitas de papa y una salsa con masala, palabra que se iba a hacer
muy frecuente en los días siguientes. Seba fue más valiente aún y optó por una
“paneer bhurji”, algo impronunciable! Y ni hablar de su descripción en el menú
del avión: “Cottage cheese cooked with spices, served with Chana Fry”, aún no
sé lo que es el Chana! En su bandejita vino una especie de guiso bastante
oloroso y algo picante que le dio la bienvenida a la India. De un lado tenía
sentado a Seba, y del otro a un hombre que también se había pedido un “paneer
bhurji”, comida que devoró en 2 minutos y acompaño con un Jack Daniel’s, al
tiempo que le seguía reclamando a la azafata más bebida “Only one Jack
Daniel’s????”. Cada vez que pasaba la asistente de abordo le pedía un whisky!
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