sábado, 21 de julio de 2018

Día libre en las Cataratas!!!

By Sole

20 Mayo 2017

Al mirar por la ventana constatamos que el cielo estaba nublado, con ese aspecto tan característico que precede a la lluvia. Sin mucho apuro desayunamos y nos fuimos a tomar el bus hacia las cataratas; el plan de esa jornada era volver a recorrer parte del parque sin apuro y sentarnos a tomar mate cuando tuviéramos ganas.

En primera instancia enfilamos hacia el Sendero Verde terminando en la entrada del Circuito Superior, mejor dicho, en la salida porque en un acto de completa rebeldía -y aprovechando que no había gente- decidimos recorrerlo en el sentido contrario al que estaba estipulado.

No habíamos puesto siquiera un pie en la senda que comenzó a garuar! Las chances de lluvia eran tan altas que las gotas no nos sorprendieron. Nos pusimos las capas de lluvia cubriendo parte del cuerpo y las mochilas, y emprendimos la caminata prestando mucha atención a cada paso que dábamos; el piso de la pasarela era metálico y sumamente resbaladizo.

Luego de avanzar unos metros sobre el lecho del río notamos que estaba más movido que el día previo, tuvimos la sensación de que el caudal era mayor. Cuando llegamos al Salto San Martín comprobamos que efectivamente había más agua que caía furiosamente.El paseo del día prometía ser diferente al que habíamos hecho 24 horas atrás.
A contracorriente continuamos hacia el Mbiguá, Bernabé Méndez, Adán, Eva, Ramírez y Bossetti; sobre todo en este último la diferencia era más que evidente. ¿Se debería a la lluvia o habrían abierto la compuerta de alguna represa río arriba? Según "Mr Google", en la actualidad el principal factor que determina el caudal de las cataratas son las represas que hay en Brasil.

Agua al por mayor!

Cuando estábamos concluyendo el Circuito Superior para empalmar con el Inferior nos cruzamos con  algunos coatíes que nos ignoraron completamente; me gustó esa actitud más salvaje.



Al mirar hacia la isla San Martín notamos con algo de sorpresa que la playita donde habíamos desembarcado el día previo había desaparecido, y el agua llegaba directamente a la escalera. De más está decir que el cruce estaba suspendido.

La imagen de los saltos se asemejaba un poco más a la de un gran abanico de agua como se suele ver en las panorámicas de las publicidades: cataratas en todo su esplendor. La cantidad de agua en el Bossetti era impresionante, era literalmente una ducha!!!



Recorrimos unos metros del camino que conectaba el Circuito Inferior con el embarcadero a Isla San Martín, uno de los mejores lugares sacar lindas fotos panorámicas, y seguimos viaje hacia el Salto Chico que de ser apenas un “hilo” de agua se había convertido en una caída de agua que justificaba su nombre de “Salto”.

Terminamos tomando unos mates frente al salto Dos hermanas. Las cascadas tenían más agua, y los vencejos brillaban por su ausencia. La naturaleza ofrece una experiencia única e irrepetible con imágenes que cambian minuto a minuto.



La garúa se había intensificado transformándose en una llovizna de las que requieren paraguas para no terminar empapado; en estas circunstancias descartamos la visita a la Garganta del Diablo ya que era una senda completamente abierta sin ningún tipo de protección contra las inclemencias climáticas. Protegiéndonos del agua fuimos al centro de visitantes del viejo hotel Cataratas, encontrándonos con una exposición muy interesante; de hecho, nos gustó más que el centro de visitantes. En un mix de infografías y vitrinas con objetos antiguos, nos informamos sobre la historia de la zona, la planificación y construcción del parque y el viejo hotel, etc. La foto que más nos llamó la atención fue la de las “cataratas” durante la sequía de 1978 en la que se las ve completamente secas!!!




Como había parado de llover, fuimos hasta la entrada del sendero Macuco viendo que el cartel de “CERRADO”.  Con nuestra característica imposibilidad de quedarnos quietos tomamos una vez más el sendero verde, pero al llegar a las vías del tren en lugar de girar a la derecha lo hicimos hacia la izquierda, caminando derecho hasta encontrar la salida hacia la ruta. “Mr mapa” tenía todo estudiado, conocía ese desvío y que el Macuco era atravesado por la ruta…

Luego de caminar unos metros por el costado de la ruta, efectivamente encontramos el inicio del sendero. La barrera que estaba junto al cartel de entrada estaba abierta. Ya no había nada que detuviera al intrépido corzo. 



Poniendo un pie en la tierra colorada, “vamos a caminar unos metros” sugirió Seba, y así iniciamos la caminata por la selva misionera. La senda discurría entre árboles con un sotobosque muy rico en diferentes especies vegetales que reflejaban la humedad y temperaturas habituales de la zona. En general el camino estaba bien, con apenas algunos sectores aislados en los que el terreno estaba más blando, llegando a formar en algunos casos pequeños charcos.



En medio de una mezcla de sensaciones encontradas, que incluía cierto temor por estar en un lugar "no habilitado", caminamos durante 30 minutos viendo apenas uno de los varios postes con número que teóricamente había en el trayecto. Los carteles informativos que mencionaba el folleto estaban ausentes… Si bien habían capturado y trasladado al puma que merodeaba por la zona un par de semanas antes, dudo que luego de eso hubiese sido abierto al público. Para nuestra tranquilidad, o al menos la mía, no nos cruzamos con ningún felino, y los únicos signos de vida animal fueron 2 grandes hormigas de un centímetro y medio. Nos hubiese gustado cruzarnos con algún pájaro o mono de los que suelen ser vistos ahí según los relatos habíamos leído antes de ir.

Cuando encontramos un gran charco que tapaba la senda dimos media vuelta; apuesto que podríamos haber pasado con cuidado por el costado, pero no íbamos a arriesgarnos a meter la zapatilla en medio del agua. Volvimos sobre nuestros pasos encontrando la salida 25 minutos después. Con esto dimos por terminadas las “exploraciones” por el parque, tomando por enésima vez el sendero verde para ir hacia la salida, y regresar al pueblo.

Un rato antes de las 5 de la tarde ya estábamos de en Puerto Iguazú listos para merendar y ver a dónde íbamos a cenar, siguiendo la tradición de ir salir a comer a fuera la última noche de las vacaciones. Luego de una exhaustiva investigación en tripadvisor nos decidimos por "La Dama Juana”. A pesar de que siempre evitamos ir a lugares con show, la presencia de un músico con su arpa paraguaya nos pareció un detalle interesante que contribuía positivamente a crear un ambiente especial. Mientras esperábamos el pedido disfrutamos de un amplio repertorio que incluyó boleros, tangos y folklore entre otros géneros. Esta deliciosa cena fue un gran cierre para la visita a Iguazú.

Ya sin lluvia volvimos al departamento a dormir.

Tips:
  • Visitar el centro de visitantes del viejo hotel Cataratas dentro del Parque Nacional Iguazú. La muestra de objetos e infografías es muy interesante, y al ser techada es un buen respiro del sol o la lluvia. Ver todo en detalle puede tomar unos 30 minutos.
  • Probar especialidades de la zona: puré de mandioca y sopa paraguaya. En "La Dama Juana" los ofrecen como guarniciones, son deliciosos!


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