By Sole
2 de diciembre.
Viernes. 6:45 horas. Terminamos de acomodar el equipaje y nos fuimos arrastrando las valijas hasta la estación de buses que estaba a 100 metros del departamento (la gente "obse" que planifica todo con anticipación tiene en cuenta estas distancias a la hora de elegir alojamiento). Compramos unos cafés en el convenience store que estaba junto a la parada y nos subimos al micro con destino a Matamata. Tengan en cuenta que no todos los choferes dejan subir bebidas calientes y/o alimentos a los ómnibus, y en el interior suele haber carteles que avalan esa prohibición; en este caso no nos dijo nada y pudimos subir con los vasos.
Con puntualidad inglesa, partimos a las 8 de la mañana. Tomamos la autopista y pronto salimos de la ciudad comenzando a ver campos divididos en pequeñas parcelas, intercalados por pueblitos en los que ingresamos metódicamente para el ascenso y/o descenso de pasajeros. Con esto quedaba más que confirmado que los viajes de Intercity son 100% lecheros. Entre las paradas se incluyó una de 10 minutos en Hamilton para hacer uso de los toilettes –los micros no tienen baños-. Con tantas salidas de la autopista, no es de extrañar que llegásemos con algunos minutos de retraso a destino, pero aun así con el tiempo suficiente como para no perdernos la excursión a Hobbiton.
“I am looking for someone to share in an adventure” (JRR Tolkien)
Hobbiton??? Si!!! Leyeron bien!!! Estábamos a punto de visitar parte del set de filmación del Señor de los anillos y El Hobbit!!! Vale hacer una aclaración: un par de veces dudamos en incluir esta parada en el viaje, el tour no es particularmente económico, hay que ir especialmente hasta Matamata (unos 150 Km desde Auckland), y algunas críticas de viajeros eran bastante opuestas y nos generaban dudas sobre si valía o no la pena. Por mi parte, no soy fanática de ninguna de estas trilogías… Pero siguiendo el habitual decálogo de viajes, habiendo leído The hobbit, visto alguna de las películas y apenas pasar un par de centímetros del 1,50 de estatura, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar la tierra de los Hobbits!!! El caso de Seba era un poco diferente, él estaba más motivado por el hecho de haber visto la dos trilogías y no por sentirse identificado con los pequeños personajes (con su más de 1,80 metros de altura no califica)… Finalmente, había pasado a formar parte de nuestro itinerario. Considerando el precio del viaje hasta ahí y la entrada, terminamos sacado un paquete a través de Intercity que incluía la excursión por Hobbiton y el translado Auckland- Matamata -Rotorua (nuestra siguiente parada).
Bajamos del micro en el “Matamata i-site”; ahí nos entregaron los tickets del tour y dejamos las valijas (cobraban $5 por el servicio de “luggage storage”). En el lugar también se vendía merchandising de las películas y souvenirs de Nueva Zelanda en general.
Tickets!!! |
Tal como estaba estipulado, a las 11:45 horas subimos al transfer del “Hobbiton Movie Set”, donde la señora chofer nos dio la bienvenida y nos contó como Matamata, casi por azar, había pasado a formar parte de los itinerarios de turistas y curiosos. Varios años atrás, era apenas un pequeño poblado de unos 6000 habitantes, en el cual la agricultura y la cría de animales incluidos caballos de carrera eran las principales actividades económicas… hasta que en 1998 llegó Peter Jackson. Se cuenta que el director de cine sobrevoló en helicóptero parte del país buscando los lugares y paisajes que iban a formar parte de sus películas. Así fue que desde el aire imaginó a la comarca de los Hobbits en las verdes praderas de la zona, más precisamente en la granja del sr Alexander, a 6 km del pueblo. Decidido a ubicar a los hobbits en ese sitio se hizo presente en la granja con su propuesta, y firma de un acuerdo de confidencialidad mediante, luego de nueve meses de negociación cumplió su deseo. Así fue que el granjero que se dedicaba a criar ovejas de un momento a otro terminó convirtiéndose en un empresario con billetitos … cambió el verde pasto por verdes papeles… Supongo que pensando en el potencial beneficio económico para el país, la armada puso a disposición equipos para que se llevara a cabo la construcción de una carretera para acceder al lugar; no olvidemos que estaba prácticamente en el medio de la nada!
Volviendo al 2016... Durante el corto trayecto hasta el set de filmación nos pasaron un par de videos con imágenes de la película y su director hablando; era difícil decidir entre prestar atención a la pantalla o mirar por la ventana las pintorescas colinas cubiertas de pasto en el que pastaban apaciblemente las ovejas. No había dudas porque Sir Peter Jackson se había enamorado de ese lugar.
La siguiente parada fue en el estacionamiento del movie set, donde se nos unió la guía que iba a acompañarnos durante la visita. Los que viajaban por su cuenta dejaban su autos ahí y cuando se conformaba un grupo subían a un micro para hacer el recorrido tal como lo íbamos a hacer nosotros; no existía la opción "voy por mi cuenta caminando entre las casitas de los hobbits".
Cuanta energía y entusiasmo tenía nuestra guía Amanda! Sin dudas le agregaba un extra a la experiencia que estábamos por vivir. Tal como si fuese una fábrica en la que cada paso está minuciosamente concatenado con el siguiente, bajamos del bus justo en la entrada de la comarca. Lo primero que recuerdo es una huerta con un pequeño espantapájaros junto a un estanque en el que se oía el croar de los sapos. Todo parecía tan perfecto que me sentí en medio de un cuento. Ahí vino la primera explicación sobre esta fuente de agua que si bien fue construida artificialmente rápidamente se llenó de batracios. Como estos no formaban parte del plan del director durante la filmación tuvieron que ser transitoriamente trasladados a otro sitio. No faltaba mucho para ver el primer “hole”; si bien sabíamos que eran apenas fachadas no podíamos dejar de imaginar que esas puertitas en la tierra eran las casas de los pequeños habitantes del lugar. Queríamos ver y fotografíar todo, no queríamos perder ningún detalle.
Entre fotos y explicaciones fuimos avanzando, sin perder detalle de las “casitas”; cada una tenía algo que la hacía especial. No sólo eran las puertas o las ventanas, sino los detalles como sus plantas, y objetos en sus entradas como equipos de jardinería, baldes, verduras y hortalizas entre otros. Que tiernas eran las pequeñas prendas de ropa colgadas al aire libre!!! Todo estaba tan cuidado y en perfecto estado, como si se estuviese filmando la película en ese mismísimo momento… Nos enamoramos de ese lugar!!!
Hole |
Un detalle interesante sobre todo para los curiosos que se preguntan “y cómo hicieron…?” es el distinto tamaño de los hoyos. De varios existían dos versiones, una pequeña y otra grande para crear la perspectiva que un personaje era más alto o más bajo. Las escenas donde estaba Gandalf se filmaban junto a los hoyos más pequeños haciendo parecer que el mago era alto, mientras que para los Hobbits utilizaban los más grandes haciéndolos parecer pequeñitos. Más casero que lo que uno esperaría.
Casi a una velocidad de procesión fuimos avanzando hasta llegar a la casa del gran protagonista Bilbo Baggins, que estaba ubicada en la zona más alta de la comarca.
Al bajar pasamos por el parque “Party Field” con su gazebo de tela, juegos de plaza de madera, faroles y guirnaldas de colores. Un amor!!! Cada tanto Amanda tenía que prácticamente arrastrarnos –como si fuésemos bulldogs franceses empacados- para que sigamos avanzando… Ni siquiera la parada final en el bar de la aldea era estimulo suficiente para avanzar!!!
Lamentablemente ya nos estábamos acercando a la última parte del recorrido. Tras pasar por la casa del molino con su pequeño estanque y artículos de pesca, nos encontramos con el bar del pueblo, “The Green Dragon”, donde íbamos a hacer una parada para tomar algo. Con la entrada teníamos incluida una consumición, que podía ser una cerveza o una ginger beer.
Más allá de un hoyo que es más que una fachada y tiene un pequeño espacio en su interior desde donde uno puede sacarse foto asomándose a través de la puerta, este era la única edificación real con la que nos cruzábamos. No pudimos dejar de sorprendernos al ingresar… Todo era tan perfecto y pensado, el ambiente a media luz con música de fondo creando la sensación de estar en una taberna que se complementaba con las puertas redondeadas, las pequeñas ventanas y los muebles de madera… no podíamos estar en otro lado que no fuese en la comarca de los Hobbits! Aprovechamos todo el tiempo que nos dieron para sentarnos y degustar nuestras bebidas teniendo al menos por un rato la fantasía de estar dentro de un mundo de cuentos. Fanáticos o no de las pelis, es un lugar que merece una visita!!!
La barra |
Cheers!!! |
Desde The Green Dragon |
Cumplido el tiempo, llegó la hora de enfrentar la realidad y volver al micro que nos llevó al parking del movie set, donde Amanda se despidió e hicimos una parada para visitar el gift shop y usar los baños.
Tal como estaba anunciado a las 14:45 horas regresamos a Matamata, muertos de hambre; el tour había sido justo al mediodía, en nuestro habitual horario de almuerzo. Así que ni bien bajamos del bus nos ubicamos en una mesa de pic nic que estaba en calle, más precisamente en la parte trasera del i-site, y comimos los sándwiches que habíamos llevado. Sencillos, pero ricos!!!
Concluido el almuerzo, caminamos algunas cuadras por el boulevard del pueblo, lo que sería su calle principal en la que se encontraban la mayor parte de los locales incluidos los gastronómicos, regalería (no pasamos por un pueblo que no tuviese uno de estos), la librería y hasta una agencia de turismo.
Pasadas las 16 horas tomamos el micro que nos iba a llevar a Rotorua. A pocos minutos de comenzar el viaje comprobamos una vez más lo cambiante del clima de la zona. Durante la mañana habíamos tenido sol, nubes blancas, nubes negras y garúa, y tras subir al bus con un cielo parcialmente nublado experimentamos un copioso chaparrón. Un día meteorológicamente completito!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario