viernes, 15 de mayo de 2015

Finalmente nos subimos a la mesa!

By Sole & Seba

Miércoles 8 de Octubre 2014

Actividad planeada para el día: hiking en Table Mountain.


Cómo llegamos ahí? No comenzamos de la forma más aventurera la aventura del día… simplemente tomamos un taxi desde el departamento hasta el Cable Car Station de Table Mountain. Ahí comenzó la entrada en calor: 1500 metros por la carretera con suave pendiente ascendente hasta el inicio de sendero Platteklip Gorge –el más popular y populoso de la montaña, pero también el más directo. A pesar de ir caminando por una ruta de pavimento fue un trayecto interesante por la cantidad de flores que ofrecía el gran terraplén que teníamos a nuestra derecha.

El día se había presentado parcialmente nublado, con leve brisa, el sol asomaba tímidamente entre las nubes generando una temperatura agradable -entre 15 y 20 grados- que nos permitió ir caminando con dos capas livianas de ropa sin problemas.

El hiking propiamente dicho: El cartel que indica el inicio del sendero es inconfundible y no genera dudas!

El cartel de inicio es fácil de encontrar y nos brinda un panorama de a lo que nos vamos a enfrentar: un trekking que se inicia a los 400 metros sobre el nivel de mar, que va a ir en un constante ascenso de 650 metros de desnivel hasta el plateau de la montaña de la mesa.

Cartel de inicio

A un costado del mismo nos encontramos con los primeros escalones de una especie de escalera eterna de piedras que nos condujo hacia la cima. Al principio estaba rodeada de una profusa vegetación floreciente entre los que destaco a los malvones, los rayitos de sol y las proteas con sus vivos colores, pero a medida que fuimos tomando altura las plantas fueron cada vez más esporádicas, culminando en un ambiente de arbustos achaparrados y pastizales salvajes sobre un terrero rocoso.

El regalo de la primavera!
  
Si bien no hay ninguna marca que señalice el camino es imposible perderse; no hay en los alrededores otros claros con los que se pueda confundir el sendero de piedra con sentido ascendente casi permanente. Lo que si hay es un par de cruces con otros senderos secundarios, con el correspondiente cartel, si uno siempre elige la flecha que dice “Platteklip Gorge” tiene asegurado su destino.

Luego de 20 minutos de trepar por grandes escalones de roca superamos 100 metros de desnivel para llegar al Contour Path, que corre paralelo a la ruta de asfalto a lo largo de la montaña. En ese punto hay que girar a la izquierda unos 50 metros, para luego retomar la senda ascendente, todo claramente indicado por los carteles.

El ascenso se torna continuo y sin pausas, pisando sobre los firmes escalones de piedra, haciendo algunos zigzags o caracoles, siempre con mucha exposición al sol. La senda es bastante directa y se gana altura en pocos metros, lo que demanda un esfuerzo aeróbico importante, aunque no muchas habilidades técnicas.

Escalera sin fin...

La primera media hora fue muy placentera, fuimos subiendo a nuestro ritmo, mirando los alrededores y disfrutando los sonidos de la naturaleza que solo se vieron interrumpidos por el saludo a un trío de españoles que pasaron a nuestro lado y por unos gritos lejanos…

Qué vistas!!!

De no haber permanecido con la mente positiva se hubiese transformado en la peor caminata de montaña de nuestras vidas. Pronto descubrimos de donde venían esos gritos: delante nuestro teníamos un grupo de adolescentes locales que iba haciendo su ascenso de manera errática. Encabezando el grupo unos 10 varones de alrededor de 15 años con gorros con visera y celulares con música, que intermitentemente corrían hacia arriba unos minutos y descansaban el doble de tiempo. Luego seguía un grupo intermedio de mujeres de igual edad, con jeans o shorts ajustados y remeras tan cortas que parecían tops, y finalmente un par de chicas más relegadas que iban subiendo lentamente. Nos habíamos encontrado con un grupo de wachiturros y culisueltas versión South Africa!!! Pudimos así comprobar que sin importar raza ni nacionalidad los adolescentes se comportan de igual manera en ambos lados del mundo. El hiking que suponía ser una actividad de contacto con la naturaleza escuchando el canto de los pájaros o las pisadas de las lagartijas que salían corriendo entre las piedras se convirtió en un caos de gritos –los que iban adelantados le gritaban a las rezagadas- y música estilo Rihanna.

Terminamos caminando en medio de toda esta gente. Como hicimos varias paradas de segundos para sacar fotos y nos tomamos dos breaks de dos minutos para hidratarnos y comer algo, nos fuimos pasando intercaladamente con el grupo de varones que llevaban la delantera.

Tramo final del recorrido.

Tras una hora y media de caminar estábamos atravesando el Platterklip Gorge, una estrecha apretura rocosa, y dando los últimos pasos hacia la cima!!! Casi sin darnos cuenta estábamos arriba de todo!!!

A poco de superar los 1000 metros snm llegamos al plateau, la curiosa cima aplanada de la montaña. A pesar que el cartel del inicio avisaba que el recorrido demandaba 2 horas, nosotros nos tomamos 30 minutos menos, sin que las paradas para tomar fotos e hidratarnos afectaran nuestra velocidad de ascenso.

Platterklip Gorge desde arriba.

Del solcito que nos había acobijado durante todo el trayecto poco quedaba, el viento frío se había apoderado de la escena obligándonos a ponernos toda la ropa que teníamos en la mochila: la tercera capa y el buff, hubiésemos sido más felices aún con un par de guantes.

Arriba nos unimos a la masa de gente que había ascendido en el Cable Car y una vez ahí se atrevía a caminar un poco. Desde el punto de llegada partían varios senderos con diferente orientación con un tiempo estimado de duración promedio de sesenta minutos. En nuestro caso optamos por dirigirnos a la estación superior de teleférico, situada a unos 800 metros, casi a la misma altura.

En la cima!

A pesar del frío nos desviamos hacia un mirador que encontramos en el trayecto. Qué vista maravillosa!!! Esta vez el estadio Green Point había dejado de hacerse el difícil y nos permitía observarlo en todo su esplendor; Seba feliz, finalmente lo había logrado! Más allá de esa gran “cacerola metálica” tan importante para algunos hombres la vista era espectacular!!! Nos sacamos la selfie de rigor con el puerto, Signal Hill, Lion’s Head y Robben Island de fondo y enfilamos hacia el Cable Car.

Una selfie que vale la pena!!! Nos faltó el palito...

Cuando nos acercamos a la estación notamos una fila bastante larga, pero que avanzaba bastante rápido. Junto a esta había una tienda que vendía recuerdos alegóricos al sitio que estábamos visitando y los pasajes del Cable Car con un costo de 115 rands por persona por tramo.

Aún tiritando de frío, bajo una densa nube que ocultaba el sol, esperamos nuestro turno para bajar. Nos entretuvimos durante la espera observando en detalle los sofisticados peinados de nuestros compañeros de fila que incluían innumerable cantidad de trenzas de un par de niñas negras y el nido de caranchos que tenía la madre en la cabeza que seguramente había sido hecho en forma deliberada; cada mujer tiene su propio karma con el cabello…

Cuando nos acercamos al tramo final comprobamos que la fila avanzaba tan rápido por la cantidad de gente que cargaba ese artefacto en cada viaje; mejor ni pensar que hubiese pasado si quedaba detenido en medio del viaje… Para desviar esos pensamientos nada mejor que un encargado del vehículo que vaya haciendo chistes durante los pocos minutos que dura el descenso. Sin que uno se dé cuenta va bajando raudamente y girando, a mitad del camino descubrimos que en lugar de mirar el vacío estábamos  mirando hacia la montaña y cuando llegamos abajo ya ni sé lo que mirábamos!

Bajando en el cable car.

Antes de seguir viaje corrí hacia el baño a lavar mis manos y dejarlas un rato bajo el secador hasta que poco a poco fueron reviviendo y tomando color. Como extrañé a mis guantes!!! Los baños no dejaban de sorprenderme! Una vez más nos habíamos encontrado con sanitarios limpios y gratuitos!

Síntesis Técnica de ascenso a Table Mountain por Plateklip Gorge:
  • 650 metros de desnivel (de 400 a 1050 metros snm)
  • Ascenso constante sobre terreno rocoso pero firme (sin acarreos) que no requiere habilidades técnicas. Espacios amplios para descansos.
  • Con buen estado físico, lleva 90 minutos desde el inicio de la senda en Tafelberg Rd hasta la estación superior del cablecarril o teleférico (sin paradas fotográficas).
  • Llevar agua para el ascenso, protección solar y abrigo rompevientos (arriba sopla fuerte!) 


Habiendo descansado en el cable car… a seguir caminando! Tomamos Kloofnek avenue hacia el downtown; esta larga avenida está bordeada por casas con altos paredones con alambres de púa o electrificados en la parte superior con los correspondientes carteles de advertencia. Esto iba más acorde con lo que esperábamos en cuanto a medidas de seguridad en la ciudad y no las paredes vidriadas sin rejas que habíamos visto el día previo.

En el centro hicimos una parada en un bar llamado “Lola’s” que nos cautivó con su decoración. Tenía todo lo que compraríamos de tener una casa grande y dinero de sobra para gastar en ella, esas mismas cosas que cuando pasamos por un bazar o negocio de decoración decimos “mira qué lindo, me gustaría tener eso”. Sintiéndonos muy a gusto con la onda del lugar, pedimos un par de cafés y una porción de “dark chocolate brownie” –básicamente una torta de chocolate con un copo de crema que poco tenía de brownie pero estaba rica-, y aprovechamos para descansar un rato y ponernos al día con la crónica del viaje.

Yummy!

Sin mucho más para hacer ese día y con la amenaza de una inminente lluvia, fuimos caminando lentamente hacia el departamento por calles con cierta reminiscencia de New Orleans (recuerdo de fotos porque nunca hemos estado ahí) deteniéndonos en cada uno de los negocios que llamaron nuestra atención (de los que en general salimos espantados por los precios!).

Cape Town or New Orleans?

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