By Sole
16 de febrero de 2014
Ultimo desayuno en Jaipur. Nuestra actitud
frente a la cantidad y calidad de alimentos de esta comida había cambiado
rotundamente desde aquel primer desayuno en Agra. Ya habíamos incorporado
algunas frutas peladas, algún que otro omelette y hasta yogurt casero (sin el
agregado del saborizante artificial de ananá era intragable!!!). Para esa
mañana teníamos programado “tiempo libre por los famosos mercados de Jaipur”;
nos quedamos con el recorrido de Old Town propuesto por la guía Lonely Planet.
Le pedimos a Ravi que nos dejara en New Gate (una de las puertas de la muralla
que rodea la ciudad vieja), la cual estaba marcada como sitio de inicio.
Terminamos bajando en un estacionamiento donde quedó Ravi durmiendo, y
caminamos unos 200 metros hasta la puerta, confiando en sus palabras.
Teóricamente al ingresar y doblar a la
derecha teníamos que chocarnos con el mercado de telas y textiles, pero lo que
encontramos fueron carros llenos de ropa –camisas, pantalones, zapatos, etc.–
alrededores de los cuales había muchos indios revolviendo. Siguieron manteros
con tuppers, herramientas, y hasta pesas y mancuernas. Qué variado el mercado
de textiles…
Esperábamos encontrarnos con la avenida del
Hawa Mahal luego de tres cuadras, pero encontrarnos una avenida menos glamorosa
de lo que recordábamos con varios vendedores de verduras. Qué raro, era la
primera avenida, estaría mal dibujado el mapa??? Giramos, caminamos un par de
cuadras, pero no encontrarnos ningún edificio conocido. A esta altura estábamos
casi seguros que Ravi nos había dejado en cualquier puerta (que le quedaba
cómoda a él por la ubicación del estacionamiento) y que estábamos en cualquier
lado. Sin preocuparnos demasiado resolvimos el problema parando un tuk tuk, al
cual le pedimos que nos llevara al Hawa Mahal. Antes de subir dejamos bien
claro el precio y que el mismo nos incluyera a los dos (un timo común es
arreglar un precio y cuando uno llega a destino descubre que ese valor era por un
solo pasajero, no por ambos). En menos de 5 minutos estábamos frente al Palacio
de los Vientos; a unas 10 cuadras de donde nos habíamos subido al tuk tuk, pero sin un sólo nombre en las calles era
imposible ubicarse...
Confirmamos que habíamos ingresado por la puerta
equivocada a la ciudad vieja y en lugar de haber caminado por el mercado de
textiles para turistas, lo habíamos hecho por el mercado donde compran los
locales.
Aprovechamos la vista que teníamos de la vereda de enfrente al Hawa Mahal para sacar fotos desde un mejor ángulo del que lo habíamos hecho la vez anterior. No tardaron en aparecer un par de hombres que nos ofrecieron ir a la terraza de los edificios que están frente al palacio para sacar mejor fotografías. Rechazamos la oferta y los ahuyentamos diciéndoles que era nuestra tercera vez en Jaipur y que ya teníamos fotos desde ahí arriba. Continuamos la caminata por la avenida perpendicular a la del Hawa; al ser domingo por la mañana estaban todos los negocios cerrados!!! Eramos los únicos turistas y los únicos blancos del lugar, imposible no llamar la atención de las pocas personas que nos cruzamos (que nos miraban de arriba abajo, y de abajo a arriba), incluidos los conductores de tuk tuk.
Fue una caminata muy tranquila y amena. Luego
de un buen rato regresamos a la zona de New Gate, donde estaba concentrada la
mayor cantidad de gente. Cerca de las 11 hs comenzaron a abrir los locales
textiles que no habíamos visto al inicio del recorrido; aprovechamos el horario
para comprar un bolsito y ver hasta donde podíamos extender el regateo.
En la avenida del Hawa Mahal los negocios que vendían
Jewelery estaban cerrados, y el lugar había sido apoderado por numerosos vendedores
de frutas y verduras frescas de muy buen aspecto. Intercalados estaban los infaltables
polleros que desplumaban pollos recién ajusticiados. Grupos de mujeres de todas
las edades recorrían el lugar y se aprovisionaban. Se podría decir queque tuvimos la
posibilidad de recorrer un mercado auténtico y ver como se desarrollaba una típica mañana de domingo.
Mercado de frutas y verduras. |
Esperando ser degolladas. |
Alguien ve algo raro??? |
Tras caminar unas 2 horas regresamos al
estacionamiento a buscar a Ravi, quien estaba durmiendo con los pies sin
calzado (sólo con medias) saliendo por la ventanilla delantera del auto. A esta altura
del viaje ya era una imagen típica de chofer indio.
Cerca del mediodía emprendimos el regreso.
Teníamos por delante 260 km, unas 5 horas de viaje. Atravesamos la ciudad vieja
y fuimos nuevamente hacia Amber. Esta vez el panorama fue distinto, el mayor caudal de tránsito en
ambos sentidos puso en evidencia la estrechez del camino que en varios sectores a lo sumo sería de 1 ½ manos. Desde ya que entre el tránsito no faltaban elefantes que iban desde Amber
hacia la zona de Jaipur luego de terminar su labor matutina; me impresionó la
mirada triste que tenían esos animales!!!
Por el transitado camino a Amber. |
Más allá de Amber, la ruta se ensanchaba y se
transformaba en “autopista”. Al costado del camino los
pueblos se sucedían de manera casi ininterrumpida: poblados de mayor o menor
tamaño, con sus mercados y casas humildes, apenas separados por metros de
terrenos baldíos, campos o fábricas de ladrillos.
Los camiones abundaban tanto en los 3
carriles que tenía la carretera, como a los costados de la misma donde estaban estacionados (con ropa colgando desde los espejos retrovisores y limpia
parabrisas) junto a piletones donde se bañaban los conductores. En general
estos vehículos eran muy coloridos, tanto la cabina con la parte trasera. Casi todos tenían
el mensaje “Blow Horn”, “Please, horn”, “Use dipper at night” o una combinación
de los previos. Como ya mencioné previamente el “blow horn” indicaba que si
queríamos pasarlo teníamos que tocar la bocina para que se hiciera a un lado.
El “Use dipper at night” era para lograr el mismo efecto pero de noche: un par
de guiños con luces altas para que se corran. Por favor no confundir con “Use
diapers at night”!!!
Hicimos la parada obligatoria de almuerzo y
uso de sanitarios. Lugar muy parecido al que habíamos parado en el viaje de
ida, con restaurante y negocio de souvenirs con precios super inflados. Nos
limitamos a estirar un poco las piernas y comer un par de galletitas que
habíamos llevado.
Blow Horn! |
La primera parte del viaje Ravi estuvo
bastante callado y sólo la música india (incluyendo el hit “you are very
beautiful”) quebró el silencio. A medida que fueron pasando las horas nuestro chofer comenzó con el “sir, you happy? No smile like me and madam”, aparentemente a Seba no se lo veía muy feliz desde el espejo retrovisor, jaja.
Otra vez los temas de conversación fueron muy variados incluyendo métodos de calefacción y cocción de alimentos, uso de castigos físicos en la educación incluyendo el stick, eructos, culminando en un duelo a ver quién era el más pobre y desdichado: chofer vs pasajeros. En realidad este último tema surgió a raíz de un comentario de Ravi que comenzó con “you rich people”. WTF??? Tal vez comparados con un chofer indio éramos ricos, pero comparados con un rico éramos y seguimos siendo pobres.
Otra vez los temas de conversación fueron muy variados incluyendo métodos de calefacción y cocción de alimentos, uso de castigos físicos en la educación incluyendo el stick, eructos, culminando en un duelo a ver quién era el más pobre y desdichado: chofer vs pasajeros. En realidad este último tema surgió a raíz de un comentario de Ravi que comenzó con “you rich people”. WTF??? Tal vez comparados con un chofer indio éramos ricos, pero comparados con un rico éramos y seguimos siendo pobres.
No faltó tampoco durante el viaje un
atascamiento, en el que estuvimos parados 15 minutos sin movernos. Los choferes
se bajaban de sus autos y se iban a ver qué sucedía; nunca descubrimos la causa.
Luego de estar más de cinco horas y media viajando rechazamos la propuesta de ir a tomar un té que nos hizo Ravi unos pocos kilómetros antes de llegar. Sólo queríamos llegar a lo de Coca y Fer!!! Tras varias vueltas por Gurgaon finalmente llegamos!!! Nos despedimos de nuestro chofer sin olvidarnos de darle su tan esperada propina (para no quedar como amarretes ni despilfarradores de dinero, le consultamos previamente a David Díaz cuanto se le solía dar por cada día de servicio).
Luego de estar más de cinco horas y media viajando rechazamos la propuesta de ir a tomar un té que nos hizo Ravi unos pocos kilómetros antes de llegar. Sólo queríamos llegar a lo de Coca y Fer!!! Tras varias vueltas por Gurgaon finalmente llegamos!!! Nos despedimos de nuestro chofer sin olvidarnos de darle su tan esperada propina (para no quedar como amarretes ni despilfarradores de dinero, le consultamos previamente a David Díaz cuanto se le solía dar por cada día de servicio).
La despedida de Ravi. |
Por cenar con Roti. |
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