sábado, 10 de junio de 2017

Mi Buenos Aires querido (Parte II)

By Sole

Tomamos la avenida Brasil y nos desviamos hacia Puerto Madero. En este caso puedo decir con orgullo que no es la primera vez que visito el lugar. Les recomiendo bajar en algunas de las paradas que tiene el bus en la zona y caminar un rato por este barrio en constante expansión. Su nombre hace alusión a lo que funcionó en ese sitio a fines del siglo IX (un puerto) y a quien fue el que propuso el proyecto (Eduardo Madero). La corrupción y las injusticias no son novedad en la Argentina... aparentemente el proyecto de este hombre compitió con el del Ingeniero Huergo ganando el que tenía más contacto con el poder: el Sr Madero. Se llevó a cabo la monumental obra que duró unos 10 años e incluyó el relleno de parte de la costa del Río de la Plata con tierra y tosca generando una gran isla artificial separada de la ciudad por cuatro diques y dos dársenas para el acceso de barcos. El tiempo que tardó en construirse fue equivalente al que estuvo en uso… estos genios no habían previsto que al lugar llegasen buques de mayor tamaño! El nuevo puerto ya no era útil, así que tuvieron que recurrir al viejo y archivado proyecto de Huergo construyendo el actual puerto. El lugar quedó abandonado, deteriorándose con el paso de las décadas hasta que alrededor de 1990 se decidió reciclarlo transformándolo poco a poco en lo que conocemos hoy en día con hoteles, edificios lujosos y restaurantes.

Puerto Madero I

Puerto Madero II


Puerto Madero II

Más allá de ser un lugar lindo para caminar un rato o sentarse a tomar algo, ofrece la posibilidad de visitar la ya "jubilada" Fragata Sarmiento o ser el punto de partida para una silenciosa recorrida por la Reserva Ecológica.

Fragata Sarmiento

Cuando estamos por salir del barrio, me llama la atención un edificio moderno con una curiosa escultura en su exterior... y eso? Se trata del museo de la Fundación Fortabat. Lo dejo anotado en mi lista de lugares a visitar en el futuro, su colección de obras de autores nacionales e internacionales es muy prometedora!

Museo de la Fundación Fortabat

Dejamos atrás Puerto Madero y tomamos la avenida Córdoba haciendo una parada en Galerías Pacífico. Este centro comercial es mucho más que una colección de locales de las marcas más conocidas y stands de comida. Su elegante edificio con las bóvedas de vidrio y su gran y bella cúpula central con murales de los reconocidos pintores argentinos Antonio Berni y Juan Carlos Castagnino merecen una visita; no en vano fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1989.

Galerías Pacífico

Galerías Pacífico cúpula central
Galerías Pacífico Bóveda Vidriada

Por qué no completar el recorrido de la zona caminando unas cuadras por la más famosa peatonal de Buenos Aires? Florida una calle que nunca descansa, con ritmo propio en la que convive su habitual fauna compuesta de una marea humana que se mueve incesantemente en diferentes direcciones, “arbolitos” (personajes que cambian dinero en forma ilegal y curiosamente la ley nunca los ve) que repiten como loros “Cambio, cambio, cambio”, vendedores de productos de cuero reconocibles por sus gritos de “cuero, leather, couro” que intentan atraer a los extranjeros, y los artistas callejeros que ofrecen sus shows de tango o pegadizas baladas.

Volvemos al micro y vamos rumbo a Retiro… imposible no dedicarle unas miradas a la Torre Monumental, más conocida por su viejo nombre como Torre de los Ingleses. Les recomiendo que saquen las fotos que puedan desde el micro sin bajar ya que suele ser un lugar bastante peligroso.

Seguimos por avenida Figueroa Alcorta donde rápidamente identifico lugares que me son sumamente familiares. El puente peatonal que conecta el Parque Rubén Dario con la Facultad de Derecho me saca una sonrisa al recordar las veces que lo cruce corriendo mientras entrenaba; cuantas horas de calor y frío gastando las zapatillas en esas manzanas para correr con dignidad un par de carreras de 21 Km.

Justo frente a “mi plaza” se encuentra uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad: la Floralis Generica. Muchas veces nos hemos sentado en la Plaza de la Naciones Unidas a tomar mate viendo la constante circulación de turistas de todas las nacionalidades que hacen una parada para ver la gran escultura metálica con forma de flor. Más allá de su atractivo estético tiene un sistema eléctrico que abre y cierra los pétalos dependiendo de la hora del día y la presencia de fuertes vientos. Teóricamente este mecanismo estuvo dañado durante varios años, pero hace un par fue restaurado… nunca pude presenciar algún movimiento de los grandes pétalos de acero inoxidable; siempre la he visto abierta. 

Floralis Generica

Sabiendo que el micro va a regresar por la avenida Del Libertador, a pocos metros de esta atracción, continuo viaje dejando la visita a la zona para más tarde.

Siguiendo por Figueroa Alcorta pasamos por el museo MALBA, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Cuenta con una interesante colección de pinturas y esculturas de artistas latinoamericanos, si están con tiempo e interesados en el tema hay justo una parada para ustedes. Yo sigo de largo, ya lo he visitado una vez y no pondría entre los “must” a visitar en la ciudad.

Continuamos hacia Palermo, más particularmente lo que se conoce como “Palermo Soho”. Si justo están en la zona al mediodía lo mejor que pueden hacer es bajar y recorrer el barrio famoso por sus restaurantes y locales con productos de diseño. No faltan los locales de comida para todos los gustos, incluyendo encantadoras cafeterías y patisseries que ofrecen sándwiches y “brunchs”, hamburgueserías gourmet, cervecerías artesanales, parrillas o comida étnica (india, brasilera, mexicana).

En vez de caminar unas cuadras y quedarme en casa, decido continuar viaje ya que aún me quedan varios lugares para visitar. Qué lindo es ver cómo está mejorando la zona de las ex bodegas Giol aledañas a las vías del ferrocarril San Martín… pasamos por el Polo Científico Tecnológico que alberga al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva con un lindo parque con juegos para niños, y unos metros más adelante por el mall Distrito Arcos con locales de primeras marcas y un patio abierto para sentarse a tomar algo al sol.

Esquivando el caos de tránsito tan típico de la zona volvemos a los Bosques de Palermo, ese gran pulmón verde escenario de tantos entrenamientos, carreras y mañanas de mates con bizcochitos. Más allá de ser un espacio que disfrutamos mucho los que vivimos en Buenos Aires tiene un par de lugares que podrían resultar atractivos a los turistas como al Paseo Marcela Iglesias –ex Paseo de la Infanta- que ofrece una interesante oferta gastronómica, el Hipódromo de Palermo y el curioso edificio del Planetario.

Bosques de Palermo

En los bosques se puede hace el trasbordo a otro bus que recorre la zona norte de la ciudad (recorrido verde). Mirando el folleto, les cuento que entre los puntos más interesantes del recorrido están El Monumental (el estadio con mayor capacidad de Argentina perteneciente al Club River Plate –el archienemigo de Boca Juniors-) y el Barrio Chino ubicado en el barrio de Belgrano que se extiende principalmente por la calle Arribeños. Justo en la intersección con la calle Juramento se encuentra el imponente arco con los infaltables Leones de Buddha, que da acceso a una calle peatonal donde se encuentran varios supermercados con una interesantísima variedad de productos y principalmente restaurantes chinos (también hay algunos de comida japonesa y tailandesa). Es otra de las opciones interesantes para hacer una parada de almuerzo.

Dejemos el folleto de lado y volvamos a Palermo. Pasamos junto al Monumento de los Españoles, emplazado en el cruce de las avenidas Sarmiento y Del Libertador, y avanzamos por esta última haciendo la siguiente parada a pocos metros del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).

Monumento de los Españoles

Este museo y el barrio de Recoleta merecen sin duda una visita. Si bien entré varias veces el MNBA, decido hacerlo una vez más; cada vez descubro algo que la vez anterior había paso por alto. Fundado en 1896 en el edificio donde actualmente están las Galerías Pacífico, fue trasladado a Recoleta en 1932. Como curiosidad les cuento algo que descubrí  hace poco visitando el Palacio del Agua (un lugar por el que no pasa el Bus Turístico pero que es super interesante)… el edificio el museo era la Casa de Bombas de Recoleta, el lugar donde se purificaba el agua proveniente del Río de la Plata que luego era distribuida a los vecinos. Luego de ser re-adaptado por el arquitecto Alejandro Bustillo (no hay lugar que visitemos en los que Bustillo y Thays no hayan tenido intervención en los diseños) pasó a ser el hogar permanente de una diversa colección de pinturas de artistas nacionales y extranjeros, y exposiciones transitorias. Aunque los que más suelen llamar la atención son los clásicos como Goya, Renoir, Rodin, Manet o Toulouse-Lautrec, a mí particularmente me cautivan los detallados cuadros de Cándido López sobre la guerra del Paraguay. Me encanta pararme frente a ellos y buscar los diminutos personajes plasmados en óleo en esos lienzos. Otro punto a favor: la entrada es gratuita!!!

Vuelvo a cruzar la avenida del Libertador dirigiéndome hacia Plaza Francia. Al ser día de semana apenas hay algún que otro puesto de artesanos; de haber sido fin de semana la escena hubiese sido bastante diferente con una gran oferta de productos. Paso de largo el Buenos Aires Design con sus restaurantes y locales de diseño, y enfilo directamente hacia el Cementerio de la Recoleta.

Al igual de lo que sucede en Praga, Paris o Washington, nadie mira con malos ojos que un lugar sagrado como suele un cementerio sea una atracción turística más. Este camposanto es sin dudas uno de los must de cualquier persona que visita Buenos Aires. He entrado numerosas veces con o sin cámara de fotos, lo he recorrido por mi cuenta y con guía (hay muy buenas visitas guiadas gratuitas en español) y nunca deja de sorprenderme con esculturas, inscripciones e historias detrás de ellas.

Cementerio de la Recoleta

Seguimos viaje??? Aún nos queda otro de los platos fuertes!!! Nuestra siguiente parada es el Teatro Colón, una casa de arte que no tiene nada que envidiarle a las más renombradas mundialmente incluida la ópera de Viena. Si están con tiempo les recomiendo hacer una visita guiada (entre las 11 y las 17 horas parten cada 15 minutos).

Teatro Colón

Subo al micro por última vez y me vuelvo a poner los auriculares de la audioguía para no perder detalle de los últimos minutos del paseo. Pasamos junto al obelisco emplazado en la Plaza de las República en medio de la avenida 9 de Julio. Es uno de los monumentos más icónicos de Buenos Aires, imposible que pase desapercibido con sus más de 67 metros. 

Cuando me quiero dar cuenta estamos de nuevo en la avenida Roque Saenz Peña a pocos metros de la parada final del bus, y vuelvo a la realidad… tengo que volver a casa a preparar la cena. Mientras camino hacia la estación de subte siento la satisfacción de haber descubierto esos rincones tan especiales que siempre había pasado por alto, y haber sido durante varias horas una turista en mi propia ciudad.

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