domingo, 22 de mayo de 2016

Viernes Santo en Santiago

By Sole

3 de Abril 2015

Los chilenos se toman muy en serio el feriado del viernes santo. La noche anterior no habíamos conectado el despertador: necesitábamos descansar un poco y no teníamos mucho apuro para levantarnos porque la mayoría de los lugares -incluyendo los malls- iban a estar cerrados. A pesar del deseo de dormir nuestro despertador interno hizo que antes de las 8 de la mañana ya estemos desayunando.

La calle parece un desierto, más aún la estación del metro donde parece haber más personal de seguridad que pasajeros. A pesar de ser feriado el subte viene rápido, unos 20 minutos después estamos en lo que sería el downtown de la ciudad. Al no ser un día laborable, lo que habitualmente sería un hormiguero está totalmente despejado salvo por varios homeless que aún se encuentran dormitando en los recovecos de los edificios. Un par de cuadras y llegamos a La Moneda, el palacio de gobierno que fuera bombardeado durante el golpe de estado de 1973. Inevitablemente me lleva a la película "La casa de los espíritus" basada en el libro de Isabel Allende que miramos la semana anterior. Hay bastante seguridad y varias personas que parecen estar esperando algo. Sacamos un par de fotos al palacio y a la estatua de Salvador Allende que parece estar observado desde afuera el edificio donde "se suicidó" tras ser derrocado el 11 de septiembre de 1973.

Palacio La Moneda

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En las calles siguientes pasamos frente a varias construcciones que llaman la atención por su imponencia y en caso del ex Congreso Nacional de Chile por la belleza de sus jardines. La soledad de las calles pronto queda atrás al pasar por una pequeñísima zona que parece el Perutown con restaurantes y locutorios con la bandera de Perú y el nombre del país en sus marquesinas, y una gran afluencia de transeúntes en los alrededores. Unos metros más adelante nos encontramos con la Plaza de Armas, la misma por la que habíamos pasado el día anterior, que se encuentra rodeada por la Catedral Metropolitana, el museo Histórico Nacional, el Correo Central y la Municipalidad de Santiago. Ingresamos a la Catedral cuya fachada se encuentra parcialmente tapada por andamios. Nos llama la atención lo largo de la iglesia, el altar queda tan lejos que dudo que las personas sentadas en el último asiento logren ver la cara del sacerdote durante la misa. La pobre iluminación natural también resulta llamativa; por lo antigüedad esperaría que tuviese más ventanas para favorecer la entrada de luz. Dejando de lado esas particularidades, sin ser ostentosa es una linda iglesia.

Ex Congreso Nacional de Santiago

Catedral de Santiago

En esta oportunidad nos tomamos un rato para descansar en uno de los tantos bancos de madera del parque. No somos los únicos que tuvimos la misma idea, parece ser un día de descanso para varios. Me resulta entretenido observar a la gente, sus conductas, su fenotipo y forma de vestir, tratando de encontrar cosas en común; es una manera de dejar expresar al sociólogo que todos llevamos dentro.

Whisky!!!

Habiendo recuperado algo de energías seguimos viaje. Poco a poco las piernas vuelven a entrar en calor para subir al pequeño cerro Santa Lucia. Entramos por un costado, la entrada menos concurrida metros más adelante nos lleva hacia la fuente de Neptuno. Junto a la misma hay un cartel que invita a arrojar una moneda para que se cumpla no sé qué deseo; evidentemente no es la Fontana de Trevi y la gente no sucumbe a la tentación de conseguir algo en forma mágica. Esquivando a varios turistas continuamos caminando hacia el objetivo final: el mirador! Hay varias formas de subir, pero en lugar de tomar la escalera que nos lleva hacía de manera más directa vamos siguiendo la rampa que corre paralela a la vía para vehículos. Pasamos junto al castillo y foto de por medio continuamos caminando en forma incesante hacia la escalera que finalmente nos acerca al punto más alto. Como no podía ser de otra manera está lleno de gente, incluyendo un par de mujeres que arrodilladas y con una estampita en la mano elevan sus plegarias a los cielos. Entre el smog habitual se divisan todos los edificios más altos de los alrededores con la cordillera de fondo. Para los que no tiraron la moneda en la fuente y tienen ganas de deshacerse de ella hay un par de larga vistas como los que es frecuente ver en los miradores. Trágame tierra! Entre los visitante hay una familia de argentinos que en forma vergonzosa intenta falsear el sistema del larga vista introduciendo un objeto en la ranura de las monedas. Apuesto a que el sistema es a prueba de argentinos porque enseguida desistió…

Fuente de Neptuno

Desde el mirador

Al bajar nos encontramos con una terraza muy bonita con un par de tótems y bancos en los que hacemos otro descanso. Cuánta vagancia!!! Cada dos pasos nos sentamos en un banco a descansar!!! Si no lo mencioné previamente, estamos disfrutando de otro hermoso día de sol y calor; la suerte está de nuestro lado.

Se acerca el mediodía y el estómago comienza a quejarse. Antes de almorzar decidimos dar una vuelta por el diminuto y bello barrio París- Londres. Da placer caminar por las callecitas adoquinadas con construcciones de estilo europeo. Pequeño pero encantador.



Encontrar un lugar para comer abierto, que se no sea un fast food, parece casi una tarea imposible. Pese a mi rechazo habitual a las hamburguesas terminamos haciendo nuestra visita anual (en mi caso) a la cadena de los arcos dorados. Voy a reconocer que este caso hay un par de cosas que llaman mi atención de manera positiva. Por un lado, en los carteles además de tener expuesto el nombre del menú y el precio tienen las calorías. Me parece bien que lo informen, después está en cada uno que hacer con esa información. Estás dispuesto a invertir 500 Kcal en una hamburguesa? Otro detalle son las Coca Zero en lugar de las regulares acompañando las fotos de los combos. Pulgares arriba para esta propuesta de al menos ingerir 200 Kcal menos en un combo!!! Y el otro punto que no tiene nada que ver con las calorías, está relacionado con el estímulo a la lectura. En los mantelitos de papel que recubren las bandejas de plástico proponen a los niños scannear un código para ingresar a una biblioteca virtual. Me dio la impresión que el tema de la lectura es algo que preocupa bastante a los chilenos: además de aparecer en varios carteles publicitarios, tienen varios bares bibliotecas donde uno puede sentarse a tomar un café mientras lee un libro del lugar. Me llevo la impresión de que es un país que intenta evolucionar…

No sucumbí al magnífico aspecto del Big Mac que eligió Seba -qué después me sienta como una bomba atómica a punto de explotar- y elegí un wrap de pollo. Eso sí, con papas fritas que no se cambian por nada y Coca Zero.

Bastante pipones seguimos hacia el próximo destino… la estación terminal de buses. Para llegar a este lugar tomamos el metro hasta la estación Universidad de Santiago. El plan del sábado -o sea mañana- es ir a pasar el día a Valparaiso. Habíamos leído que se puede sacar el pasaje el mismo día por la alta frecuencia de buses, pero el encargado del departamento nos asustó un poco diciéndonos que como era fin de semana largo seguramente no íbamos a conseguir pasaje… Nada que ver!!! Había miles de pasajes disponibles para todo horario y en distinta ubicación dentro del micro. Hicimos la compra y volvimos al metro; los alrededores de la estación no parecen tener gran atractivo. Esta vez el viaje es más largo porque habiendo subido faltando 2 estaciones para llegar a San Pablo -una de las estaciones finales de la línea 1-, decidimos bajar en la estación que se encuentra en el extremo opuesto: Los dominicos.

Tendría que contar por cuantas estaciones estamos pasando, pero son muchas! Más de media hora después -por estimar el tiempo de alguna manera, puede haber sido un poco más- llegamos.
Dónde estamos? Creo que llegamos a la nada misma!!! Por un lado una gran avenida y al final un parque coronado por una pequeña capilla. Como queríamos visitar la feria de los dominicos enfilamos hacia la iglesia. Mmm, sospecho que la feria está cerrada por el feriado. El lugar está en la soledad más absoluta. Avanzamos hacia ahí confirmando minutos después la sospecha. Nos perdimos la feria de artesanos de la ciudad, apuesto que la decepción de Seba debe ser mayor porque es el que más disfruta de recorrer este tipo de lugares.

Iglesia de los Domínicos

El día sigue precioso, no vamos a seguir dando vueltas bajo tierra. Caminemos un poco más!!! Giramos 180º y vamos hacia la avenida que va hacia el famoso barrio de Las condes. Apuesto que la gente que vive en estos modernos edificios con preciosos balcones -algunos que tenían hasta sombrillas que sobresalían hacia el exterior- debe tener auto para realizar sus actividades cotidianas. Más allá de un par de negocios aislados todo el resto son edificios. Hacemos una parada en el único supermercado que nos cruzamos por la zona haciendo mi habitual visita de museo observando y analizando detenidamente todos los productos expuestos en las góndolas. Esperen!!! No cierren la esta página!!! No los voy a aburrir con mis hallazgos…

Tras esta especie de descanso caminamos varias cuadras más hasta encontrarnos con la siguiente estación del metro… compramos un par de cositas y las mochilas pesan demasiado como para seguir caminando con esta carga en la espalda!!!


El resto del día es de descanso. Tenemos muchas expectativas para mañana… promete muchas horas de caminata por la vecina ciudad de Valparaiso.

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