domingo, 27 de septiembre de 2015

Sesriem Canyon

By Sole

Cuando llegamos a las carpas el lugar era un horno!!! Estábamos experimentando el calor seco del desierto en su máxima expresión!!! Imagínense el calor que hacía... lavé una remera Dri Fit y en menos de media hora se había secado…

Estuvimos entrando y saliendo de la ducha casi todo el rato que estuvimos por ahí…
Como habíamos comido temprano a las 15:00 hs nos juntamos a merendar; ya estábamos hambrientos. En la habitación sólo teníamos chocolates que a esa altura estaban absolutamente derretidos. Nos ofrecieron infusiones, galletitas y frutas; estas últimas eran deliciosas, jugosas y en su exacto punto de maduración. Creo que con Seba arrasamos con la fuente de papaya, naranja y ananá!!! De casi todos los viajes regresamos con muy buenos recuerdos de las frutas.


Con las energías recuperadas volvimos al parque, esta vez a visitar el cañón de Sesriem. Este cañón es una gran brecha de casi un kilómetro de largo y en algunos sectores hasta 30 metros de profundidad cavado por el río Tsauchab en rocas sedimentarias que se fueron acumulando con el paso de los años -en algunas paredes se podían identificar las distintas capas-.

El cañón desde arriba

Más allá de mirarlo, inicialmente desde arriba, pudimos ingresar al mismísimo cañón! Hay un sector por el que se puede descender con muy poca dificultad. La curiosidad nos llevó a seguir a Abel por ese camino y una vez abajo lo recorrimos en casi toda su extensión, ya que sólo hay una pequeña parte que contiene agua, el resto está seco. De hecho llegamos a un punto donde había una especie de pared de rocas que tras treparlas pudimos observar que del otro lado había un acumulo de agua: el río.



El río al final del camino

Antes de volver al camp, a pedido de parte del grupo, hicimos una parada para “ice cream”. Así que terminamos en un parador de ruta en Sesriem comiendo helados y chocolates. Era evidente que el grupo no se iba a morir de hambre!!!

Bien endulzados volvimos al camp; teníamos 1:30 hs libres antes de la cena. Desde el día anterior estábamos tentados por un cartel que decía “Walking trail”; era la situación ideal para hacer una caminata por ahí!!! Cruzamos la cadena que impedía el ingreso de vehículos y fuimos siguiendo el camino prestando atención dónde pisábamos; por lo que habíamos leído, entre la fauna del lugar había serpientes y escorpiones, además de roedores, zorritos y antílopes. Con cierta tranquilidad y a la vez desilusión los únicos seres vivientes que cruzamos en todo el recorrido fueron un par de escarabajos con rayas blancas en los laterales de  su caparazón.



El caminito se iba bifurcando en otros secundarios, como un elige tu propia aventura... y así fuimos eligiendo los que nos dejaron junto a una sobreelevación del terreno de piedras y arena. Ahí el sendero se perdía por lo que ascendimos por la arena, evitando las piedras.  Unas huellitas y pequeñas caquitas nos indicaron que en las horas previas un orix había estado paseando por ahí.


Al voltear la vista atrás

Regresando

Fue una caminata de 40 minutos muy tranquila y agradable disfrutando de los sonidos, en este caso más que nada el silencio, de la naturaleza y los colores de la puesta del sol.
Cuando regresamos tuvimos tiempo para tomar unas bebidas mientras mirábamos desde el deck de nuestra cabaña el atardecer.

Uno de los pequeños placeres de Seba

Sunset

A las 19:30 fuimos hacia el sector común donde iba a tener lugar la “última cena”. Abel y Philip se habían lucido con un guiso de pollo y vegetales con arroz. Estaba riquísimo!!! Y para culminar la comida: ensalada de frutas. La sobremesa se extendió mucho más allá de la comida y la conversación estuvo cargada de algo de nostalgia; era la última cena juntos, el tour terminaría unas horas después cuando regresáramos a Windhoek.


De a poco nos fuimos levantando de la mesa y regresando a las tents bajo un cielo estrellado, tan espectacular como el de la noche anterior. Sabiendo que era la última noche en el desierto nos quedamos un rato mirando el firmamento tratando de grabar ese recuerdo para siempre.


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