jueves, 3 de diciembre de 2015

El lado asiático de Estambul: de Üsküdar a Kadiköy

By Sole

Diciembre 2014

Al día siguiente amaneció lloviendo. Entre chaparrones caminé nuevamente hacia el puerto de Üsküdar, giré a la izquierda y fui recorriendo la costa hacia el lado de Kadiköy –el otro barrio conocido por esos lares. Para ese entonces había dejado de llover y el sol hacía inútiles intentos por asomarse.

Pescadores del Bósforo

Luego de caminar entre pescadores –había bastante más que el día anterior- localicé a lo lejos una especie de pequeño faro llamado “Maiden’s Tower” ubicado en el Bósforo a pocos metros de la costa. A medida que me fui acercando divisé los bares junto a la costa característicos por sus sillones de almohadones donde la gente se sienta a ver el atardecer mientras degusta alguna bebida en el verano. Mañana otoñal, sólo estaban las estructuras donde se colocan los almohadones, y  varias mesitas  de madera con sillas; evidentemente no era el momento indicado para tomar algo ahí. Del otro lado de la calle había varias confiterías y restaurantes que también parecían cerrados –en este caso estimo que era más por el horario. Apostaría a que debe ser una muy linda experiencia ver desde ahí como el sol se va poniendo detrás de los edificios más emblemáticos del lado europeo de la ciudad: Hagia Sophia, la mezquita Azul y el palacio Topkapi.

Maiden´s Tower con lado europeo de Estambul de fondo

Ideal para un atardecer de verano...mañana de otoño casi invierno

Detrás de Maiden’s Tower hay varias leyendas; la que más me gustó es digna de un cuento de los hermanos Grimm. Cuenta la historia que había un emperador que tenía una hija que según la profecía del oráculo moriría a los 18 años mordida por una serpiente. En un intento de protegerla del fatídico vaticinio el padre mandó a construir esta torre en el Bósforo donde alojó a su pequeña. Cuando esta cumplió 18 años el emperador le llevó de regalo una canasta con frutas en la que el destino quiso que se ocultara una serpiente cumpliéndose la profecía. Mmm, creo que lo acabo de escribir es más parecido a una película de terror que a un cuento de hadas…

Tenía intenciones de tomar el bote que recorre los 200 metros que separan a esta construcción de la costa pero me pareció un exceso pagar 20 LT por tan corto recorrido, así que desistí. Según mi guía en el interior de la torre había un restaurante y un mirador con lindas vistas de los alrededores...

Aunque uno no tenga intensiones de visitar la torre vale la pena la caminata desde Üsküdar; es un sendero que discurre paralelo al Bósforo con lindas vistas panorámicas del lado europeo de la ciudad. Recomendable!

Camino junto a la costa

Tras pasar Maiden’s Tower me encontré con un par de amarraderos de lanchas y botes. Digamos que hasta ahí es la parte pintoresca del camino. Después comenzaba una zona portuaria con una estación de micros identificada en el mapa como “Harem”, un par de calles que se internaban en la ciudad y un gran estacionamiento de autos. Un lugar mal señalizado y bastante solitario en el que recomendaría tomar uno de los mini-buses azules que pasan por ahí con el cartel de “Kadiköy”.

Acercándome al puerto

Se acabó la zona turística...

Con ayuda del mapa y sin la certeza de que estuviese yendo para el lado correcto seguí caminando. Apuesto a que pasé junto al complejo militar donde está el museo de Florence Nightingale, antes de encontrarme con el cementerio militar de Haydarpaşa. Por la cantidad de seguridad, scanners, detectores de metales  y los carteles que prohibían sacar fotos y filmar dude de que se tratara de un cementerio; con el mapa y lenguaje de señas confirmé con uno de los guardias de seguridad mi ubicación. Si uno quiere puede visitar este predio donde descansan varios soldados británicos de la guerra de Crimea y la segunda guerra mundial. Obvio que no hay foto!

Fui bordeando el cementerio y giré en una calle que se transformaba en un puente pasando sobre las vías abandonadas del tren; a lo lejos divisé la vieja estación hacia la que me dirigía. Qué alivió, no estaba perdida!!!

Estación Haydarpaşa

En el primer desvió hacia ahí salí terminando en una calle un tanto solitaria que pasaba junto a una mezquita que justo en ese momento estaba llamando a orar, y terminaba en el Bósforo junto a Haydarpaşa Gari– la estación. Esta se encuentra fuera de servicio y por lo que leí el gobierno aún no ha decidido el destino que va a tener. Pasé junto a dos hombres de seguridad que ni siquiera me miraron e Ingresé por una entrada lateral que daba justo a los andenes. Una curiosidad en Turquía y en Croacia se usa el mismo término para designar al andén -peron- y a la estación -gari-. Da cierta nostalgia ver esos largos andenes vacíos con los antiguos relojes que ya no le informan a nadie el horario y los vagones estacionados que no van a ningún lado.

Andenes y trenes abandonados

Como si conociera el lugar seguí avanzando e ingresé en un gran y lujoso hall con varios relojes, puertas de madera con vidrios, mármoles y techos pintados, y después a otro de iguales características en el que estaba la boletería y algunos asientos de madera.
Apenas habiéndome cruzado con algún otro curioso y alguna persona que se dirigía a un restaurante que estaba cerca de los andenes, volví a la calle donde otra vez estaba garuando. Haciendo malabares entre el paraguas y la cámara saqué un par más de fotos y seguí viaje.

Interior de la estación I

Interior de la estación II

Regresé a la calle principal –la continuación del puente que pasa sobre las vías- y caminé varias cuadras sin encontrar nada que me llamase mucho la atención, varios puestos de comida callejera. Si bien era el mediodía no me detuve en ninguno de estos ya que eran demasiado precarios y no tenían conexión a Internet. Seba esperaba noticias mías y me había pedido que me conectara al whatsapp en “una confitería con wifi”; había olvidado que estaba recorriendo un lugar tan anti-turístico donde la gente ni siquiera hablaba inglés… Así que habiendo visto todo lo que quería decidí regresar hacia el hotel para dar señales de vida.

Con ayuda del mapa fui siguiendo el recorrido que tenía planificado. Continué por la calle del puente, pero en lugar de bordear el cementerio por el que había pasado previamente seguí derecho. Pasé junto a una escuela y a la universidad donde llamativamente la mayoría de los jóvenes que estaban en las inmediaciones eran hombres, las mujeres eran tan pocas que se podían contar con los dedos de las manos… Sospecho que la sociedad debe tener un pensamiento machista como el presidente de turno.

Luego siguió el cementerio, donde giré en la calle equivocada. Luego de caminar por un par de cientos de metros entre paredones y lápidas dudé del rumbo que había tomado. Al encontrar un cartel con el nombre de la calle me dí cuenta de mi error y volví para atrás tomando posteriormente la avenida correcta. Era imposible que no me perdiera con mi limitada capacidad para interpretar mapas! Como corresponde cerca del cementerio estaba el hospital; por lo menos son prácticos y el proveedor de cuerpos está cerca…

RIP

El resto del camino trascurrió sin nada memorable y sin equivocaciones. Avisé que estaba bien y me fui al shopping a comer, esta vez con lápiz y papel para escribir mi pedido y evitar los problemas de mi mala pronunciación del turco. Quién sabe cómo se pronunciaría “Piliç Dürüm”???


“Piliç Dürüm”

Con esto concluye mi recorrida por el lado asiático de Estambul. Creo que sólo merece una visita la zona de Üsküdar si tienen medio día libre, sobre todo si es una linda tarde de primavera- verano y tienen ganas de tomar algo viendo el atardecer.

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